Chile-China
Fiesta del alma y el espíritu
Por
LEONARDO ANOCETO
ELEMENTOS como la cultura representan un capital igualmente
atractivo para tender puentes que propicien el acercamiento
entre los pueblos, en especial cuando se trata de la cultura
de los valores más autóctonos, aquellos que quizás
por su propia pureza quedan a veces un tanto marginados por
el mercado comercial. Dos ejemplos pudieron vivirse en Beijing
días atrás, en los que la música hizo que
Latinoamérica, y en especial Chile, parecieran menos
distante de lo que inequívocamente reflejan los mapas.
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Cuarteto de Instrumentos
Tradicionales Chinos del Conservatorio Central de Música
de Beijing. |
Todo partió de la curiosidad de Fernando Reyes Matta,
embajador chileno en China, cuando hace aproximadamente seis
meses escuchó a cuatro muchachas del Conservatorio Central
de Música de Beijing interpretar varias melodías
del repertorio tradicional con instrumentos típicos chinos.
El diplomático se preguntó cómo se oirían
con ellos algunas canciones de su país y América
Latina, muy conocidas en el hemisferio occidental.
Las jóvenes aceptaron el reto, comenzaron a ensayar
y el 22 de marzo pasado la idea de Reyes comenzó a tomar
cuerpo, cuando ante un reducido público, concentrado
en un pequeño salón de la sede diplomática
de la nación suramericana en China, el cuarteto ejecutó
un repertorio de 12 melodías, entre las que estuvieron
las antológicas Yo vendo unos ojos negros, Gracias a
la vida, Casamiento de negros y La Jardinera (de Chile), Guantanamera
(Cuba) y La Cucaracha y Cielito lindo (México).
Alegría, Encuentro de una pareja enamorada bajo la carpa,
Que cada día su vida sea más feliz, Jazmín
y La Luna representa mi corazón fueron las canciones
de su país elegidas por las estudiantes de erhu o violín
chino, pipa o guitarra china, yangqin y flauta, las que en algunas
oportunidades estuvieron acompañadas por el también
flautista y arquitecto chileno Julio Alegría.
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Julio Alegría, flauta,
y el trovador Angel Parra. |
Superada la prueba inicial, la embajada de Chile y el Conservatorio
repitieron la experiencia, esta vez en el auditorium del centro
de enseñanza beijinés, que pese a tener un mayor
aforo volvió a resultar pequeño para el público
que acudió atraído por un repertorio y elenco
mucho más diverso, al que se unieron esta vez los conjuntos
de guitarras y canto de la escuela, una pareja de bailarines
chileno-china y el músico Ángel Parra, hijo de
la legendaria cantautora chilena Violeta Parra.
Precisamente para destacar la obra de esa creadora, pintora,
escultora, ceramista y bordadora latinoamericana fue concebido
el espectáculo Violeta Parra, ¿Quién eres
tú?, enriquecido con la proyección de un vídeo
de la artista y los pasajes que subrayaron de su vida el embajador
Reyes y el profesor chino Chen Ziming, director del Conservatorio,
estudioso de la música de América Latina.
Fundadora en los años 60 del siglo pasado del denominado
Movimiento de la Nueva Canción Latinoamericana, que tuvo
una gran influencia en la vida política de la región
por la protesta que lideró contra las dictaduras, Violeta
fue el alma de Chile en un sentido muy profundo, el alma de
América Latina en un sentido mayor (..) y expresión
de las ansias de justicia de sus pueblos, señaló
el diplomático.
Con este recital, celebrado poco más de un mes después
de conmemorarse los 40 años de la muerte de la autora
de piezas como Gracias a la vida y Casamiento de negros, anunció
Reyes, se abre la puerta de entrada a China de Violeta,
que logró llegar también a otras regiones del
mundo (...) e hizo de su guitarra una hermana y una confidente.