La frase de despedida "manzou" significa "camina lentamente", en el sentido de cómo vas. Se oye con frecuencia en la parte continental de China, donde sus habitantes han asumido de hecho la moda de andar despacio, algo evidentemente inadecuado en Hong Kong. El rápido ritmo de la vida hongkonesa, acentuado por el aire de marcha emitido en cada cruce, cuando los peatones avanzan aceleradamente, exige agilidad a sus ciudadanos. Extrañamente, el "autobús de la ruta 11" (como denominan los chinos a ir caminando) es el modo principal de transporte en esta moderna metrópolis. La mayoría de los pasajeros, no importa si son adultos o niños, calzan unos tenis, convenientes para mantener un paso enérgico. Es muy posible distinguir un natural hongkonés de un visitante, simplemente por su forma de caminar.
Mientras observamos a los habitantes de Hong Kong con su marcha apresurada a lo largo de las concurridas calles de la ciudad, nos preguntamos cuáles serán sus valoraciones sobre el retorno del territorio a la patria y el impacto que ello ha tenido en sus vidas.