Año de España y Olé

— Entrevista con Carlos Blasco Villa, embajador de España en China

Por LEONARDO ANOCETO

La buena fortuna que agura el calendario lunar chino para el 2007, identificado como el Año del Cerdo Dorado (ideal según la tradición para contraer nupcias y tener hijos, además de reportar beneficios económicos), podría repercutir también de manera muy positiva en las relaciones entre España y China.

Para el país ibérico cada una de las 12 páginas del almanaque que mes tras mes vamos deshojando será un objetivo importante del desafío que supone la celebración del Año de España en China, una iniciativa que recién comenzó a desplegarse y contempla un heterogéneo programa de 250 actividades en la milenaria nación asiática, con un objetivo común, fortalecer los vínculos bilaterales en los diversos ámbitos.

En el centro de este gran acontecimiento, como quien reparte el juego desde en la media cancha del que pudiera ser el partido más importante de su carrera diplomática, se encuentra Carlos Blasco Villa, embajador de Madrid en Beijing, quien sin fintas o regates conversó con China Hoy sobre algunos temas de actualidad de los nexos que sostienen ambos Estados.

Después de 34 años de relaciones diplomáticas entre España y China, ¿cuál es el estado actual de esos vínculos?

España es uno de los países a los que le tocó relacionarse con China desde el siglo XV en adelante. Pero en estos 34 años hemos avanzado todo lo que se puede avanzar entre dos Estados que tienen vínculos estables. Hemos creado un marco convencional completo y se puede decir que todos los sectores de nuestra relación están debidamente regulados. Hemos firmado todo tipo de acuerdos y no tenemos ningún contencioso pendiente, afortunadamente. Mantenemos una gran coincidencia a nivel internacional en la mayor parte de las cuestiones de la naturaleza, Naciones Unidas, Oriente Próximo, Irán e Iraq, y lo que nos queda es dotar a estas relaciones políticas excelentes de un contenido consistente, particularmente en el sector económico.

Precisamente en lo económico, China se ha convertido en un objetivo importante para muchos países y en un competidor para otros. En el caso de España, ¿cómo se comporta el comercio bilateral?

Nuestro comercio es muy desequilibrado. España exportó el año pasado unos 1.700 millones de euros a China, mientras que ésta exportó a España alrededor de 14.300 millones de euros. Hay por tanto una cobertura muy baja, poco más del 12 por ciento, y un desequilibrio que no sería tan preocupante para nuestro país, si las cifras fueran más abultadas, pero entendemos que éstas no se corresponden con la relación económica de dos países que en estos momentos representan la cuarta y octava economías del mundo por el volumen de su Producto Interno Bruto.

Creemos que ahí hay un largo recorrido por hacer todavía y justamente lo que pretende el Gobierno español con el establecimiento de este Año de España en China, que no es un año cultural solamente, sino integral, en el que vamos a dedicar gran atención a las cuestiones económicas, culturales, deportivas, sociales, etcétera, es que España tenga un mayor reconocimiento en China, que la sociedad china sea consciente del volumen de nuestro país, pues a algunos les sorprende cuando decimos que somos la octava economía del mundo, con un Producto Interno Bruto de un billón 300 mil millones de euros.

De manera que somos dos entidades económicas muy voluminosas, que pueden tener un mayor intercambio comercial. Incluso la inversión española en China es relativamente modesta, apenas llegan a los 2.000 millones de euros.

Queremos que nuestro intercambio se corresponda con la capacidad de ambas economías y ese es justamente uno de los propósitos de este Año, que será simplemente un empujón, una rampa de lanzamiento de nuestras relaciones, que deberá ser continuado en los próximos años.

¿Pudiera mencionar algunas de las actividades más relevantes que contempla el Año de España en China?

Hemos concedido mucha importancia al tema del intercambio de visitas de alto nivel, de manera que yo creo que el momento cimero va a ser la visita de los reyes a Beijing, a finales del mes de junio, y la visita de los príncipes de Asturias, tanto a la capital como a Shanghai, en noviembre.

Destacaría también la presencia de compañías españolas en el Meeting Beijing, en el mes de mayo, con actuaciones de destacados artistas y agrupaciones españolas, como La Fura dels Baus y el Ballet Nacional de España.

Un momento estelar, sin dudas, será la Exposición del Museo del Prado en el Museo Nacional de Bellas Artes de Beijing, que después de tres meses, se trasladará a Shanghai, donde se exhibirá de septiembre a noviembre. Vamos a tener también una muestra muy interesante de la Armería Real, con objetos típicos, como armas y armaduras, y un gran número de exposiciones bastante atractivas.

Están previstos también diversos encuentros culturales y educativos, además de una continua presencia española en eventos industriales, empresariales y gastronómicos, dentro de los que sobresale la Segunda Cumbre Empresarial Hispano-China, un foro de inversiones en noviembre y el Cuarto Foro España-China.

¿Qué valoración pudiera hacer de la reciente visita que realizara a China la vicepresidenta Primera del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega?

El primer objetivo del viaje era la presentación en Beijing del Año de España en China, que ya había sido lanzado por ella misma en Madrid, en febrero pasado.

