Buena Suerte Beijing
Por JORGE LUIS LÓPEZ
LÓPEZ
A
poco más de un año para la inauguración
de los XXIX Juegos Olímpicos de Verano Beijing´2008,
programada para el 8 de agosto, las autoridades deportivas chinas
comenzarán a lidiar con una serie de torneos internacionales
que pondrán a prueba el estado de las instalaciones competitivas
y la capacidad organizativa con miras a la cita estival.
Bajo el título Buena Suerte Beijing, la serie se inicia
el 1 de julio del presente año con un certamen balompédico
para damas en Qinhuangdao, provincia de Hebei, sede de la ronda
preliminar del más universal de los deportes durante
la justa olímpica, junto a Tianjin, Shanghai y Shenyang.
Precisamente con el fútbol entrarán en acción
las actividades deportivas oficiales de la venidera Olimpiada,
dos días antes de la ceremonia inaugural.
Todas las disciplinas incluidas en el programa de la cita cuatrienal,
con excepción del softbol según el calendario
divulgado por la página oficial del Comité Organizador
de Beijing´2008 (BOCOG, siglas en inglés), tendrá
una oportunidad como parte de estos eventos preparativos,
que se extenderán hasta el 1 de junio de 2008.
Buena Suerte Beijing incluirá la celebración
de Campeonatos del Mundo, Copas del Mundo, Torneos Abiertos
y por Invitación, entre otros, la mayoría de los
cuales serán clasificatorios para la justa veraniega.
El atletismo y los deportes acuáticos acapararán
un interés especial durante la referida etapa, pues celebrarán
sus competiciones en los dos escenarios deportivos de nueva
construcción de un total de 12- que más
ilusión han despertado entre el público: el Estadio
Nacional (conocido internacionalmente como Nido de Pájaro
por la forma de su estructura) y el Centro Acuático Nacional.
El Nido de Pájaro, que además del campo y pista
servirá también de sede al fútbol y las
ceremonias de inauguración y clausura, tendrá
aforo para 91.000 espectadores, mientras que el Centro Acuático
contará con 6.000 asientos permanentes y otros 11.000
provisionales.
Podría calcularse de ínfima la cifra de escépticos
acerca de la capacidad infraestructural y organizativa de Beijing,
ciudad a la que muchos consideran necesario desear mayor suerte
en cuanto al tema de la protección medioambiental.
Cumplir la promesa de celebrar unos Juegos Verdes, crucial
en la candidatura olímpica presentada por Beijing, perdura
como la tarea más difícil que enfrentan los organizadores
chinos.
La contaminación ambiental es un fenómeno que
afecta considerablemente a la capital china, cuyas autoridades
trabajan para revertir dicha situación. Dichos esfuerzos
rinden poco a pocos sus frutos, aunque todavía muy limitados.
Tras el inicio del traslado de algunas fábricas altamente
contaminantes a otras zonas del país, una de las diferentes
medidas adoptadas como parte de un plan para combatir las adversas
condiciones medioambientales, la ciudad contabilizó 55
días de cielo azul en los primeros tres meses
de 2007, cuatro días más que igual periodo del
año anterior.
Además, se planea que la Villa Olímpica, donde
se alojarán los 16.000 atletas participantes, constituya
un verdadero patrón respecto del uso de las energías
renovables y otras medidas ecológicas.
Según afirmó el propio BOCOG, la instalación
"será un modelo de desarrollo sostenible",
en que una buena parte del alumbrado se abastecerá con
energía solar y la calefacción del agua se realizará
mediante el aprovechamiento de la irradiación térmica,
como parte de los procedimientos que permitirán convertirla
en una villa ecológica.
Al igual que los restantes proyectos constructivos, la Villa
Olímpica se deberá terminar a finales del presente
año, aunque su apertura oficial esperará hasta
15 días antes del comienzo de la justa estival.
Mientras, las ilusiones y expectativas acerca del acontecimiento
deportivo más importante del planeta se hacen cada día
más palpables en la capital china, donde resulta prácticamente
imposible caminar por sus calles sin encontrar alegorías
sobre los Juegos.
El éxito dependerá, naturalmente, de los esfuerzos
que realizan millones y millones de chinos para demostrar al
mundo que son capaces de cumplir sus promesas y organizar un
evento de esta magnitud con el máximo de calidad.
Sólo queda esperar la llegada del gran acontecimiento
deportivo
y mientras desear buena suerte a Beijing.