Igualdad tributaria:

empresas nacionales y foráneas en la misma línea de salida

Por ETHEL LU

Si la Ley de Derecho Real se relaciona con los intereses de los ciudadanos chinos, la Ley del Impuesto sobre la Renta Empresarial atrae la atención de todas las empresas en China. Para las de capital extranjero, su puesta en vigor significa el fin de una política tributaria preferencial, aplicada durante las tres últimas décadas, desde finales de los años 70 del siglo pasado, y para las nacionales la oportunidad de competir en igualdad de condiciones con sus similares foráneas, pues a partir de ahora unas y otras parten de la misma línea de salida.

Empresas de capital nacional acogen con beneplácito la nueva Ley

“El reajuste del 33% al 25% reducirá en cierto grado la carga tributaria de nuestra empresa, gracias a lo cual aumentaremos las ganancias”, acotó el presidente del Grupo de Cerveza Tsingtao, Jin Zhiguo, quien como diputado a la APN apoya mucho la nueva ley.

Antes de su implementación, la tasa nominal del impuesto sobre la renta empresarial de las entidades chinas y las de capital foráneo fue igualmente de un 33%. Sin embargo, a fin de atraer a la inversión extranjera, el Gobierno chino puso en marcha una gran cantidad de políticas favorables en lo referido al pago de los impuestos, que había fijado una tasa de un 15% para las compañías de otros países, mientras las locales abonaban el 25% de sus ingresos.

Funcionarios locales explicando la recién aprobada Ley del Impuesto sobre la Renta Empresarial a un ejecutivo de una empresa de capital extranjero en la ciudad de Hai´an, provincia de Jiangsu.

“Lo esencial no descansa en el aumento de los beneficios de las empresas, sino en el trato igualitario, para que unas y otras se encuentren en la misma línea de salida y que compitan en un ambiente más equitativo, algo por lo que abogaron las empresas de capital nacional durante muchos años, bajo las condiciones de la economía de mercado”, indicó el empresario.

Jiang Deming, diputado por la provincia de Jiangsu a la APN, presentó en 2005 la moción sobre la revisión de la Ley del Impuesto sobre la Renta Empresarial. En su opinión, la tasa tributaria desigual afectaba la iniciativa de muchas empresas medianas y pequeñas. Además algunas empresas de capital nacional, al establecerse en las zonas y parques industriales de alta tecnología o registrarse en el extranjero, eludían el pago de los impuestos, agitando la bandera de “empresas de capital foráneo”, práctica que perturbaba el orden del mercado. A juicio de Jiang, en la actualidad, las condiciones están maduras para unificar los impuestos. Muchos pequeños y medianos negocios han acogido muy bien la medida, aseguró.

Con la disminución de la tasa tributaria, aumentarán las ganancias de las empresas, las que deben emplearse en la mejora de las condiciones de producción y vida de los empleados. Si se destinan al combate de precios, irán en contra de la competencia leal”, señaló Jin Zhiguo y expresó su esperanza de ver una plataforma de competencia racional, en vez de un nuevo campo de batalla de precios, a pesar de que las compañías chinas son fuertes en ese aspecto.

¿Se desanimarán las empresas de capital foráneo?

“Para las empresas de capital foráneo, aunque la tasa del impuesto sobre la renta empresarial sube del 15% al 25%, la cantidad todavía es inferior a la de las regiones vecinas de China, que mantiene así su ventaja de captación de inversión”, apuntó Shi Guangsheng, diputado a la APN. Las estadísticas arrojan que en 159 países que aplican el impuesto sobre la renta empresarial, la tasa de tributos promedia el 28,6%, mientras en 18 países vecinos del gigante asiático la cifra es de un 26,7%. Por lo tanto, el ambiente político, económico y social estable del país es más valorado por los empresarios extranjeros.

Estadísticas concernientes coinciden con las chinas. Conforme a las investigaciones del Banco Asiático de Desarrollo, de los 20 factores importantes que atraen la inversión de compañías transnacionales, la macroeconomía, la capacidad del mercado, la situación política y las infraestructuras se sitúan en los primeros lugares, mientras la preferencia del impuesto ocupa apenas el quinto puesto, contando de atrás hacia adelante.

Los expertos indican que en comparación con la práctica internacional, la tasa tributaria del 25% sigue siendo inferior a la media de las organizaciones de cooperación económica, por lo que China mantiene todavía su atractivo para la inversión foránea. “A diferencia de los primeros años de la Reforma, las empresas extranjeras que han entrado al país en la actualidad ya no consideran mucho las políticas preferenciales de tributos”, dijo un economista del Banco Asiático de Desarrollo, señalando que según las investigaciones de esta institución, el 95% de las empresas de capital extranjero establecidas en el país prestan más atención a su situación económica y desean continuar ampliando su escala de inversión.

