Precio de los cereales motiva a los campesinos y preocupa al mercado

Por LUO YUANJUN

En octubre pasado, aumentó el precio de los productos agrícolas en el mercado chino, como el arroz, trigo, aceite comestible y carne de cerdo, que en el caso de los dos primeros supera de 10 a 20 puntos porcentuales.

Ma Zhigang, profesor de una escuela secundaria de Tianjin, que suele hacer compras en mercados de verduras, dijo que “el alza del precio es elevada. Subió el del arroz y el trigo y también la comida cocida y los productos semielaborados a base de éstos. Ahora se ve la nueva tarifa a la entrada del mercado”.

¿Por qué sube el precio?

En una visita de inspección a las zonas rurales del norte de Jiangsu, el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, señaló que el incremento es como algo de rectificación a los ojos del gobierno, pues los productos agrícolas han sido menos valorados durante mucho tiempo. De manera que el precio de los cereales y otros productos relacionados no va a retornar a sus niveles anteriores con el cambio de estación.

Lo que preocupa al Premier es el beneficio que obtendrán los campesinos con esta medida. Desde hace mucho tiempo, el rendimiento de la producción de cereales ha sido relativamente bajo y ha dejado bajos ingresos al sector rural, que en consecuencia cultivaba la tierra con poco entusiasmo. Ello provocó que la producción nacional de cereales disminuyera continuamente de 1998 a 2003, año en el que sólo se cosecharon 430.700 millones de kilos de granos, la más baja desde 1990, y se redujo sucesivamente el área de cultivo.

Yang Kunlin, campesino que trabaja en la construcción en el sur de Beijing, confesó a nuestra publicación que “se gana muy poco al cultivar la tierra, aunque se trabaje todo el año. Y si te afecta una sequía o una plaga de insectos, vas a la ruina”.

En marzo de 2004 el Consejo de Estado divulgó la Notificación Urgente sobre la Producción de Cereales y Provisión al Mercado, que traza una política y establece las medidas para “fijar los precios mínimos de protección para la compra de variedades de grano prioritarias” en favor de la agricultura y la salvaguarda de los intereses del campesinado, además de incentivar la motivación por cultivar la tierra, mantener estable el precio y asegurar la provisión estatal de granos.

De acuerdo con esta política, las entidades del sistema de reserva nacional y las entidades locales de cereales compran a un precio fijo directamente al productor, para estabilizar el mercado y evitar la abrupta caída de precios.

Para asegurar la aplicación de la medida, el Estado orienta a las entidades relacionadas comprar y almacenar temporalmente los cereales, de ahí que deba responsabilizarse por los intereses de crédito, costo de compra (5 centavos de yuan por kilo) y gasto de almacenaje (7 centavos por kilo).

La estrategia ha desempeñado un papel proteccionista de los intereses reales de los campesinos. Si en el año 2006, cuando el valor del trigo cayó hasta 1,3 yuanes por kilo en las zonas productoras, si el gobierno no hubiera apelado a ella, los campesinos no habrían tenido ningún logro.

Esta fue la causa directa del alza del precio de los cereales, buena parte de cuya producción, que debía circular en el mercado, entró en los almacenes del Estado, que el pasado año compró a precio mínimo 40.750 millones de kilos de trigo, más de un 40 por ciento de la producción nacional y alrededor del 60 por ciento del volumen que se comercializa de este producto. También adqurió 3.740 millones de kilos de arroz tempranero y 4.700 millones de kilos de arroz tardío. Todo ello ayudó al campesinado a aumentar sus ingresos superiores a los 4.000 millones de yuanes (unos 517 millones de dólares).

De acuerdo con la demanda y oferta en el mercado internacional, la producción mundial de cereales disminuyó en los dos años recientes y en algunos países experimentó una abrupta caída, lo que obligó a utilizar la reserva anterior. Esto dejó sus influencias en la importación de cereales en China. La reserva mundial de arroz bajó sucesivamente y llegó al mínimo nivel de los últimos 20 años, provocando la subida de su valor en el mercado global.

El desarrollo del procesamiento de cereales es otra de las causas de la subida de los precios. En 2001 la mayor productora de maíz, la provincia de Jilin, tenía capacidad para procesar 2,8 millones de toneladas de maíz, pero a final de 2006 la cantidad de las empresas dedicadas a esta labor superó las 400, una docena de las cuales puede asimilar 12 millones de toneladas, lo que incrementó la demanda de maíz en la región.

Además, el encarecimiento se debe también a la reducida producción. A causa de la importación de soja, el cultivo nacional de este producto fue reducido en este año, provocando un aumento en el valor del aceite. Algo similar ocurrió con la colza. Mientras tanto, las catástrofes naturales no dejaron de hacer sentir su efecto.

Después de la subida

El aumento del costo de los cereales llamó la atención del gobierno. El Primer Ministro, Wen Jiabao, visitó especialmente la zona norteña de Jiangsu, para investigar la positiva influencia que representó esta reacción del mercado en el aumento de los ingresos rurales y demandó que las diversas autoridades locales se preocuparan por las condiciones de vida de las familias pobres urbanas y mantuvieran la provisión de granos a éstas sin afectar las ganancias de los campesinos.

El mercado se mantiene estable, con suficiente provisión.

