La Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo de China, está desempeñando en la actualidad una labor más ardua que nunca. Con el desarrollo de la economía de mercado, las relaciones económicas y sociales requieren de imprescindi-bles reglamentos jurídicos. Por ello, lo más apremiante en este momento es promover la legislatura. En la V Sesión de la X APN, celebrada en 2007, dos leyes atrajeron la atención del mundo, la Ley de Derecho Real y la Ley del Impuesto sobre la Renta Empresarial. La primera define el principio de protección estatal de la propiedad privada y la segunda contribuye a optimizar el ambiente de mercado con una competencia justa. Ambas vigorizarán la economía de mercado de China.

Ley de Derecho Real:

vigente tras una década de trabajo

Por ETHEL LU

El 16 de marzo de 2007, a las 10:00 de la mañana, cuando la Ley de Derecho Real fue aprobada por la APN con 2.799 votos a favor, todo el salón del Gran Palacio del Pueblo estalló en atronadores aplausos, pues se trataba del proyecto más examinado y discutido en la historia legislativa del país: 7 veces en 13 años. Este edicto clarifica la protección de los bienes privados y tanto el proceso de su análisis como su contenido propiamente, merecen ser considerados como revolucionarios.

El proyecto de ley que tomó más tiempo aprobar

Como una trabajadora jurídica, la diputada Chen Shu recuerda claramente su contacto inicial con el proyecto de Ley de Derecho Real, cuando fue invitada a asistir sin voz ni voto a la 12ª reunión del Comité Permanente de la X APN, donde participó en el segundo examen y discusión de la propuesta.

“No pensaba que mi primera moción fuera aceptada”, dijo Chen Shu con emoción y añadió que “el principio de publicación del derecho real es el aspecto fundamental de la Ley... Sin embargo, en el pasado se interpusieron obstáculos artificiales para las preguntas por los registros de los bienes inmuebles, provocando la asimetría en las informaciones del derecho”. Atendiendo a ello sugirió que el registro debía facilitar la consulta y en octubre de 2006 el Ministerio de Construcción promulgó los Métodos provisionales sobre las informaciones de registro del derecho de la vivienda, que estipulan: “Los datos recogidos por el organismo competente sobre el derecho de la vivienda serán públicos para las entidades e individuos”. Tal resultado la hizo sentirse muy animada.

En noviembre de 2004, la diputada fue invitada otra vez a dos foros sobre el propio proyecto, que tuvieron lugar en Beijing, en los que llamó la atención sobre la similitud de los datos del registro de la vivienda y del suelo, por lo que recomendó unificarlos en un solo registro de bienes raíces, para reducir los costos en esta materia. Luego de un examen se determinó que “el Estado aplica el sistema de registro unificado sobre los bienes inmuebles”. Chen Shu participó en 4 ocasiones en los exámenes y discusiones del proyecto de Ley de Derecho Real, los cuales hicieron nuevas revisiones en cada caso.

Meses más tarde, en julio de 2005, se publicó el texto completo del proyecto y se recibieron más de 10.000 opiones de diversos círculos sociales. La Comisión de Asuntos Legislativos del Comité Permanente de la APN convocó más de un centenar de foros y varias reuniones de fundamentalización, con el objetivo único de recoger los criterios de los expertos y el pueblo. A partir de la elaboración del documento, en 1993, hasta su aprobación, en 2007, los trabajos legislativos de la Ley de Derecho Real duraron 13 años, experimentando 7 exámenes y discusiones del Comité Permanente de la APN. Debido a las grandes divergencias, la votación se postergó una vez tras otra.

El investigador Liang Huixing fue uno de los especialistas que trabajó en la preparación del boceto de la Ley de Derecho Real. Hace varios años afirmó: “Considerando que en un periodo largo China no reconocerá el concepto y el sistema del derecho real, y el pueblo carece de conocimientos sobre este aspecto, se puede prever que la aprobación de dicho postulado necesitará considerables esfuerzos de los círculos legislativo y académico”.

Liang todavía mantiene algunas reservas acerca de determinados artículos del estatuto, como el que estipula que los animales silvestres pertenecen al Estado. Esta disposición, según él, podría obligar al país a pagar indemnizaciones por los daños a los derechos personales o de propiedad por parte de esos animales, y la disputa internacional por su perjuicio fuera de la frontera nacional. Por ello es indispensable deliberar el documento aún más.

