El flujo de automóviles privados no decae.
En busca del transporte ideal

- Beijing propone medidas para acomodar al viajero urbano

Por nuestra corresponsal LU RUCAI

Beijing es una de las ciudades que mayor presión de exceso de tráfico sufre en el país, lo cual se hace evidente cada día, cuando en medio de atascos, vemos filas de automóviles marchando a menos de 20 km por hora en las principales arterias de la urbe. Hoy por hoy, éste es uno de los principales quebraderos de cabeza de la municipalidad. No en balde, la capital ha adoptado la consigna de “Toda la prioridad al transporte público”. Se trata, en esencia, de alentar a la mayor cifra posible de beijineses a emplear los medios de transporte público para reducir la actual presión. En enero de 2007 los capitalinos comenzaron a conocer beneficios adicionales de tal opción, cuando se rebajaron notablemente los precios de los viajes en autobuses públicos.

Atraídos por el nuevo método de precio preferencial, muchos beijineses utilizan tarjetas electrónicas en el autobús. Los autobuses siguen repletos a pesar del uso de la tarjeta electrónica.

Los precios de diez años atrás

"Sólo tuve que pagar cuarenta centavos cuando tomé un autobús después de las vacaciones del Año Nuevo. Este descuento me sorprendió, aunque sabía de la reforma del precio del billete de autobús con anticipación. Me parece que vuelvo a los años 90", dice la Sra. Wang, empleada de una empresa que todos los días va al trabajo en autobús. A ella le parece bien la nueva política. Y su hijo, con tarjeta estudiantil, paga apenas veinte centavos por viaje.

Los coches privados forman embotellamientos en todas partes.

Según el reciente programa de rebajas, los pasajeros que tienen tarjetas de autobús IC reciben un descuento de 60 por ciento, mientras que los estudiantes gozan de 80 por ciento de reducción en las 447 líneas de autobús. Y en las líneas cuya cifra queda por debajo de 500 se pagan cuarenta centavos con la tarjeta para todo el recorrido. Para subsidiar al funcionamiento de la comunicación pública, el municipio de Beijing tiene que destinar anualmente más de 1.300 millones de yuanes.

No sorprende entonces que cada día sean más los beijineses que optan por la tarjeta. Según la Comisión de Administración del Tráfico de Beijing (CATB), hasta el 3 de enero de 2007, se habían vendido más de 6,6 millones de tarjetas, incluidas 5,635,000 tarjetas normales, 620 mil tarjetas de estudiante y 340 mil tarjetas de metro. Después de aplicación de la política de descuento, la venta diaria de tarjetas aumentó de 10 mil a 100 mil. Para satisfacer la demanda de los clientes, hay 710 ventanillas de ventas disponibles. Además, el gobierno municipal pidió 300 mil tarjetas electrónicas a las provincias vecinas.

Según la estadística de la CATB, 96 por ciento de los pasajeros podría reducir sus gastos de transporte. Meng Lin, una entrenadora de una compañía de seguros, dijo que ella tenía que pagar cuatro yuanes para ir al trabajo, pues el precio del billete mínimo para el autobús climatizado era de dos yuanes. Junto con el transporte de fin de semana, tenía que gastar cerca de 150 yuanes cada mes. Ahora el autobús climatizado cobra también cuarenta centavos, por lo que ella gasta mensualmente menos de 50 yuanes en transporte. "Para los viajeros son realmente buenas noticias". Meng Lin ha suspendido incluso su plan de comprarse un coche.

Zhang, cobrador de la Línea 717, está también sorprendido por la rebaja de precios. "¡Es muy barato!", afirma. El suele viajar en la línea 717, que cubre poco más de 20 km por un costo de 1.20 yuanes. Pero el consumo de combustible llega diariamente a los 600 yuanes. "Ahí juegan su papel los subsidios del municipio", indica.

Costoso estacionamiento para coches privados

Liu Li suele hacer compras en el animado bulevar de Wangfujing, donde le resulta difícil estacionar su coche. "Antes era posible estacionar en las callejuelas aledañas, pero ahora, no. Si uno para al lado de la calle, le espera una multa de 200 yuanes". Desde el año pasado el estacionamiento en Wangfujing aumentó de dos yuanes por hora a cinco. "Ahora tengo que dejar mi coche muy lejos y caminar dos km para ahorrarme cerca de 50 yuanes de estacionamiento".

