Templos en la Montaña Wudang.

Montaña Wudang, morada de inmortales

Por nuestro reportero HUO JIANYING

En la mitología china abundan historias de los peligrosos viajes que nuestros antepasados emprendían en busca de los paraísos Penglai, Fangzhang y Yingzhou, donde moraban los inmortales del Taoísmo. La Montaña Wudang es una de las taoístas que realmente existen, y es considerada inspiración para toda suerte de leyendas, contadas de generación a generación por espacio de 2.000 años.

El templo taoísta Taihegong protegido por dos picos

Morada de inmortales

El carácter chino xian está fomado por el radical (elemento de un carácter que transmite su significado) que representa a una persona a la izquierda y el carácter para montaña a la derecha. Su significado literal es "persona en la montaña", según el Shuo Wen Jie Zi (explicación y estudio de los principios en la composición de caracteres chinos) compilado por el erudito Xu Shen, de la dinastía Han del Este (25-220). El carácter compuesto, sin embargo, se traduce generalmente como inmortal o deidad. En tiempos antiguos se creía que los inmortales del Taoísmo habitaban en montañas cubiertas de niebla como Wudang.

Hace mil años, los taoístas que buscaban lugares apartados y montañosos para vivir y desarrollar el autocultivo comenzaron por asentarse en la Montaña Wudang, en la templada y húmeda provincia de Hubei, en el noroeste del país. Su cumbre – el pico de Tianzhu (columna divina) – mide 1.612 m sobre el nivel del mar, y la montaña se encuentra rodeada de bosques exuberantes y abundantes yerbas medicinales. De las más de 1.800 hierbas medicinales mencionadas en el compendio de la dinastía Ming sobre la materia médica, más de 400 crecen en Wudang.

El templo taoísta Zixiaogong.

Este monte ha sido considerado hábitat natural de las deidades taoístas desde el siglo VII, cuando una sequía nacional amenazó la industria y la vida de la población. El emperador Taizong de la dinastía Tang (618-907) ordenó al magistrado del distrito de Junxian (ciudad actual de Danjiangkou) realizar rituales para que los inmortals de Wudang enviaran lluvias. Cuenta la leyenda que cinco dragones se elevaron al cielo, tras lo cual, para júbilo de todo el país, se produjo un verdadero diluvio salvador. En muestra de gratitud, los habitantes locales edificaron el Templo de los Cinco Dragones de Wudang.

La Montaña Wudang fue donde Zhenwu (o Xuanwu) - uno de los cuatro dioses taoístas de los cuatro puntos cardinales – obtuvo la inmortalidad. Zhenwu era dios del norte y también se le consideraba dios de la lluvia. Los cuatro dioses taoístas del norte, sur, este y oeste eran originalmente iguales en rango, pero la situación cambió en la dinastía Ming (1368-1644), cuando el emperador Yongle, cuyo verdadero nombre era Zhu Di, ascendió al trono.

El legado de Zhu Di en Wudang

Zhu Di se convirtió en tercer emperador de la dinastía Ming después de usurpar el trono a su sobrino. Originalmente conocido como príncipe de Yan, su función oficial en Beiping (el Beijing actual) era guardar la frontera norteña del país. Había más de 20 concesiones feudales de este tipo en los inicios de la dinastía Ming. Sus príncipes, Zhu Di entre ellos, cultivaron el poder político y militar con el propósito de apoderarse del trono. El emperador Jianwen, quien sucedió a su abuelo, el emperador Zhu Yuanzhang, fundador de la dinastía Ming, se sentía amenazado por estos príncipes, por lo cual, al asumir el trono, abrogó el poder de administración y de mando del ejército de los cinco más débiles de ellos en sus localidades. Consciente de que sus anhelos por ocupar el trono podían desvanecerse pronto, Zhu Di tomó acciones preventivas. La expedición meridional que lanzó con el pretexto de disipar las malas influencias que sitiaban al joven emperador Jianwen logró éxito con eficacia, pero el sitio a donde fue a parar el destronado soberano tras su huída sigue siendo uno de los misterios sin resolver de la historia china.

El Pabellón de la Deidad en la cumbre Tianzhu.

