El campo se pone de moda

Por LI QIAN

Acogiendo con alegría a los universitarios en su aldea.

Pese a su ubicación en el área suburbana de Beijing, la aldea Duozicun tiene un periódico propio, que pronto sacará su tercer número. El surgimiento de esta publicación se debe en gran medida a la gestión de Chen Hao, joven recién graduado de filosofía en la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China y uno de los primeros universitarios de la capital que decidieron ir a las zonas rurales del país para asumir cargos de funcionarios administrativos.

"Cuando pensaba en qué podía hacer por la gente de Duozicun, se me ocurrió la idea de publicar un periódico", comentó Chen Hao.

El rotativo, de cuatro páginas, tipo tabloide, refleja principalmente las noticias recientes y de carácter científico. Uno de sus espacios, dedicado al servicio local, que recoge los sucesos del pueblo, ofrece asesoría legal y difunde los conocimientos de las leyes, estuvo dedicado en la primera edición al tema de las herencias, debido a una de las experiencias iniciales que el joven universitario vivió en el poblado. "Vi que la gente tuvo conflictos por la repartición del legado y eso me dejó una profunda impresión”.

Los habitantes de la aldea han acogido bien la gaceta que “habla de lo que ocurre en el pueblo, lleno de cosas interesantes y conocimientos”, opinaron algunos lectores.

Hu Tianwei, graduado de la Universidad de Silvicultura de Beijing, trabaja actualmente como asistente del jefe de la aldea Guajiayu, en el distrito suburbano de Pinggu, cercano a la capital del país. El joven se dedicó a organizar los cursos de capacitación de informática para los habitantes del lugar. Al principio, ante los campesinos que no sabían usar el teclado, el muchacho se tiraba de los pelos frecuentemente. Pero ahora no pocos son capaces ya de enviar e-mail. Animado por el éxito, Hu tiene planeado establecer el sitio web del pueblo, a través del cual ofrecerá la posibilidad de reservar servicios turísticos y comprar las frutas que allí se producen.

Nueva ola hacia el campo

Tanto Chen Hao como Hu Tianwei pertenecieron al Plan de Funcionarios Universitarios de Aldea, que Beijing puso en marcha en 2005, para contratar a los graduados de estudios superiores como asistentes de los jefes de las aldeas, iniciativa que ha recibido una calurosa respuesta de los jóvenes capitalinos.

En 2006 más de diez mil universitarios presentaron su solicitud para irse a trabajar al campo y 2.016 de ellos ya fueron aceptados. Hasta la primera mitad de marzo de 2007, el total de jóvenes inscritos se había elevado a más de 120 mil y se calcula que en el trascurso del año rebasarán los 200 mil.

Las cifras han llevado a algunos estudiosos a pensar que el país está ante una nueva oleada de jóvenes calificados que desean ir a trabajar al campo, como sucediera durante los años 60 del siglo pasado, bajo la instrucción del entonces Presidente, Mao Zedong, quien consideró necesario que éstos fueran a las zonas rurales de China a recibir la reeducación de los campesinos para terminar su formación. Todos los alumnos de la secundaria, de 1966 a 1968, fueron enviados a vivir en las zonas rurales.

"Las condiciones en el campo en aquel entonces eran muy ásperas y difíciles, e incluso no pocos fuimos mandados a lugares deshabitados, en los que no había casas ni pozos. Nuestra estancia allí, en lugar de contribuir a la explotación local, destruyó el bosque y la tierra húmeda". recordó Ma Zhong, uno de los miembros de aquellos grupos y actual subdirector del Instituto del Medio Ambiente de la Universidad del Pueblo Chino. Sobre su juventud, llena de agitación y pasión, opinó que "en nuestra época ir al campo fue la única y obligatoria alternativa, a diferencia de los jóvenes de hoy, que van por voluntad propia. Sin dudas esta iniciativa favorece el talento, desarrolla la economía rural y eleva la calidad de los jóvenes".

Cambia la idea de buscar trabajo

La ciudad de Beijing adoptó una serie de políticas que benefician a los funcionarios rurales recién graduados, como salarios satisfactorios, puntos extras para el examen de master y prioridad para ser admitido en el futuro como funcionarios públicos, lo que resultó muy atractivo para los jóvenes en medio de las dificultades existentes en la actualidad para encontrar trabajo.

Análisis del trabajo de la aldea

"La competencia para consequir un puesto bien pagado es muy ardua, especialmente para un licenciado. Tengo que confesar que el sueldo ideal de los funcionarios rurales me motivó en gran medida a tomar la decisión", declaró Pei Tong, joven que ahora trabaja en el pueblo Laogonying, del distrito de Ping Gu, en los suburbios de Beijing. "Pero el motivo más importante es el potencial de desarrollo de la zona rural, en la que espero jugar plenamente mi capacidad, enriquecer mi vida y cumplir mi valor", agregó.

El punto de vista de Pei Tong coincide con la opinión de muchos universitarios y muestra los cambios de concepto que se han producido para encontrar trabajo.

