Retos actuales para el sector agrícola de China

Hace dos años empezó en China la implementación de medidas gubernamentales para apoyar a los tres “Nongs”: Nongmin (los campesinos), Nongcun (los campos) y Nongye (la agricultura), con el propósito de establecer una relación armónica entre el sector agrícola y los no agrícolas y entre las zonas rurales y las urbanas.

En su decimonovena sesión celebrada el 29 de diciembre de 2005, la X Asamblea Popular Nacional (APN) de China aprobó una ley que dispone la eliminación del impuesto sobre la producción agrícola, lo cual marcó el término de este régimen impositivo vigente desde hace 2.600 años.

Por LIU XUEDONG*

EL auge de la economía china con una tasa de crecimiento acelerado ha sido prolongado por un periodo de más de dos décadas desde finales de los años 70 del siglo pasado. Hoy día China desempeña un papel cada vez más importante. Paralelamente el sector agrícola del país también ha evolucionado de manera radical y ha perdido año a año su importancia en la composición del producto interno bruto, a pesar de sus logros importantes obtenidos en el mismo lapso.

Cabe mencionar que el análisis del sector agrícola no puede llegar a profundidad sin considerar a los productores (campesinos), las zonas donde habitan y la producción agrícola. De hecho, estos tres factores –campesinos, campos y producción agrícola– forman el punto de discusión a nivel no solamente teórico sino también práctico. De tal forma, el presente trabajo involucra los tres factores relacionados con el sector agrícola de manera simultánea.

1. Evolución del sector agrícola desde 1949 hasta la actualidad

Quemando antiguos títulos de propiedad de terreno. Los campesinos chinos obtuvieron sus propias tierras en la revolución agraria de los años 50 del siglo pasado. China Hoy

Como todos los países en desarrollo, la evolución del sector agrícola de China ha experimentado cambios importantes de acuerdo con las etapas del crecimiento económico. En el inicio de la industrialización, el sector agrícola suele ser sacrificado para contribuir a la acumulación de capital, proporcionando alimentos y materias primas baratos. De esta manera la capacidad productiva se ve afectada cada vez más y, en consecuencia, el sector agrícola se queda a la zaga en el proceso de industrialización y modernización de la economía. Sin embargo, con el crecimiento económico, los países en desarrollo están cada vez más capacitados para reactivar el desarrollo del sector agrícola a través de medidas tanto fiscales como financieras. Esto es especialmente así cuando el sector industrial ya cuenta con capacidad propia para financiar su crecimiento y su acumulación de capital.

Cosecha de algodón y transplantación de arroz, escenas en el campo de los años 50 de China. China Hoy

En la etapa inicial de la industrialización, China era un país relativamente cerrado por factores tanto internos como externos. El financiamiento exterior para la industrialización y el crecimiento económico prácticamente era nulo ante el aislamiento impuesto por los países de Occidente a raíz de la Segunda Guerra Mundial. La única fuente externa, la Unión Soviética, retiró su apoyo desde finales de los años cincuenta del siglo pasado.

Ante esta situación, los recursos financieros y no financieros requeridos para la industrialización se tenían que localizar en el interior del país. Esto implica que el sector agrícola de China debía ser sacrificado en mayor medida en comparación con otros países del mundo, ya que representaba prácticamente el único canal para obtener dichos recursos. Desde 1949 hasta la actualidad, la evolución del sector agrícola se puede analizar dentro de tres fases importantes: 1949-1978, 1979-2003 y 2004 en adelante.

La primera etapa fue de años caracterizados por altibajos importantes en la producción agrícola. Además, China todavía se encontraba en una situación de crecimiento sin rumbo claro, a pesar de sostener una estrategia de desarrollo hacia el interior. Quizás lo más importante en esta fase es que los factores políticos dominaban el crecimiento económico, sobre todo en el sector agrícola.