Amaral, durante la presentación del Año de España en China.

Durante los siete días que duró su visita, la vicepresidenta se reunió con el alcalde de Shanghai, con el que tratamos cuestiones como la participación de España en la Exposición Universal de Shanghai 2010, donde deseamos nos sea adjudicado un pabellón en un emplazamiento acorde con la importante participación que queremos tener y que pretendemos mantener de forma permanente en Shanghai, dándole un uso muy singular.

El encuentro en Beijing con el Primer Ministro, Wen Jiabao y el Consejero de Estado Tang Jiaxuan sirvió para ratificar el apoyo de China al Año de España y comprobar el excelente estado de las relaciones bilaterales, sobre todo las políticas, y obviamente, insistimos en nuestro deseo de que el comercio fuera un poco más equilibrado.

Establecimos algunos acuerdos concretos, como la creación de un nuevo consulado español en Guangzhou, algunas variaciones de la demarcación del que existe actualmente en Shanghai, otro para los intercambios de puntos de vistas en política internacional entre los dos Ministerios de Asuntos Exteriores y la creación de un centro de investigación y desarrollo sobre temas tan preocupantes en China, y en todo el mundo en general, como son los problemas relacionados con el cambio climático y la gestión de aguas, en los que España tiene una amplia experiencia.

¿Cómo han aprovechado las empresas españolas las oportunidades que ofrece el mercado chino?

Se ha desarrollado notablemente la presencia de éstas en los últimos años, aunque es difícil precisar el crecimiento, y en estos momentos calculamos que se han establecido en China unas 450 empresas españolas de distinta naturaleza.

Uno de los sectores más atractivos de la economía china es el de las comunicaciones y España tiene una compañía de las mayores del mundo en este campo, Telefónica, que acaba de suscribir un acuerdo con Net.com de China, asegurando una participación importante aquí.

Interesa también mucho el sector bancario, que consideramos estratégico para el desarrollo de la presencia de las empresas españolas en el país. En estos momentos el BBVA está tomando una participación importante en el grupo Citibank, a la espera de que los servicios terminen por abrirse a la participación extranjera.

Tenemos interés las energías renovables, fundamentalmente en la producción de energía fotovoltaica, donde España es uno de los países que más desarrollo ha alcanzado en el mundo, al igual que en la energía eólica. Queremos compartir las experiencias y la tecnología con China en estos campos y en todo lo relacionado con la conservación de los recursos naturales, gestión de aguas, regadíos y preservación del medio ambiente.

Resultan importantes asimismo los sectores de diseño, moda y, obviamente, el alimentario, en el que tenemos algunos productos muy competitivos y de alta calidad, como los vinos, cárnicos del cerdo, licores y aceites.

Sabemos que el producto industrial tradicional es difícil de colocar, porque China tiene unos costos de producción muy competitivos y ciertas condiciones todavía como país en desarrollo que le permiten tener un costo de mano de obra inferior al de los países desarrollados, diferentes prestaciones sociales para los trabajadores y reglas de medio ambiente y por tanto tiene mejores condiciones competitivas que los países desarrollados.

Por eso, en el Año de España en China nuestra principal preocupación es conseguir una imagen de país, una marca de España. Queremos que se descubra que España es un socio fiable en múltiples sectores, pues tenemos una economía muy diversificada.

También nos interesa promocionar mucho el turismo, que sean conscientes en China que somos el segundo destino turístico mundial y un emisor importante, pues el país empieza a tener una renta per cápita anual en torno a los 30 mil euros, que permite a sus ciudadanos viajar muy frecuentemente..

A la vez España está incluida en la relación de destinos turísticos de China.

Pero todavía no somos un destino preferente por el número de visitantes chinos que llegan a nuestro país, que si fuera lo suficientemente conocido en China, indudablemente se vendería por sí mismo. España es un país muy atractivo desde el punto de vista turístico, muy atractivo por la gastronomía, por las costumbres ciudadanas, es un país divertido y tiene buen clima. Somos uno de los países con más monumentos reconocidos como Patrimonio de la Humanidad y aspiramos a incluir uno de los más conocidos, la Alhambra, entre las siete maravillas modernas del mundo.

El crecimiento acelerado de la economía china, que ha inundado con sus productos muchos países del mundo, entre ellos España, ¿cómo es visto por los empresarios españoles dentro de su país?

Obviamente, a los empresarios que siempre defienden la libre competencia, lo que menos les gusta es justo esa libre competencia. El crecimiento espectacular de algunos sectores chinos, particularmente textil y calzado, puede tener consecuencias negativas, no lo podemos ocultar, sobre algunos países. En España las ha tenido, pero esperamos que sea temporal. China no podrá mantener estas sobreexplotaciones durante mucho tiempo y a tan bajo costo. A medida que el país se desarrolle habrá una tendencia a equiparar los costos de producción con otros países.

Amaral, durante la presentación del Año de España en China.

