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El padre de Nansong siempre
está presente cuando su hijo practica el piano.ayuda
al pequeño en el estudio de la cultura. Zhang Jingde |
El éxito de Lang Lang, pianista de renombre mundial, se
debe en parte a los esfuerzos de su padre. En China los progenitores
como el de él son muchos. Aunque la importancia que se
le da a la educación musical es algo de los últimos
años, los logros son evidentes y se ve a jóvenes
chinos ganar concursos internacionales. Los padres de estos talentos
tal vez no saben mucho de música y tampoco tienen buenas
condiciones económicas, pero todos abrigan la esperanza
de que tarde o temprano sus hijos lleguen a ser músicos
mundialmente famosos, de ahí que contribuyan con todo su
tiempo y dinero.
Mi hijo es relativamente
especial
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Huang Nansong, de 13 años, es un jovencito muy conocido
en la escuela secundaria afiliada del Conservatorio Central de
China, por sus dotes musicales, apreciadas tanto por el director
como por los profesores. Se espera que en septiembre próximo
ingrese al primer curso de la escuela, pero se ha presentado junto
con Lang Lang en el escenario y ha ganado premios en varios concursos
internacionales de piano, como la Competencia de Seiler.
Ahora el padre del niño, Huang Xuen, está
considerando la posibilidad de que el pequeño estudie en
la Escuela de Uppingham, en Gran Bretaña.
Tengo que decir que la oferta por la parte inglesa es buena,
pero en mi mente la he rechazado, confesó. Las condiciones
del patrocinador son claras: el niño patrocinado debe ser
un chino de no más de 13 años de edad y de la especialidad
de piano. Huang Nansong tiene la suerte de ser recomendado por
la escuela y su mayor fortuna fue que el director y un decano
de Uppingham, al escuchar su piano, lo designaron como el único
candidato. Aún cuando la cantidad del patrocinio aumentó
de 150.000 libras esterlinas a 300.000, su padre no cambió
la decisión de acompañar al niño al extranjero.
Pero la escuela inglesa no permite acompañantes y, aunque
promete dos visitas al año para el padre, Huang insiste
en estar siempre con su hijo y afirma que sólo él
puede garantizar que éste practique el tiempo suficiente.
Para intentar hacer cambiar de opinión al progenitor,
el director y el decano de la Escuela de Uppingham han venido
varias veces a discutir con él. El decano prometió
enseñar personalmente a Huang Nansong y darle seis clases
por semana, mientras los demás alumnos sólo reciben
dos. Además, le aseguró una clase en el Conservatorio
Real por semana. Las condiciones ofrecidas por la escuela inglesa
parecen ser cada vez más atractivas.
Otra razón es que ésta no es una escuela
profesional de música", señaló Huang,
quien pese a no poder ocultar su orgullo por la alta estima que
le tienen a su hijo en la institución inglesa, rechazó
la invitación.
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Huang Nansong junto con Lang
Lang (derecha). |
Huang no cree que su hijo sea un genio, pero está de acuerdo
con la frase relativamente especial". Igual que otros
padres en China, él compró un piano con 10.000 yuanes
(unos 1.295 dólares al cambio actual) cuando Huang Nansong
tenía tres años, abrigando el deseo de darle la
oportunidad de aprender más cosas. Hace diez
años esta suma era muy grande para una familia modesta
de la ciudad de Qitaihe, en la provincia de Heilongjiang, a unos
1.500 km de Beijing, pues el ingreso anual promedio allí
era de sólo 6.000 yuanes (777 dólares). Además
de las clases de piano, Huang también acompañó
a su hijo a aprender bellas artes y tenis de mesa, dos cursos
que el chico tomó en su tiempo libre durante cinco o seis
años. Por fín Huang escogió el piano para
su hijo. El es un niño obediente, que nunca se quejó
del ejercicio diario de unas horas y pronto sobresalió
entre los practicantes.
Creo que la instrucción y el ejercicio son más
importantes que la naturaleza, comentó. A su juicio,
un niño de cuatro o cinco años no tiene capacidad
para controlarse ni escoger. Sólo sus padres pueden determinar
su futuro y hasta ahora los esfuerzos para su educación
temprana han tenido buenos resultados, pues Huang Nansong pudo
leer a los cuatro años
No
tengo tiempo para trabajar |
Los Huang viven actualmente en una casa modesta, de sólo
un piso, ubicada al lado de la cancha de baloncesto del Conservatorio
Central. Han pasado allí cinco años. Dentro un área
de diez mentros cuadrados se amontonan libros, un piano y la cama.
A Huang Nansong le gusta leer y yo no le pongo restricciones
sobre los libros que lea. Mi trabajo es comprar los libros para
él. Trato de satisfacer todas sus necesidades, pues es
un niño sensato y nunca hace demandas excesivas".
Su único juguete es un avión por control remoto.
Pero, él no abusa, porque no tiene tiempo para jugar.
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Nansong en el
VII Concurso Internacional de Piano, patrocinado por Ucrania,
en octubre de 2006. |
El tiempo insuficiente es el problema más
grande. Una vez decidida la carrera de piano para su hijo, el
padre renunció a su trabajo. En aquel momento, el pequeño
cursaba el primer grado en la escuela primaria. Yo me gradué
de la especialidad de telecomunicaciones en la Universidad de
Correos y Telecomunicaciones de Beijing. Todos mis compañeros
de estudio están muy bien con su empleo y si yo hubiera
seguido trabajando hasta ahora, sería millonario ya".