Para controlar el alza excesiva del precio, la Corporación General de Reserva de Cereales de China vendió una gran cantidad de sus provisiones, a través de la licitación. El 7 de diciembre de 2006, la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, junto con el Ministerio de Hacienda, la Administración Estatal de Cereales, el Banco de Desarrollo de la Agricultura y la Corporación General de Reserva de Cereales, publicaron los Métodos para la venta de cereales de la reserva estatal, en el que se enfatiza que la venta pública de los granos se realice frecuentemente todo el año, de acuerdo con la situación del mercado, en aras de mantener estable y razonable el precio de estos alimentos, sin desestimular la iniciativa de cultivar la tierra por parte de los campesinos.

Para evitar que las empresas locales vendieran cereales de la reserva desobedeciendo los reglamentos, el texto establece que en la licitación el precio mínimo sería determinado por el Ministerio de Hacienda, de acuerdo con el costo, la política estatal y la situación de mercado. Las empresas que desobedecieran las estipulaciones serían fuertemente sancionadas y la Administración Estatal de Cereales les retiraría el permiso para operar con las reservas del país.

Yan Suixin, gerente de una empresa de procesamiento de cereales de Henan, comentó que “después de estas ventas, nos parece que el precio es más estable. Los cereales estatales no se venden por debajo del costo ni muy por encima de éste. Así su valor real es satisfactorio para todos”.

Para asegurar la demanda doméstica más aguda diariamente, la exportación de cereales fue reducida. Empresas como la Compañía Ltda. de Importación y Exportación del Grupo de Cereales de Jilin, una de las dos designadas por el Estado para la exportación de maíz, anunciaron la suspensión de las ventas de este grano al exterior no contempladas en los contratos firmados con anterioridad.

El aumento de los precios generó también preocupación entre los campesinos, quienes consideraron: “Según las experiencias pasadas, estos conllevarían también al aumento del valor de la mano de obra, los insecticidas y la tierra, y la tarifa sería diferente”. Durante años, el encarecimiento de la materia prima ha sido la causa de que se deba pagar también más por los cereales, razón por la que el Estado intensificó la supervisión de los precios y el control del mercado, con el propósito de no afectar los beneficios de los agricultores y, al mismo tiempo, proteger la vida de las familias urbanas de bajos ingresos.

Influencia para la vida

Según un proverbio chino, “la comida es la primera necesidad de todo el mundo”. La subida del valor de los cereales es algo sensible para la gente, especialmente para los que no ganan mucho, como Wang Jie, una obrera jubilada de Beijing, que recibe una pensión mensual de unos 1.000 yuanes (casi 130 dólares) y vive modestamente. “Los cereales han subido de precio, pero no podemos dejar de comer, así que tenemos que hacer economía en otros aspectos”, reflexionó.

La subida del precio de los cereales generó un amplio interés social.

Al inicio Wang y algunos de sus vecinos planearon crear una reserva de cierta cantidad de cereales, para evitar la escasez. Poco después abandonaron la idea, pues se enteraron de que la reserva nacional era suficiente y se habían registrado buenas cosechas durante el año, por lo que la subida sería sólo momentánea. “Para nosotros, los que tenemos bajos sueldos, el principal temor es el aumento del costo de la vida”, enfatizó.

El gobierno informó que el depósito nacional de cereales es suficiente, superior al índice de seguridad alimentaria de la FAO (17-18%), y que de 2004 a 2006 China logró buenas cosechas. De acuerdo con datos ofrecidos por la Administración Estatal de Estadísticas, la producción cerealera en el verano de 2006 llegó a 113.800 millones de kilos, con un incremento de 7.400 millones de kilos, ó 7% frente al año precedente; mientras tanto, el rendimiento de arroz temprano llegó a 31.900 millones de kilos, similar al de 2005. En los 12 meses de 2006 se cosecharon en total 493.000 millones de kilos de granos, el volumen más alto de los últimos años.

La situación del mercado influyó también en otros aspectos de las zonas rurales. Campesinos como Sun Min, quien tiene un criadero de cerdos en el oeste de Hunan, empezó a comprar hierbas naturales como pasto, para evitar el aumento de los costos en piensos. “Al comienzo utilizamos hierbas naturales, lo que servía para producir carne de buen sabor, pero el período de crecimiento de los animales era más prolongado”.

Para la mayoría de los habitantes del campo, los precios favorables siempre son una buena noticia, porque ven crecer sus ingresos con las ventas. Sin embargo, la coyuntura sorprendió a Yu, aldeana de Wendeng, en Shandong, quien “por la poca capacidad de almacenamiento, vendí hace meses los trigos cosechados. Fue una gran pérdida”.

Según Yu, en 2005 el precio de los cereales era bajo y a veces se vendía el kilogramo hasta por 0,25 yuanes. Por eso después de la cosecha de 2006 los campesinos vendieron de acuerdo a esa tarifa. Según la información de un comerciante, el precio de trigo ya es de 0,36 yuanes por kilo. Ahora casi todos se sienten arrepentidos.

La razonable subida de precio no afecta la vida de la gente. Pero el incremento continuado creará oportunidades para que las empresas de procesamiento de comida se pongan en nueva fila.

Tomamos como ejemplo a las productoras de trigo. Las pequeñas empresas tienen ventaja de precio por la poca inversión y bajo costo, mientras las grandes, debido a la enorme suma destinada a la administración, inspeción de la calidad y certificación, no serán rentables. Sin embargo, el aumento de la tarifa ofrece un gran escenario para las empresas grandes de trigo.

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