Un viaje de reencuentro
Por LEONARDO ANOCETO
Antes fueron Italia y Francia, ahora ha tocado el turno a un
tercer país de Europa, que parece dispuesto a no desaprovechar
la oportunidad de materializar un sueño, un viaje
de reencuentro, emprendido hace mucho tiempo, que se vislumbra
como una nueva y fértil etapa, expresó
la vicepresidenta primera del Gobierno español, María
Teresa Fernández De la Vega, al presentar oficialmente
a principios de abril el Año de España en China.
Ha llegado el momento de que la China de la gran cultura,
del pensamiento; la que cedió al mundo inventos indiscutibles,
capaces de darle un giro a la historia, y mi país, cuna
de hombres y mujeres valientes, emprendedores abiertos al mundo,
que también ha escrito grandes páginas para la
humanidad, profundicen sus lazos centenarios, señaló
la funcionaria en su discurso pronunciado en el Auditórium
de la Ciudad Prohibida, escenario escogido por las autoridades
de los dos países para el lanzamiento de la celebración.
El hecho de que la experiencia tenga como protagonista por
tercera ocasión a una nación de Europa dice mucho
del interés de China en ese continente y a su vez de
la importancia que conceden los Estados miembros de la Unión
Europea al gigante asiático, cuyo peso no puede ser ignorado
en el contexto internacional actual.
Dos años transcurrieron desde que fuera planteada al
más alto nivel la posibilidad de concretar esta idea,
en 2005, durante el encuentro que sostuvieron los presidentes
de China, Hu Jintao, y España, José Luis Rodríguez
Zapatero, durante la visita del primero a la nación ibérica.
Su materialización en 2007 se produce justo cuando las
relaciones bilaterales atraviesan por un momento excelente,
a decir de Fernández De la Vega, quien destacó
en su visita la importancia de este país no sólo
desde el punto de vista económico, sino también
de la gobernabilidad global.
China, subrayó la ejecutiva en un momento de su viaje
de una semana por Shanghai, Beijing y Shaanxi, es la prioridad
número uno en Asia-Pacífico para España,
que en los próximos meses estará presente aquí
con lo mejor de nuestra tradición, con nuestra
imagen más conocida, su presente y
su futuro.
Una pequeña parte del potencial cultural de la nación
europea se pudo apreciar durante la gala celebrada en el Auditorium
de la Ciudad Prohibida, acertadamente abierta por las gemelas
del dúo Tukunak, que trabaja una línea muy autóctona
y poco conocida de la música vasca, incluso para algunos
de los españoles asistentes al espectáculo, que
logró cautivar el interés de todo el público.
A las mellizas, puestas a prueba mucho antes de la presentación,
cuando se vieron obligadas a buscar ellas mismas la madera para
fabricar su txalaparta (idiófono percutido) al perder
su equipaje e instrumentos, le siguieron D3, una pequeña
banda de jazz-flamenco, exponente de la fusión musical
hispano-americano-afrinana, y Amaral, uno de los grupos de pop,
rock y música psicodélica que más éxito
ha tenido en los últimos años en España,
donde ha logrado cautivar a público y crítica.
El cierre fue entregado al más puro flamenco que trasmite
la voz dulce de
Marina Heredia, una de las jóvenes promesas españolas
del género, que según la prensa de su país,
vuelve a mirarse en el espejo de sus cantaores antiguos y regresa
al purismo.
Pero la gala, como expresara la vicepresidenta al referirse
a un vídeo proyectado al inicio, en el que se mostraron
algunos de los atractivos turísticos, sociales, culturales
y deportivos de España, con el tema Entre dos aguas de
fondo, ejecutado por Paco de Lucía, constituyó
apenas un aperitivo de todo lo que acontecerá
dudrante los meses siguientes.
En total serán 250 las actividades sociales y culturales
que el país ibérico desarrollará en China,
respaldadas con un presupuesto de 300 millones de euros, con
el propósito de buscar un mejor entendimiento entre los
dos pueblos y motivar el interés de los empresarios e
inversionistas chinos por España.
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María Teresa Fernández De la Vega, vicepresidenta
primera de España. |
Sun Jiazheng, ministro de Cultura de China. |
Elenco de artistas españoles que participó
en la gala. |
Estaremos este año en China, puntualizó Fernández
De la Vega, con iniciativas procedentes de las distintas
administraciones y departamentos públicos, pero también
del mundo educativo, empresarial, universitario, investigativo,
cultural, o relacionadas con el medio ambiente, la arquitectura,
el urbanismo, los deportes, el turismo y la gatronomía.
Entre algunos hechos concretos anunció la visita a China
de los reyes Juan Carlos y Sofía, en junio próximo,
las exposiciones que realizarán aquí el Museo
del Prado y Patrimonio Nacional y exponentes de la plástica
contemporánea española, las estancias de jóvenes
artistas de su país en instituciones culturales chinas
y la participación en importantes festivales cinematográficos
y de las artes escénicas, así como en la Feria
Internacional del Libro de Beijing.
Tenemos muchas razones para estar juntos, expresó
la vicepresidenta y reconoció las inmensas posibilidades
de diálogo entre nuestras culturas, lo complementario
de sus economías y el deseo compartido por ambos países
de un desarrollo equitativo, estable y sostenido para sus ciudadanos,
que puso de manifiesto su visita.
Durante el viaje, que tuvo su punto de partida en Shanghai,
Fernández De la Vega sostuvo encuentros con empresarios
españoles y chinos, instituciones académicas,
la Federación Ncional de Mujeres de China, el primer
ministro, Wen Jiabao, y el ministro de Cultura, Sun Jiazheng,
y visitó en Xian la fosa de los guerreros y caballos
de terracota en la tumba del emperador Qin shi Huang.
El titular de Cultura, al hablar en la presentación
del Año... recordó que los contactos entre
el pueblo chino y español se remontan a lo largo de la
historia y se han mantenido pese a la distancia física
que nos separa. Más de mil años atrás,
inventos chinos, como la técnica para la elaboración
del papel, llegaron a Europa a través de España,
que a su vez legó a China el apio y la zanahoria.
Ambas partes utilizaron la Ruta de la Seda para el intercambio
entre la civilización oriental y occidental.
El Año de España en China, subrayó, proporciona
una oportunidad para incrementar el diálogo cara a cara
entre las dos naciones (...), lo cual no sólo representa
un gran evento en la historia de las relaciones chino-españolas,
sino que también supone la continuación de los
intercambios económicos y culturales entre ambos países
en el siglo XXI.
Sun manifestó su convencimiento de que estas actividades
desempeñarán un papel importante en la promoción
del entendimiento recíproco entre ambos pueblos y la
profundización en mayor medida de la asociación
estratégica integral entre los dos países.