La voz de las
que no tienen voz
Por
nuestra reportera XU XIAOYAN
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Como sector vulnerable,
las mujeres necesitan de la atención social. |
En un gélido día invernal de 1995, en un pequeño
y desvencijado motel de Beijing, Guo Jianmei y sus compañeros
fundaron el Centro de Estudios y Servicios Jurídicos para
las Mujeres de la Universidad de Beijing, la primera organización
no gubernamental y no lucrativa de China dedicada a la asistencia
e investigación legal para las mujeres. Transcurridos más
de diez años, el centro se ha convertido en una de las
más influyentes organizaciones de su tipo. Al recordar
la fundación, Guo Jianmei lo describe de esta manera: "Es
como subir una cuesta contra el viento, llevando una carga pesada
sobre hombros".
Confiar en la ley
Nacida en el seno de una familia de profesores en la zona rural
de la provincia de Henan, Guo Jianmei desarrolló un carácter
sencillo, incluso un poco "tonto", lo cual incidió
en que renunciara a su empleo estable y bien pagado para fundar
una organización sin ánimo de lucro. "Hablamos
de una causa que siempre necesita a alguien que la apoye",
explica sobre su decisión. En 1989, con vistas a desarrollar
las labores preparativas de la Ley para la Garantía de
los Derechos e Intereses de las Mujeres, Guo Jianmei participó
en una investigación sobre la situación real de
las mujeres chinas. Después de recorrer más de 20
provincias y regiones del país, se quedó sorprendida
por las escenas que vio. Más tarde, en la IV Conferencia
Mundial sobre la Mujer de Beijing, en 1995, varios delegados extranjeros
del círculo jurídico y legislativo preguntaron si
China contaba con organizaciones no gubernamentales dedicadas
a la asistencia legal a las mujeres, ante lo cual los chinos presentes
guardaron silencio. Esto afectó profundamente a Guo Jianmei.
En los primeros años tras la fundación del centro,
Guo Jianmei se sintió perpleja y aturdida. "No pensaba
que en esos años la asistencia legal a las mujeres resultaría
tan difícil", dice. "Las víctimas y yo
sufrimos discriminación y prejuicios. Pero todo eso no
hizo más que reforzar nuestra decisión de insistir
en este camino".
El primer caso de Guo Jianmei en el centro fue la apelación
presentada por una mujer, la cual venía a Beijing para
plantear pleito judicial, pero en el camino sufrió un accidente
de tráfico que la dejó con muchas fracturas en el
cuerpo y un ojo extirpado. "Por falta de fondos, ella no
tenía dinero para completar el tratamiento médico.
Cuando la vi, su cuerpo despedía un olor desagradable y
de la cuenca vacía del ojo brotaba sin cesar el humor",
recuerda Guo Jianmei. El juez le preguntó a Guo Jianmei
por qué había aceptado representar a una persona
en esas condiciones, quien además era incapaz de pagar.
Guo Jianmei se sintió muy ofendida. "Al final ganamos
el pleito, pero no recibimos la suma exigida como compensación".
Rememora con amargura Guo Jianmei.
A primera vista, Guo Jianmei aparenta ser tranquila y tierna.
Sin embargo, sus amigos saben que su interior encierra un valor
incomparable. "Me siento capacitada para ganar los pleitos
más difíciles, confirma.
Una vez, 80 muchachas campesinas llegaron desesperadas al centro.
Habían trabajado para una fábrica de confecciones
por dos o tres años, sin paga y sujetas a malos tratos.
La acusación había sido presentada más de
tres años atrás sin ningún resultado.
En manos de Guo Jianmei el proceso tampoco marchó de mejor
manera. Un año después, las muchachas perdieron
la esperanza y pidieron a Guo Jianmei que terminara la reclamación.
"Ya no queremos nuestro dinero y tampoco más pleito.
No creemos que haya nadie capaz de ayudarnos", dijeron anegadas
en llanto. Sus palabras penetraron hondo en el corazón
de Guo Jianmei, quien prometió que se empeñaría
hasta poder ganar el pleito y entregar el dinero en las manos
de cada muchacha.
Pasados dos años Guo Jianmei cmplió su promesa.
Cuando ella y el personal del centro entregaron el dinero a las
muchachas, éstas no podían contener las lágrimas,
por tanta energía y tiempo invertidos. "La lección
puede ser que hay que confiar en la ley", agrega Guo Jianmei.