El gran logro de este período residió en que los campesinos obtuvieron su propia tierra a consecuencia de las luchas realizadas y lideradas por el partido comunista. Durante esos años, la unidad de producción básica era la familia; con el avance de la instalación del régimen socialista, se produjeron modificaciones que fueron desde los grupos cooperativos, las uniones colectivas hasta finalmente formalizar las comunas colectivas. En cuanto a las actividades económicas realizadas en el campo, los campesinos tenían prohibido dedicarse a otra labor que no fuera cultivar las tierras; además, los cultivos debían adecuarse a las pautas del gobierno central.

Cabe mencionar que a pesar de contar con tierra propia, los campesinos, que representaban 80 por ciento de la población total de China en esos años, no lograban salir de la pobreza y en su mayoría no tenían suficiente para alimentarse. El ejemplo más sobresaliente en ese sentido se ubica de 1959 a 1961, cuando el país fue víctima de la hambruna, debido a tres factores básicos: desastres naturales, políticas económicas mal diseñadas y peor aplicadas, dificultades causadas por las presiones que ejercía la Unión Soviética sobre China en la polémica ideológica bilateral.

Para la segunda fase de la evolución, China modificó su estrategia de crecimiento económico y abrió sus fronteras al comercio internacional y al capital foráneo; al mismo tiempo, el sector agrícola transitó de protagonista durante los primeros años de reforma a quedar reducido a una actividad descuidada y perdedora en la mayor parte de los años de ese lapso.

Entre los cambios importantes en la producción agrícola, sobresalió la paulatina desaparición del sistema de comuna colectiva, que fue sustituido por familias constituidas en unidades productivas. Por su parte, los campesinos, dejaron de ajustarse a la planificación central y adquirieron la potestad de decidir qué producir, cuánto y cómo. En tercer lugar, los campesinos asumieron que no solo eran productores agrícolas, sino que también podían desempeñar otras actividades económicas; los campos dejaron de ser zonas exclusivas para la producción agrícola. De esta forma, se estableció un número importante de empresas en las zonas rurales, donde los campesinos trabajaban con frecuencia como trabajadores no agrícolas.

Tecnología de cultivo de verduras sin tierra en una exposición agrícola. CFP .

Sin embargo, con el avance de la implementación de políticas reformistas y la apertura paulatina del comercio internacional, el mecanismo de mercado juega un papel cada vez más importante en la economía china. Estos factores provocaron un ambiente de competencia cada vez más fuerte que antes y generaron al menos dos efectos no favorables para el crecimiento de las empresas rurales y el desarrollo del campo. En primer lugar, la instalación de fábricas se desaceleró a finales de los años ochenta. Por su parte, las mismas empresas establecidas en zonas rurales se han transformado, pasando de la aplicación de modos intensivos en el uso de mano de obra a la de métodos intensivos de capital y tecnología1. A consecuencia de estos dos cambios, la capacidad en la generación de nuevas oportunidades de empleo en las zonas rurales se ha reducido considerablemente.

Ante esta situación poco favorable en la generación de nuevas oportunidades del empleo, a lo cual se agrega la escasez de tierra cultivable per cápita y el aislamiento relativo entre las zonas rurales y urbanas, la mayoría de los campesinos ha tenido que aceptar los pocos puestos de trabajo existentes en el mercado laboral, a pesar de las condiciones precarias.

De acuerdo con las cifras registradas, los campesinos que trabajan en las ciudades normalmente ganan el salario mínimo, o 40 a 60 por ciento del salario promedio. Por ejemplo, en Beijing el salario promedio es de 2.734 yuanes mensuales; en cambio el salario mínimo para los trabajadores campesinos es de 580 yuanes, ambas cifras de 2005. En la ciudad Shenzhen, una de las primeras cuatro zonas especiales, las cifras son de 2.706 y 800 yuanes, respectivamente.