El motín de Zhu Di fue el equivalente a un regicidio. No en balde se sentía luego atormentado por la preocupación de que su sobrino desaparecido regresara comandando un contigente de enemigos políticos. Para no ser sorprendido por contingencia alguna, el usurpador, recién coronado como Yongle, construyó la Ciudad Prohibida, trasladando la capital Ming de Nanjing a Beijing. Otro tanto a su favor fue construir los templos taoístas en la Montaña Wudang, para atenuar su reputación de usurpador. Zhu Di creía que la llegada de la dinastía Ming y su ascenso al trono eran resultado de la intervención divina. En consecuencia, eligió a Wudang como sitio para el templo, considerándose a sí mismo una reencarnación de Zhenwu, dios del norte, y declaró su omnipotencia imperial como mandato del cielo. Los muchos templos construidos en Wudang fueron la expresión arquitectónica de su afán por asegurarse la protección divina.

Estatua de bronce de Zhang Sanfeng, reino del emperador Yongle.

En 1412, mientras se construía la Ciudad Prohibida, el emperador envió 300.000 artesanos y constructores militares y civiles a Wudang. El cometido de los mismos era crear un palacio imperial taoísta -un proyecto masivo en el cual el emperador invirtió los tributos e impuestos de nueve provincias chinas meridionales de notables recursos. Trece años más tarde ya existían 33 grupos de templos taoístas, pabellones y puentes, incluyendo el Pabellón Dorado y los templos Taihegong, Qingweigong, Zixiaogong, Chaotiangong, Nanyangong, Huilongguan, Longquanguan, Fuzhenguan y Yuanheguan, construidos a lo largo de una línea de 70 km del centro urbano de Junxian al pico Tianzhu.

Llegó un momento en que la Montaña Wudang contaba con 400 templos, administrados por 10.000 monjes o más. El complejo cubría 1,6 millones de m² -dos veces la superficie de la Ciudad Prohibida. El emperador Yongle supervisó personalmente el proyecto de Wudang, empeño que atendió personalmente, ajustándose al principio taoísta de respetar las leyes de la naturaleza en todas las fases de la construcción. Los materiales de construcción fueron transportados desde otros sitios para evitar perturbar la simetría natural de las maderas y rocas de Wudang. El emperador garantizó que los edificios se mezclaran de modo natural, conjugando su estructura con la estética circundante. Por ello, concedió a Wudang el título de "Montaña N.° 1 bajo el cielo" y elevó a Zhenwu, dios del norte, a la condición de todopoderoso –la principal divinidad del panteón taoísta.

Un monje taoísta practicando kungfu. ---cnsphoto

El Paballón Dorado en el Pico Tianzhu data de 1416, y en él se ensalza la presencia de una estatua de cobre de Zhenwu el Todopoderoso. Construida por completo en cobre y oro refinados, la misma se erigió siguiendo el estilo de un palacio de madera, con componentes espigados y escopleados. Su fabricación requirió varias toneladas de cobre puro. Después de ser transportados a la cumbre de Wudang, los componentes fueron montados y cubiertos con varios kilos de oro líquido. Para proteger el pabellón, Zhu Di ordenó la construcción de una "Ciudad Prohibida" en la cuesta que quedaba debajo. Se usaron pernos y bolas alrededor del edificio a guisa de barras para preservar el pabellón, los mismos que, 500 años más tarde, se mantienen intactos y con el brillo original.

El complejo imperial del palacio taoísta se concluyó en 1424, pero Zhu Di nunca pudo disfrutar de su magnificiencia, pues murió en una expedición norteña poco antes de su terminación. A la posteridad dejó, además de un cúmulo de leyendas, cuatro sitios que con el tiempo han sido declarados Patrimonio de la Humanidad, a saber, el complejo antiguo del Templo de la Montaña Wudang, el Palacio Imperial, las Trece Tumbas de Ming y el Templo del Cielo.

Zhang Sanfeng y el Kungfu de Wudang

El Taoísmo cuenta con un sistema complicado de inmortales y deidades, que se dividen grosso modo en tres categorías: dioses naturales, como los del sol, la luna, el viento, la lluvia y la tierra; divinidades mortales de grandes méritos, como los modelos de fidelidad, piedad filial, benevolencia y justicia; y dioses funcionales diarios, como los dioses de la puerta, la cocina y el fuego. Cada uno tiene sus propias características, pero en conjunto representan la justicia y la benevolencia, y tienen el propósito común de ayudar a los necesitados y castigar a los malvados.