Chen Shu también subrayó que muchas estipulaciones de la Ley son de principio y la solución de algunos problemas concretos requiere medidas complementarias locales.

Protección por igual de los bienes públicos y privados

El ciudadano Zhang Tianliang manifestó que durante las sesiones de la APN y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) se interesó más por la aprobación del proyecto de Ley de Derecho Real. Ahora se siente tranquilo con el resultado positivo. “El año pasado –relató– me mudé a una nueva vivienda. Debido al alto costo del estacionamiento, 400 yuanes mensuales, llevamos largo tiempo negociando con la compañía de administración inmobiliaria, pero no logramos ningún resultado”.

Una casa solitaria salvaguardando su derecho de propiedad.

La nueva legislación precisa los detalles sobre la propiedad de diversos lugares, tales como áreas verdes y aparcamientos, por lo que los propietarios tendrán fundamentos para luchar por sus derechos. Lo más importante es que la propiedad de la vivienda comerciable, que vencía después de 70 años, se prolongará automáticamente. “Dejamos de preocuparnos por la retirada de la vivienda después de 70 años”, confesó contento Zhang, al saber que su nueva morada, comprada con préstamos, le pertenecerá definitivamente.

Desde la puesta en marcha de la política de reforma y apertura en el país, el sistema económico de coexistencia de la propiedad estatal y la privada y el desarrollo sostenido han creado un gran número de empresas privadas, razón por la cual los bienes individuales del pueblo han aumentado en gran medida. En 1988, la Constitución revisada de China reconoció formalmente la economía privada y en 1993 se incluyó en ella la economía de mercado, esclareciendo hasta 1999 que el “Estado protege los derechos e intereses legítimos de las economías individual y privada”. La aprobación final de la Ley de Derecho Real, indican los expertos, simboliza el establecimiento definitivo del sistema de la economía de mercado en el país.

“Nosotros, los empresarios privados, hemos esperado la Ley por espacio de diez años y por fin nuestro deseo se hizo realidad”, manifestó Liu Yonghao, presidente del Grupo Nueva Esperanza. Según él, la política estatal de reforma y apertura permitió enriquecerse primero a algunas zonas y personas. Estas personas, además de su propiedad familiar, disponen también de medios de producción, obtenidos a través de trabajos y medidas legales, los cuales deben ser protegidos por el Estado. “En realidad, la Ley de Derecho Real tiene un ámbito más amplio de protección, tanto de las empresas privadas, de capital foráneo y estatales, como de cada ciudadano y de todos los bienes logrados legalmente”, comentó Liu, considerando que el nuevo precepto estimulará a las empresas e individuos a crear más riqueza por medio de sus esfuerzos y trabajo, para promover la prosperidad económica del país.

El estatuto ha sido considerado una evolución del concepto de bienes. “Desde niños nos han inculcado que los intereses estatales y colectivos están por encima de todo. Pero la Ley reconoce que los intereses privados deben ser protegidos al igual que los estatales y colectivos. Así es mayor el significado del documento”, expresó Liu Min, posgraduado de la Universidad de Ciencias Políticas y Jurídicas de China. A diferencia de la enseñanza del pasado, el nuevo código estipula explícitamente que “el derecho real del Estado, la colectividad y el particular, así como el de otros titulares de derecho serán protegidos por la Ley”.

El secretario del comité municipal del Partido Comunista de China en Suining y legislador, Deng Xinmin, apuntó: “Lo más importante es que la pertenencia explícita del derecho de las tierras cultivables y viviendas eliminará la preocupación del pueblo. Se trata de una protección por igual que nunca antes se vio”.

Qiao Zhanshan, diputado y director del comité de la aldea Bajialiang, provincia de Shaanxi, explicó que los campesinos se interesan primero que nada por las tierras de labranza y este decreto define el derecho de los trabajadores agrícolas a la contratación y uso de los campos por un periodo de 30 años. De manera que ahora pueden planear cómo emplearán su tierra a largo plazo, lo que favorece el desarrollo de la producción”.

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