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Guo Jianmei investiga
la vida femenina en la provincia de Yunnan. |
Elevar la calidad de vida de las mujeres
En su más de diez años de matrimonio, la Sra. Wei
soportó los golpes de su marido. En 2000, tras una disputa,
el esposo enfurecido la roció con gasolina y le prendió
fuego. Afectada de graves quemaduras, la Sra. Wei denunció
ante la policía el maltrato de su esposo, pero ésta
hizo caso omiso, al considerar que se trataba de una trifulca
matrimonial. Cuando la Sra. Wei acudió al centro, los abogados
le indicaron que se trataba de un delito de daño intencional.
En vista de la grave lesión causada, el autor no debía
ser eximido de culpabilidad. Con la ayuda del centro, el esposo
fue condenado a 14 años de prisión y a compensar
a la Sra. Wei con 80 mil yuanes - unos 10 mil dólares-.
Según Guo Jianmei, la mayor parte de los casos de violencia
conyugal en China quedan ocultos por vergüenza de airear
ante el público los escándalos del hogar. Además,
no todos los casos denunciados reciben atención o castigo
adecuado por parte de las instituciones encargadas de aplicar
la ley. Bajo esta situación, se hace cada vez más
apremiante concretar leyes, elaborar estipulaciones más
detalladas y factibles sobre el problema de la violencia familiar
y exigir la aplicación estricta de la ley a las instituciones
relacionadas.
En los diez años transcurridos, el centro ha proporcionado
a las mujeres pobres abogacía gratuita en más de
550 juicios, ha ofrecido más de 50 mil consultas y ha presentado
ante las instituciones gubernamentales más de 70 informes,
propuestas legislativas y cartas de opinión legal. También
ha recibido a famosas visitantes como Hillary Clinton, Nane Anan
- esposa de Koffi Anan-, entre otras.
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Las mujeres forman una fuerza
social muy importante. |
En fecha reciente, el centro ha atendido casos que han generado
repercusión en la sociedad china. Ejemplo de ello fue la
mujer que ganó el primer lugar en el examen de funcionarios
públicos de la provincia de Sichuan. Sin embargo, el puesto
recayó en manos de un hombre. Al explicar su decisión,
la institución involucrada dijo que la decisión
se tomó de acuerdo a un instrumento emitido por el gobierno
provincial, la cual no permite que los jefes del sexo masculino
contraten secretarias.
Además, el centro ha promovido una demanda por violación
dentro del matrimonio, la cual fue admitida por el tribunal. El
centro también empieza a prestar mayor importancia a la
protección de los intereses de las mujeres en casos de
acoso sexual y división de bienes en caso de divorcio.
En 2002, el centro abrió su sitio web, el primero de China
para asistencia legal no gubernamental a las mujeres. Aquellas
mujeres que no pudieron recibir servicios de abogacía,
obtuvieron asesoramiento. De acuerdo con Guo Jianmei, el objetivo
del centro no se limita a apoyar a las mujeres vulnerables, sino
que se concentra en elevar la calidad de vida de todas las chinas.
Sistema protector
En los primeros dos años después de la fundación
del centro, sus primeras cuatro miembros asumieron el asesoramiento
de diez mil personas y la abogacía en 140 procesos. Una
experiencia sencillamente extenuante. Sin embargo, según
se extendía la fama del centro, aumentaba el número
de personas que acudían a ellas. Frente a tal situación,
Guo Jianmei reflexionó que la asistencia legal necesita
de fuerzas numerosas y la protección de los intereses de
las mujeres se debe acometerse desde los sistemas protectores.
A partir de 2005, el centro se dedicó a los juicios de
interés público, con el fin de proteger los
derechos de las mujeres por medio de la reglamentación".
Después de un tiempo de observación, el centro seleccionó
cuatro campos en los cuales aplica su estrategia nacional: los
derechos de las mujeres rurales a disponer de tierra, la protección
de los intereses de las empleadas domésticas, la discriminación
contra las mujeres en la carrera y profesión y el asedio
sexual en las oficinas.
La expectativa de Guo Jianmei es convertirse en una abogada caritativa
y miembro de una Organización No Gubernamental (ONG) de
primera generación en China. En el camino hacia su objetivo,
muchas personas se rinden ante los obstáculos. Pero Guo
Jianmei sigue marchando y sólo desea que al envejecer la
sociedad reconozca la contribución que ella y sus colegas
han hecho.
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