En el pasado se consideraba generalmente que las instituciones estatales y grandes empresas constituían el destino razonable de los profesionales que egresaban de las universidades, mientras el campo y las empresas privadas sólo representaban el desperdicio del talento, una idea formada bajo las circunstancias de un nivel de educación poco elevado y la escasez de graduados universitarios.

Sin embargo, en la actualidad la alta tasa de admisión de las universidades, 21%, y el elevado número de graduados de enseñanza superior, 4,95 millones en el año en curso, 820 mil más que en 2006, obligó a muchos a buscar empleos fuera de las instituciones gubernamentales y grandes empresas, mientras la gran explotación del oeste del país y la construcción de las nuevas aldeas rurales, en plena marcha, tratan de atraer a los jóvenes talentosos con las políticas favorables. Bajo estas premisas, "al lugar que me necesite, al lugar que me convenga y crear mi empresa con mi propio esfuerzo" constituyen algunas de las ideas de moda de los universitarios al buscar el empleo.

"La presión por encontrar trabajo y la guía de las políticas impulsaron el cambio de mentalidad de los universitarios e invocaron la aspiración de muchos estudiantes de irse al campo a practicar. El Plan de Funcionarios Universitarios de Aldea brinda a estos jóvenes una escena oportuna de cumplir su valor de vida", comentó Wang Xintao, subdirector del Centro de Orientación y Servicio de Admisión y Empleo de la Universidad de Beijing.

De cara al campo

Al pasar de la vida estudiantil a la del campo, los funcionarios rurales universitarios cayeron inevitablemente en un principio en la perplejidad y el desconcierto.

"Me di cuenta que existen muchos problemas complejos en la aldea, relacionados con los intereses de clanes y líos entre vecinos. Me fue difícil conocerlos en corto tiempo e imposible resolver sus dificultades por medio de la ley", comentó Pei Tong.

Una actividad para ayudar a los aldeanos a estudiar inglés.

La desconfianza de los campesinos genera molestia entre los jóvenes administradores. "Comparto la oficina con otros dos viejos colegas, quienes siempre me presentan calurosamente a los miembros de la aldea que les buscan por algún asunto. Los visitantes, al oir que soy graduada de la Universidad de Beijing, me observan con curiosidad de arriba hacia abajo, me saludan, pero continúan y tratan sus asuntos con mis colegas. A veces, si los visitantes me encuentran sola en la oficina, por lo general se retiran y vuelven más tarde, buscando a mis compañeros", relató Chen Lijuan, asistente del jefe de la aldea Huangxinzhuang.

Durante largo tiempo la sociedad china se ha caracterizado por el sistema de doble estructura en las ciudades y el campo. La distancia que separa a ambos mundos fue la causa de que estos jóvenes, sin ninguna experiencia en la vida rural, se sintiesen incapaces de incorporarse al campo y ser reconocidos por los campesinos.

Según algunos jefes de aldeas, los funcionarios universitarios en realidad no pertenecen a las administraciones rurales, porque no conocen la situación del campo ni son electos por los campesinos y no pueden resolver de manera independiente los problemas de los poblados. La tarea principal de estos jóvenes consiste en aumentar los conocimientos y aprender de los viejos administradores. De este modo, después de un año, probablemente puedan convertirse en verdaderos administradores, por medio de la elección, pero esto requiere profundizar en la labor rural, dar servicios concretos a los campesinos y ganar el reconocimiento y confianza del pueblo.

Efectividad y continuidad del sistema

Además de Beijing, desde 2003 varias provincias y ciudades han lanzado una serie de políticas en beneficio de los graduados universitarios que vayan a trabajar al campo. En algunas localidades se despliega el proyecto de un universitario en cada aldea, con el fin de formar los administradores rurales.

"El plan de los funcionarios rurales universitarios no es una medida provisional, sino un sistema de largo plazo, actualmente en fase de constitución", expresó Xin Tieliang, director de la Administración Municipal de Personal de Beijing.

"No se trata de que alguna persona específica tendrá que quedarse en el campo durante largo tiempo o incluso, toda la vida. Hablamos de un sistema que va a experimentar la continua perfección en la selección, formación y uso de personal", precisó Xin y agregó que "cuando cumpla el contrato laboral de tres años, el propio universitario puede decidir si se queda, teniendo en cuenta las necesidades de la aldea, o buscar otro empleo".

Actualmente la adaptación de los universitarios al trabajo rural ha constituido la cuestión más apremiante, para garantizar la efectividad y continuidad del sistema.

Por este motivo la ciudad de Beijing ha establecido normas como entregar a las escuelas y aldeas el derecho de determinar el personal conveniente y fundar instituciones especiales para la formación e investigación de los posibles funcionarios. Los salarios de los administradores universitarios corren a cuenta del gobierno municipal y distrital, para no aumentar la carga financiera de las aldeas y los campesinos.

Hu Kejun, asistente del jefe de la aldea de Dongyu, en el distrito de Huairou, expuso su punto de vista, bastante representativo entre los funcionarios universitarios: "Por el momento nos limitamos a unos trabajos técnicos y no nos incorporamos en verdad a la administración de la aldea. Quizá el gobierno debe hacer la prueba de otorgarnos más responsabilidades, para poder tener éxito. Si dispongo de un espacio más amplio para el trabajo, decidiré quedarme".

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