Pero Huang, de 42 años de edad, no siente arrepentimiento
por su determinación. Al contrario, piensa que fue una
decisión sabia. En 2002, Huang Nansong tuvo un desempeño
sobresaliente en una competencia de piano de la ciudad de Qitaihe.
Fue entonces que la familia decidió trasladarse a Beijing,
donde el niño comenzó sus estudios y una nueva vida.
Al principio yo no sabía nada acerca de la cocina.
Pero tuve que aprender. Nuestra cocina está en el pasillo,
delante de nuestro cuarto". Aunque las condiciones de vida
son pobres, no fue fácil para ellos encontrar este lugar,
que había sido reservado dos meses antes. El ambiente del
conservatorio es preferido por muchos alumnos, porque allí
se puede conseguir todo en la librería y biblioteca, cuyos
trabajadores dan preferencia a este padre fanático
y le permiten ver libremente los datos.
Para entrar en la escuela primaria del conservatorio, Huang llevó
a su hijo ante maestros convenientes de piano y lo acompañó
a todas sus clases. El niño era demasiado pequeño
para entender al maestro. No sé de música, pero
entiendo lo que dice el profesor. Por eso grabé las clases
para los ejercicios en casa". Dos años después,
Huang Nansong ingresó felizmente a la escuela primaria.
El padre se siente cada vez más ocupado. En 2006 acompañó
a su hijo en seis viajes a Alemania, Ucrania, Francia, Grecia
y Japón, para participar en famosas competencias internacionales,
de las que regresaron con un tercer premio y dos primeros lugares.
La agenda de la joven promesa está ocupada en lo que queda
de 2007. En julio asistirá a un evento musical en Canadá
y en octubre partirá hacia Osaka, Japón, para intervenir
en el Festival Internacional de Música de esa ciudad.
Huang Nansong mantiene un estricto horario cada día. Se
levanta a las 6:30 y, después de hacer los ejercicios físicos,
practicar el inglés y lee obras clásicas chinas.
Hace tres comidas en horarios fijos y el resto del tiempo lo dedica
a estudiar piano. Practica siete u ocho horas al día",
precisó su papá.
Mientras Huang Nansong no tiene clases, el padre también
está ocupado. Lavar la ropa, comprar libros, CD y verduras
y cocinar consumen la mayor parte de su tiempo. Quizás
el niño no entiende completamente sus esfuerzos, pero de
una cosa está seguro: Yo no puedo hacer esto sin
mi padre.
Soy igual que otros
padres
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En China casi todos los padres tienen un espíritu
de sacrificio para la educación de sus hijos, sobre todo
los padres de los niños dedicados a la música",
expresó Huang. Muchos alquilan casas cerca del conservatorio
para sus hijos. Tengo una alta responsabilidad tradicional
en la educación del niño y es mi deber hacer todo
esto. A su juicio, esta obligación es una de las
causas por las que China se ha desarrollado tan rápido.
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La modesta casa
de los Huang. ----------------------------------------Zhang
Jingde |
Huang sabe que muchos padres extranjeros no pueden entender esta
conducta loca de los padres chinos, pero cree que
para ser mejor que los otros, uno debe hacer esfuerzos más
grandes. Después de comunicarse con otros padres, puede
notar la diferencia entre los padres norteños y sureños.
Los sureños son buenos en hacer negocios y dan importancia
a depositar dinero para sus hijos. La gente, reflexionó,
no sólo vive con lo material, sino también con lo
espiritual y la música puede moldear el temperamento personal.
Él ha acompañado a su pequeño en sus estudios
de música durante muchos años y aunque no puede
tocar ni una pieza musical, tiene ya básicos conocimientos
de piano y, por lo tanto, ve cómo su hijo progresaba poco
a poco.
Además del estudio, Huang Nansong tiene que escuchar los
conciertos de piano. Su padre lo considera necesario y lo lleva
a muchas audiciones de diferentes niveles. Yo lo acompañaré
a cualquier concierto si el precio es soportable". Recuerda
que en una oportunidad tuvo que quedarse fuera del teatro y dejar
que el niño entrara solo a una presentación de Lang
Lang, pues era difícil conseguir otra entrada y la única
que adquirieron fue a través de un revendedor, por 800
yuanes (casi 104 dólares).
Pese a lo costoso del taxi, siempre tomaba uno con su hijo al
salir juntos. El tiempo de mi hijo para practicar piano
no es suficiente, de modo que así ahorro tiempo de camino".
Pero si él sale solo, va en bici o toma un autobús.
Sus ahorros acumulados durante sus años de trabajo ya no
alcanzan para cubrir todos los gastos de las clases, libros y
conciertos, por lo que ha tenido que pedir préstamos a
sus amigos y parientes. Ellos me dan el dinero porque saben
que esto vale la pena". En 2006, su esposa renunció
también a su trabajo para reunirse con ellos en Beijing.
Su tarea ahora es cuidar a la prima de Nansong, quien igualmente
practica piano para entrar en la misma escuela.
Huang no tiene ninguna preocupación por el futuro de Nansong,
pues confía en el desarrollo de la música en China,
pese a que la música europea llegó al país
hace poco más de 60 años. Muchos músicos
chinos han regresado del extranjero y ello es un fenómeno
alentador. Considero que es indudable el éxito de China
en la educación musical. Quizás los extranjeros
se pregunten por qué los niños chinos ejecutan tan
ágilmente los instrumentos musicales occidentales. Pienso
que hay dos razones. Primero, empiezan en una edad temprana, y
segundo, los padres les dan una atención muy grande".
Hace cinco años, añadió, sólo se veían
niños de siete u ocho años, como Nansong, en el
conservatorio. Ahora ya los hay de cuatro o cinco años.
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