España ha tomado dentro de la UE medidas prudentes para evitar una crisis en alguna actividad económica, muy concretamente estas dos que hemos mencionado. Estos problemas hay que enfocarlos con ánimo constructivo. España prefiere el diálogo con las autoridades chinas, para indicar cuáles son los problemas que plantea y que haya un crecimiento de las exportaciones razonable. Hemos manifestado a las autoridades chinas que estamos muy abiertos al diálogo y estamos presentando los problemas que pueden crearnos algunas exportaciones masivas, que los propios chinos a la inversa tampoco aceptarían, porque desmantelar instantáneamente todo un sector productivo tendría una repercusión social muy negativa.

De manera que todos los países, no sólo España, ven con cautela algunas ramas de producción, pero China también es consciente de que no puede mantener esas condiciones, sobre todo cuando encima tiene una economía tan cerrada sobre sí misma. A medida que China pretenda que los mercados exteriores se le abran, pues tendrá que abrir el suyo propio y ahí vendrán las compensaciones.

¿Reconocerá el Gobierno de España el status de economía de mercado de China?

España por sí sola no puede reconocer esto. Somos miembro de la Unión Europea y eso es una regulación de ese organismo. Nosotros no tenemos ya capacidad para tomar esta decisión unilateralmente, sino que tiene que ser la Unión Europea. En principio vemos con buenos ojos los avances hechos por China. Creemos que ha realizado notables progresos, pero todavía queda mucho por recorrer. Todavía el país mantiene limitaciones que no son estables para muchos productos, particularmente en el sector de servicios. Para que sea una economía plenamente de mercado, tiene que ser eso, una economía de mercado en la que la libre competencia esté permitida en todos los sectores. Aún hay un número de bienes que no están siquiera en el mercado, no son susceptibles siquiera de ser comercializados. Si somos consecuentes, tenemos que reconocer que es notabilísimo lo que ha ocurrido aquí. Se ha producido una gran aproximación a la economía de mercado.

Estamos apoyando también la firma de un acuerdo de asociado económico y comercial de China con la Unión Europea, que sobrepase el puro acuerdo comercial vigente y que dé una perspectiva más amplia a nuestras relaciones.

Se ha dicho que España pudiera servir de puente a China para ampliar su presencia en América Latina y Africa a partir de los vínculos históricos que posee con esas dos regiones.

No se trata tanto de ser puente. España tiene una experiencia reconocida en algunos mercados de Europa y América, y China tiene otras experiencias en África y Asia, por ejemplo. Entonces, estamos de acuerdo en apoyarnos mutuamente para asegurar de la forma más sencilla la presencia de empresas españolas y chinas en esas regiones.

China tiene un gran interés porque cree que España tiene una presencia histórica y actual en Iberoamérica. Tenemos una gran afinidad con eso, pero no pretendemos otra cosa que ayudarnos mutuamente, sin hacer de puente de nadie, sino utilizar de forma razonable y en beneficio de las tres partes, esa experiencia acumulada.

Nosotros creemos que Latinoamérica, una zona todavía en desarrollo, tiene gran interés en atraer a inversionistas y cuanto más diversificados mejor. Y China en estos momentos empieza a ser un inversor importante, porque es el país que más reservas de divisas tiene en el mundo.

De la misma manera, consideramos que entrar en Asia de la mano de China es importantísimo, porque conoce los mercados asiáticos mucho mejor que España y les hemos dicho que queremos ir con ellos.

Por otra parte, China tiene ahora una gran presencia en África y la reciente cumbre China-Africa fue un exitazo. Algunos países del norte de Africa, España seguramente los conoce mejor que China. Sin duda podemos ir juntos a hacer inversiones, pues seguimos la política de hacer país, queremos hacer inversiones que se queden en el país y que beneficien al país donde las hacemos, porque de lo contrario no son atractivas.

¿Cómo ve los cambios que experimenta la ciudad de Beijing con miras a los Juegos Olímpicos y la organización de éstos?

Yo creo que los Juegos Olímpicos de Beijing van a ser los mejores organizados del mundo. Estoy convencido de ello. Probablemente serán los más brillantes, porque China tiene una gran capacidad organizativa, y una gran disciplina. Creo que Beijing va a quedar precioso y espero que ese desarrollo sea una dinámica de la ciudad, que no sea sólo por los Juegos.

He manifestado que nuestra experiencia como organizadores de unos juegos que creo que fueron muy exitosos, los más exitosos hasta ahora, está a la disposición de China y le hemos expresado a las autoridades que no hagan sólo inversiones de fachada, sino cosas que se justifiquen luego por sí mismas, porque son muy costosas. La creación de espacios que luego no sean utilizables es algo arriesgado.

Nosotros estamos colaborando en algunos temas de seguridad. Vamos a tener una gran participación, de manera que somos los primeros interesados en que los uegos se desarrollen de forma segura y razonable. Por tanto estamos a su entera disposición.

Dirección : 24, calle Baiwanzhuang, Beijing, 100037, China
Fax : 86-10-68328338
Sitio Web : http://www.chinatoday.com.cn
E-mail: chinahoy@chinatoday.com.cn
Todos los derechos reservados: China hoy