Los años hablan

Una década puede pasar volando, pero a la vez ser tiempo suficiente, y hasta de sobra, para probar si algunas decisiones trascendentes para la vida de países y regiones producen o no los resultados esperados. Es el caso de Hong Kong, territorio que después de más de un siglo de haber sido amputado a China por apetencias conquistadoras, retornó en 1997 a la soberanía nacional.

Como sucede ante todo proceso de este tipo, afloraron entonces las opiniones de partidarios, detractores y escépticos, dos últimos grupos estos que temían sobre todo que tan diminuta porción de tierra, que por años había acusado entre sus problemas la falta de espacio y devenido uno de los paraísos económicos de Asia, en su generalidad sumidos por aquellos años en una estremecedora crisis, tuviera que echarse a cuestas el resto del país y sus más de 1.000 millones de habitantes, muchos de los cuales se temía inundaran en grandes oleadas el suelo hongkonés en busca de mejoras económicas.

Sin embargo, sucedió todo lo contrario, pues China, lejos de convertirse en una pesada carga, vino a ser la tabla salvadora para Hong Kong, que con la autonomía que le aseguró el modelo de “un país, dos sistemas” y el respaldo del territorio continental y sus autoridades, pudo sanar pronto sus heridas económicas e iniciar un repunte sostenido que lo ha llevado a convertirse en una de las metrópolis financieras y comerciales más sólidas y ventajosas del planeta, con condiciones que para algunos analistas superan a las de reconocidos centros de poder, como Londres, Nueva York o Singapur.

El brillo, si bien resulta conveniente reconocer que no en todo su esplendor es oro, permite prever un futuro alentador para esa Región Administrativa Especial, aunque algunos se empeñen en anunciar su muerte ante el empuje de Shanghai u otras ciudades financieras del país, indispensables también para una economía de la magnitud de la de China.

Esta década ha permitido asimismo a los hongkoneses aprender términos políticos e interesarse nuevamente por determinadas cuestiones de su patria chica, que se perdieron en más de una centuria de dominio extranjero, en la que las preocupaciones de la población se reducían casi exclusivamente a ganar dinero, mientras la suerte de la región era echada en la lejana Londres por reyes, lores, gobernantes y empresarios.

Hong Kong ha venido a ser igualmente el espejo en el que no pocos invitan a mirarse a Taiwan, para pulverizar los temores de quienes se oponen a la reincorporación de esa vecina isla a China y terminar de una vez con las mutilaciones hechas al mapa nacional.

Y mientras este pequeño territorio celebra su retorno a la patria, otra región del país también está de cumpleaños, Mongolia Interior, que conmemora el 60 aniversario de su constitución y sobre todo el haber rectificado sabiamente, cuando aún era oportuno, para revertir los daños que el hombre, ora por irresponsabilidad, ora por desconocimiento, causó en Ordos, reduciéndola a un árido paisaje, carente de vegetación.

Los que conocieron esa zona cuando casi fue reducida a arena del desierto comprueban hoy el espectacular cambio y quedan tan impresionados como los que la visitan por primera vez en estos tiempos de bonanza y desarrollo.

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoy@chinatoday.com.cn
Todos los derechos reservados: China hoy