En Beiijing, el cobro de estacionamiento subterráneo es más alto que al aire libre (dos yuanes al aire libre y cinco yuanes en el subterráneo). De ahí que se vea a muchos haciendo cola para estacionarse en los descampados. Según la CATB, en Beijing hay cerca de 1,2 millones de puestos de estacionamiento y alrededor de 1,8 millones de automóviles registrados, con 600 mil coches sin sitio para aparcar. "Es necesario aumentar el cobro de estacionamiento para aliviar la presión de los atascos en la ciudad", explica Liu Xiaoming, subdirector de dicha entidad, “el cobro de estacionamiento se diferencia del centro al suburbio y será más alto en recintos más céntricos”.

La CATB planea construir 26 parqueos en los nudos de tránsito en la periferia de la ciudad, donde hay facilidades de comunicación, como los metros N.° 13 y 5, la vía férrea Bawangfen-Tongxian y el autobús público. Los conductores pueden estacionar sus coches en estos lugares y tomar el metro o autobuses a su destino. El nuevo parqueo de Huoying en la Línea 13, y el de Beiyuan en la Línea Bawangfen-Tongxian, como proyectos piloto, cobran sólo un yuan por hora, más bajo que en la autopista al centro de la ciudad.

¿Es posible mejorar la situación del tráfico?

Zhang Yi es un empleado de una compañía de telecomunicaciones que se resiste a abandonar su coche. "De las personas que conozco todavía nadie quiere abandonar su vehículo. En el atasco el bús público es igualmente lento, y en mi coche al menos tengo un asiento".

Duan Jinyu, ingeniero del Departamento de Planificación y Diseño del Instituto de Arquitectura y director del Instituto de Planificación Urbana de la Universidad Tsinghua, cree que la rebaja de precios no resolverá el problema del tráfico. Una pequeña parte del público es menos exigente sobre la calidad del transporte y prefiere precios más bajos, mientras la mayor parte espera un mejor ambiente de servicios y tráfico. Por eso el mejoramiento de la calidad debe ser primordial". Además, el bajo precio atrae a algunos que solían caminar o montar bicicleta, lo que provoca el empeoramiento de servicio en el bús".

Este punto de vista ha encontrado eco en muchos beijineses, quienes han elevado numerosas quejas por la incomodidad que encuentran dentro de los buses. Zhang, cobrador de la Línea 717, dice que como el bús normal y el climatizado cobran lo mismo, cada vez más personas optan por el segundo, por lo que la compañía tiene que enviar más turnos para aliviar la tensión. Pero los clientes no se sienten satisfechos. La señorita Lin suele tomar el 717 en la parada de Yuyuantan y lleva perdidos tres turnos por la cantidad de viajeros que esperan. "Antes no pasaba esto. El autobús 717 con aire acondicionado cobraba caro y solía tener asientos disponibles. Yo quiero un bús más cómodo y no me importa el cobro”.

Varios métodos para mejorar los servicios de autobuses

El transporte por carril aliviará los atascos de Beijing.

Zhang Wenting vive en Muxiyuan y pertenece al primer grupo beneficiado por la línea urbana especial de autobuses, una línea rápida que recorre una vía totalmente cerrada de 16 km. De Muxiyuan al centro de la ciudad sólo tarda media hora, 20 minutos menos que antes. Este sistema ocupa una vía especial y no hay problema de atasco, pero es la única en Beijing. Ella desea más líneas como ésta al servicio del público.

Ahora hay otras tres líneas rápidas planificadas por la CATB. La ventaja de éstas es que el bús va por su propia vía, alejado de otros vehículos. Según el plan de urbanización del municipio, antes de 2010 se construirán 450 km de vías especiales para autobuses.

La compañía de autobuses también adopta medidas para reajustar sus líneas, eliminando 100 líneas superpuestas y aumentando los turnos para favorecer al público. Según Liu Xiaoming, todos los autobuses serán equipados con aire acondicionado en el futuro. Se espera que en 2010, 63 por ciento de los buses esté climatizado. La inversión anual en la construcción de vías y el subsidio para las compañías de autobús alcanzan cuatro mil millones de yuanes.

"El tráfico urbano no se puede tratar a la ligera", afirma Duan Jinyu, director de la CATB. La rebaja de precios, la construcción de vías especiales y el control de coches privados son sólo una parte de las medidas. Sólo cuando los autobuses sean cómodos para cada ciudadano, logrará el transporte público ganarse el respaldo total de la población.

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