Muchos diputados consideran que una vez eliminado el “trato supranacional” de las empresas extranjeras en China, los gobiernos locales se verán obligados a mejorar el ambiente de invesión y elevar la conciencia de servicio. Al mismo tiempo, desaparecerá el fenómeno de “apreciar a las empresas de capital foráneo y mostrarse indiferente con las de capital nacional”.

El ministro de Comercio chino, Bo Xilai, subrayó que la “unificación de impuestos” tendrá una repercusión diversa sobre todas las empresas, pero la creación de un ambiente de mercado leal, racional y abierto favorece a todos. “El Gobierno Central y todos los departamentos adoptan una actitud prudente hacia la unificación de impuestos”.

Después de todo, amplió, la promulgación de esta política beneficiará al desarrollo económico de China y también a las empresas en su conjunto. Además desde el punto de vista del Gobierno Central, para esta reforma tributaria se debe pagar cierta cantidad de costos, es decir “comprar la equidad” y crear un mejor ambiente de mercado”. Debido a que la nueva ley adopta medidas de transición adecuadas para las empresas que gozaban de la tasa tributaria preferencial, como conceder distintos periodos de transición a algunas compañías, no causará grandes golpes a tales empresas.

Conversión de la preferencia regional a la sectorial

El ministro de Finanzas, Jin Renqing, afirmó que la unificación de impuestos de las empresas de capital nacional y las de capital foráneo no significa la eliminación de la política favorable. Solamente se pasará del sistema de preferencia regional al de preferencia sectorial.

En concreto, las empresas dedicadas a las industrias de altas tecnologías, agricultura, silvicultura, ganadería, pesquería, inversión de infraestructuras y utilización integral de recursos gozarán de la preferencia tributaria. Es decir, las empresas de altas y nuevas tecnologías, apoyadas especialmente por el Estado, pagarán un 15% de impuesto, y las empresas pequeñas, con pocos beneficios, que satisfacen los requisitos, disfrutarán de una tasa tributaria de un 20%.

El diputado Jin Zhiguo subrayó que “la política tributaria favorable, con la preferencia industrial como elemento principal, significa un importante progreso en esta materia. En el pasado, las empresas que se establecían en las zonas y parques industriales de tecnología de punta o se registraban en el extranjero gozaban sin excepción del trato preferencial. Ahora lo dan según el carácter del sector, por lo que es más científico”. Estas medidas podrán elevar el nivel de las industrias y el desarrollo coordinado entre las regiones.

Palaleramente, aquellas empresas que inviertan en la protección medioambiental, el ahorro de energía y agua y la fabricación segura gozarán del cobro de tributos favorables. El diputado a la APN Jin Lie consideró que “algunas empresas pequeñas de alto consumo de energía obtendrán menos preferencias en el impuesto, mientras las que gocen de estos privilegios y obtengan pocas ganancias enfrentarán el punto crítico y podrían trasladarse a otras zonas”.

Wang Guangxing, diputado a la APN, proveniente del Grupo Yeshu (Coco) de Hainan, por su parte, no cree que la política de tributos favorable a la agricultura, silvicultura, ganadería y pesquería pueda resolver completamente los problemas existentes. “En el caso de las plantaciones agrícolas, se trata en general de familias esparcidas, que no tienen problema para pagar los impuestos; pero al mismo tiempo las empresas procesadoras de productos agrícolas no podrán acceder a las preferencias, lo que aumenta sus costos y los campesinos no pueden elevar sus ingresos pese al incremento del rendimiento. Tomemos como ejemplo el Grupo Yeshu. Cuando la tasa tributaria ascienda del 15% al 25%, sus ganancias se reducirán en 10 millones de yuanes. Según Wang Guangxing, una vez que la compañía no pueda soportar la elevación de los costos, suspenderá el procesamiento de algunos productos, lo que afectará a las plantaciones y los ingresos de agricultores. Por lo tanto, el Estado debe incluir a las empresas procesadoras de productos agrícolas en la relación de las que gozarán de ventajas tributarias”.

Finalmente la moción no fue aceptada, pues “el Estado espera crear una gran empresa dedicada colectivamente al procesamiento y venta de productos agrícolas, para que la entidad procesadora sea también la productora. Así entrará en la lista”, concluyó.

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