En otras palabras, la segunda evolución del sector agrícola generó abundancia en la producción agrícola y los campesinos ya cuentan con la garantía de ser alimentados de manera adecuada y satisfactoria. El hambre ha dejado de ser un problema que amenaza la vida.

Sin embargo, la brecha de ingreso entre los habitantes rurales y los urbanos se ha ampliado de manera importante. De esta manera, el sector agrícola se convirtió en una actividad poco atractiva para los productores; el ingreso de los campesinos en lugar de alcanzar el nivel registrado por los habitantes urbanos, sufre una brecha cada vez más amplia. Mientras tanto, el campo se torna cada día menos hospitalario.

Los hijos de obreros agrícolas en la ciudad de Jinan recibieron regalos en vísperas del año nuevo. CFP

Con el propósito de reducir la brecha de ingreso entre los habitantes rurales y los urbanos, las autoridades de todos los niveles han iniciado la implementación de medidas contra la pobreza. De esta manera, la evolución en el sector agrícola entró en su tercera fase, que se caracteriza por el ambiente del desarrollo armónico y humanitario fomentado por todos los niveles de gobierno. De tal manera, los apoyos directos a la producción agrícola y al campo empiezan a llegar a través de medidas fiscales y crediticias, con la finalidad de que los campesinos puedan disfrutar, juntos a otros segmentos de la población, de los frutos del crecimiento económico derivado de las políticas reformistas durante los últimos 30 años.

Esta tercera fase se inició hace unos dos años, cuando se empezaron a implementar las medidas gubernamentales de apoyo a los tres “Nongs”: Nongmin (los campesinos), Nongcun (los campos) y Nongye (la agricultura), con el propósito de establecer una relación armónica entre el sector agrícola y los no agrícolas; entre las zonas rurales y las urbanas. Cabe mencionar que esta nueva etapa se puede resumir así:

En primer lugar, el gobierno ha oficializado el fomento al crecimiento armónico de los tres “Nongs” ante la urgencia de reducir y eliminar la pobreza relativa en el campo en comparación con las ciudades. A principio de 2004, la primera medida del Gobierno central fue la instalación oficial de mecanismos a largo plazo para canalizar los frutos de la industrialización al sector agrícola y construir un campo nuevo con el apoyo de las ciudades.

En segundo lugar, los legisladores de la APN de China dieron 162 votos a favor, 0 contra y 1 de abstención, en su decimonovena sesión de la Décima Legislatura, celebrada en 29 de diciembre de 2005, para eliminar el impuesto sobre la producción agrícola, lo cual marcó el final de este régimen impositivo que duró 2.600 años.

2. Retos actuales para el desarrollo armónico de los tres “Nongs”

Zona de servicios especiales para los obreros campesinos en Chengdu. CFP

Sin duda, las políticas económicas implementadas desde hace casi 30 años han generado logros importantes para la economía china, entre ellos destaca, en primer lugar, la tasa de crecimiento de alrededor de 9 por ciento anual como promedio. En segundo lugar, la economía china se ha integrado a la mundial a través de los intercambios comerciales y los flujos de inversión extranjera directa. En tercer lugar, China ya es miembro formal de la Organización Mundial del Comercio. En cuarto lugar, el producto interno bruto per capita alcanzó 1.700 dólares en 2005, de acuerdo con la paridad cambiaria actual. Finalmente, tanto la estructura del empleo y del PIB se han modificado de manera crucial, permitiendo que China se transforme de un país predominantemente agrícola a uno no agrícola.

Ante ellos no se puede olvidar que los problemas relacionados con los tres “Nongs” todavía son muchos, entre ellos se destacan dos básicos, a saber:

Campesinos de Qinhuangdao se reunieron en parques jugando y celebrando el año nuevo. CFP

En primer lugar, la superficie cultivada se ha reducido de manera importante desde 1949, cuando había un total de 1.900 millones de mus, cifra equivalente a 126.7 millones de hectáreas, hasta 1.831 millones de mus, de aproximadamente 122.0 millones de hectáreas. Cabe mencionar que la mayor parte de esta reducción se debió al crecimiento acelerado de la economía y el proceso de urbanización durante últimos treinta años.