Único entre los muchos inmortales que se afirma vivieron en la Montaña Wudang fue el monje taoísta y maestro de artes marciales Zhang Sanfeng. Se dice que caminaba 500 km diarios, que ayunaba por meses seguidos y desaparecía y reaparecía en un instante, según cuenta la Historia de la dinastía Ming. El emperador fundador de la dinastía Ming, Zhu Yuanzhang había intentado sin éxito poner a Zhang Sanfeng a su servicio, pero el monje era duro de convencer. El emperador Zhu Di escribió una carta de extraordinaria modestia y respeto a Zhang Sanfeng, solicitando una reunión, pero Zhang declinó. Ningún mortal que valorara su vida se habría atrevido a comportarse de una manera tan poco protocolar hacia el emperador, pero como Zhu Di consideraba a Zhang Sanfeng como deidad, no se sintió ofendido. Por el contrario, para expresar su sinceridad, el emperador ordenó la construcción del Yuzhengong (Palacio del Encuentro con el Verdadero Hombre) en la Montaña Wudang, y la inclusión en un santuario, en el pabellón principal de dicho palacio, de una estatua de Zhang Sanfeng. Este honor imperial sin parangón generó numerosas especulaciones sobre los motivos del emperador. Algunos afirmaron que Zhang Sanfeng era realmente una deidad viviente, versado en las artes de la necromancia y la destilación de elixires para prolongar la vida. Otros conjeturaron que Zhang sabía el lugar donde se ocultaba Jianwen, cuya reaparición era el pavor del emperador. Lo que si queda claro es que, desde la época de Zhu Di, Zhang Sanfeng ha sido considerado un gran artista y fundador del kungfu de Wudang, más que un ser inmortal de las artes marciales.

El kungfu de Wudang igual en nivel de reputación al kungfu de Shaolin. El primero suele ser aceptado como meridional, defensivo y el segundo como escuela norteña, de naturaleza ofensiva. Uno de los supuestos aportes de Zhang Sanfeng a las artes marciales chinas es su declaración inequívoca que la esencia de la práctica del kungfu radica en mantener la salud física. Por tradición, el taoísmo se asociaba a los elíxires y la alquimia, pero Zhang Sanfeng fue una excepción. En carta al emperador Zhu Di, escribió: "Es mejor no creer en la alquimia y los alquimistas... La amplitud de Dao y la abundancia de virtud son los mejores remedios, mientras que una mente serena y la ausencia de deseos alimentan la longevidad". Zhang creó y practicó un "kungfu del elixir interno", conocido hoy como qigong, o kungfu respiratorio -- una técnica de respiración que coloca cuerpo y espíritu a un mismo nivel.

El kungfu de Wudang es una de las muchas teorías taoistas que se originan en el Dao De Jing (el Libro del Camino a la Virtud, de Lao Zi). Sus movimientos combinan artes marciales con el concepto de la auto-cultivación espiritual, y siguen la órbita circular del Taiji. Sus teorías marciales afirman que "la quietud supera al movimiento"; "la suavidad supera a la dureza"; "mantengo la inmovilidad cuando mi oponente se mantiene quieto; y mis reacciones se aceleran cuando mi oponente comienza a moverse". Tales enunciados coinciden con la enseñanza fundamental de Lao Zi en el Dao De Jing, según la cual "el más suave supera al más duro del universo". Se dice que en una ocasión Zhang Sanfeng observó a un pájaro atacar a una serpiente en la Montaña Wudang. A partir de este hecho se inspiró en las tácticas defensivas de la serpiente, que permanecía alerta e inmóvil ante las embestidas continuadas del ave, hasta que logró propinarle una mordida fatal. Esta batalla inspiró a Zhang para crear un módulo de boxeo Taiji de 72 movimientos. Muchos de los ejercicios y los movimientos de Wudang reciben nombres de animales, como en el caso del boxeo Taiji, por ejemplo, en el cual aparecen el águila y la serpiente, el caballo salvaje, el tigre negro, el mono blanco y los movimientos de la serpiente blanca.

Además de sus estilos diversos de boxeo, el kungfu de Wudang abarca muchos ejercicios meditativos, tales como la Iluminación del Ojo, el Vigor de la Circulacion de la Sangre, las Cinco Formas Secretas, y el kungfu de la Iluminación de las Tres Puertas Divinas. Hay asimismo ejercicios en los cuales se usan armas, tales como la espada y el garrote de los Ocho Inmortales. El látigo de cola de caballo que a menudo usan los monjes taoístas es parte del arsenal de armas del secreto del kungfu de Wudang.

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