Imperium, desgarradora alerta sobre la violencia
Por LEONARDO
ANOCETO
No trasquiló La Fura del Baus a aquellos que fueron
al Espacio 798 del Distrito de Arte Dashanzi de la capital
china por una propuesta novedosa. El estreno mundial de
Imperium en el Meeting Beijing no sólo fue una
nota alta en el programa de actividades culturales que
tienen lugar aquí por la celebración del
Año de España en China, sino que también
logró impresionar a los espectadores con su mensaje
contundente y directo contra la violencia.
Atrapado
desde su entrada quedó el público en el
enigma que generaban la casi inexistente iluminación,
la música y el escenario escogido por el director
Jürgen Müller para la puesta, una antigua nave
industrial, súbitamente dominado por las explosiones,
gritos, rostros ensangrentados y horrores propios de la
guerra, la confusión, el caos y la atrocidad que
fomentan quienes invocan la violencia como única
forma de combatir los supuestos miedos que nos han sido
inculcados, hacer pagar a otros sus actos extremos o simplemente
resolver las diferencias del mundo contemporáneo.
En medio del desconcierto y la anarquía reinante,
propia del proceder de quienes ostentan el poder y justificados
por su fin ponen en práctica todo tipo de métodos
irracionales, el público se vio forzado a desplazarse
continuamente de un lugar a otro, como las grandes masas
que huyen en estampida de manera infructuosa de los conflictos.
Como era previsible, la violencia termina autorreproduciéndose
y desencadenando la rebelión de los sometidos,
que después de devolver el golpe a los opresores
con su misma doctrina, desatan una lucha igual de furibunda
por la supremacía, coronada por el autoexterminio
de la especie.
La fuerza rítmica del argumento de Imperium, que
de manera descarnada e impresionante trasmitieron las
ocho actrices españolas elegidas por Müller,
bastó para que al público chino, dominado
por una cultura con cánones hasta hace poco muy
distantes y cerrados al mundo occidental, llegara claramente
el mensaje, sin necesidad de una dramaturgia narrativa
que de haber tenido un papel preponderante hubiera dejado
estéril el propósito de La Fura.
Con Imperium básicamente lo que intentamos es
explicar o tomar conciencia de cómo funciona la
espiral de destrucción que nos da la sensación
que se ha apoderado de la humanidad en muchos puntos del
planeta, afirmó Lluís Fusté, creador
de la pieza junto a Müller.
Creemos que es muy importante toda esta sensación
de agobio, de miedo, que se está produciendo sobre
todo a raíz del terrorismo, sus consecuencias y
sus causas, explicó Fusté a los medios
y alertó que los discursos que hablan de
domesticar al otro, de invadir países, aniquilar
culturas (
) a nosotros nos parece terrorífico
y por eso queríamos hacer esta obra, para subrayar
el valor del diálogo, de poderse reunir con diferentes,
aunque creamos que están totalmente equivocados,
y llegar a un acuerdo, en vez de bombardearlos y aniquilarlos,
porque nos da la sensación que esto solo lleva
al final a la muerte, a la destrucción de todo,
al ojo por ojo y al final nos quedamos todos ciegos.
Es una crítica a la manera en que se utiliza
la violencia como forma privilegiada para resolver los
conflictos entre diferentes en el mundo actual,
subrayó Müller, para quien la acción
teatral, la música, el vídeo, los materiales
plásticos y las luces (de la obra) implican al
espectador en una experiencia viva, más que en
un simple acto de consumir la representación teatral.
Las expectativas e incógnitas que se abrieron
en China con el anuncio del estreno de Imperium, más
por la posible agresión que suponía a los
valores morales chinos el desnudo de las ocho actrices
en uno de los cuadros de la obra (única modificación
que sufriera el guión original), que la interpretación
que pudiera hacerse de su contenido, se cerraron con los
aplausos del público en las tres presentaciones
y la satisfacción manifiesta de Müller por
la acogida.
La apertura del Meeting Beijing por el prestigioso grupo
teatral catalán, fundado en 1979 y considerado
el más internacional de España, contó
con el patrocinio del Ministerio de Cultura de España,
la Sociedad Estatal para la Acción Cultural (SEACEX),
el Instituto Catalán de Industrias Culturales y
el Festival Grec de Barcelona.
A esta presentación seguían al cierre de
esta edición, como parte del propio evento, las
del famoso guitarrista Vicente Amigo, la pianista Rosa
Torres-Pardo, el bailarín de danza contemporánea
Asier Zabaleta, con EGO-tik, el grupo Teatro
del Velador, que presentaría la obra La belle cuisine
y el Ballet Nacional de España, encargado de clausurar
el evento, el 26 de mayo, con la puesta en escena de Sevilla-Madrid-Sevilla.
|