En términos de per cápita, la superficie cultivable fue de 1,4 mus (aproximandamente 0,09 hectárea) en 2004. De acuerdo con las cifras registradas en 2003, la productividad por mu fue de 0,293 toneladas en la producción de cereales al nivel nacional en China, esto es, 4,4 toneladas por hectárea. En otras palabras, con el nivel actual el consumo aparente de alimentos es de 410 kg per cápita, cifra que quizás no representa un riesgo para la autosuficiencia alimenticia. Sin embargo, a largo plazo ante el mejoramiento constante en el nivel de vida y la adecuación en la estructura de dietas nutricionales, la seguridad alimenticia podría representar un riesgo potencial para el crecimiento económico.

De acuerdo con las cifras estimadas, hasta 2020, la población china llegará a 1.500 millones que sumarán una demanda total de 600 millones toneladas de cereales. En 2005 la producción total en China fue de 480 millones toneladas. En un lapso de 15 años, el aumento será de aproximadamente 100 millones de toneladas.

Por su parte, es importante señalar que en el tema de la disminución constante de la superficie cultivable no se cuenta la historia completa. La otra cara de la moneda es que la tierra recuperada para el cultivo es menos productiva que la tierra ocupada para otros usos. Por ejemplo, 67 por ciento de la tierra ocupadas por los usos no agrícolas era de riego; en cambio solamente 35 por ciento de la tierra recuperada es de riego, ambas cifras de 2004.

En segundo lugar, a pesar del papel protagonista desempeñado por los campesinos al inicio de la reforma y del auge en el crecimiento económico, la brecha de ingresos entre los habitantes rurales y los urbanos ha aumentado de manera importante. Por un lado, la industrialización y la urbanización se han acelerado durante los últimos 30 años; por otro lado, el ingreso disponible de los campesinos ha registrado una tasa de crecimiento menor en comparación con el de los habitantes urbanos. Las razones son varias y complicadas, entre ellas figuran el aislamiento entre zonas rurales y zonas urbanas; el mejoramiento relativamente más lento de la productividad en el sector agrícola, en comparación con los no agrícolas; la desaceleración en la generación de empleo por las empresas instaladas en zonas rurales.

Ante esta situación, a partir de 2004, todos los niveles del Gobiernos han aplicado políticas públicas favorables a fomentar las actividades agrícolas y canalizar mayor cantidad de recursos cada año al desarrollo del campo, con el propósito de establecer un desarrollo equilibrado y armónico entre las zonas urbanas y las zonas rurales.

Por su parte, además de eliminar los impuestos en la producción agrícola, los gobiernos en todos sus niveles han empezado a trabajar de manera conjunta e integral para propiciar un ambiente armónico y eliminar las medidas que resulten lesivas a los intereses de los trabajadores campesinos en las zonas urbanas.

Según las cifras registradas, a pesar de tener las condiciones precarias en el trabajo, las remesas de los trabajadores campesinos en las ciudades a su lugar del origen oscilaron de 191.000 millones a 330.000 millones de yuanes, esto es, de 23.912,5 y 41.250 millones de dólares en 2005. Durante ese mismo lapso, tales entradas representaron una contribución del 80 por ciento en el aumento de los ingresos. De esta manera, un trato equitativo y justo a los campesinos trabajadores en las ciudades indudablemente es un elemento indispensable para eliminar la brecha de ingresos y construir una sociedad armoniosa.


*Liu Xuedong realizó estudios maestría en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, A. C. y estudios de Doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México con la tesis “la autosuficiencia alimentaria y el sistema de producción agrícola, un estudio comparativo entre China y México”. Ha desarrollado cargos en la Secretaría de Economía de México.

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