Una familia de acupunturistas

Por LUO YUANJUN

Cheng Hongfeng.

Dadas sus dotes curativas singulares, evidentes y sin efectos secundarios, la antigua acupuntura china se ha granjeado el reconocimiento de un creciente número de países del mundo y ha acelerado sus pasos hacia la internacionalización. A fines del año 2006, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó la Normatividad para la Práctica Clínica de la Medicina Tradicional China, con la cual culminó la estandarización de los puntos acupunturales conocidos a nivel mundial.

En su tierra de origen, sin embargo, esta terapia milenaria enfrenta el gran desafío de cómo desarrollarse, debido a la escasez de profesionales en este campo. Lo alentador es que en la actualidad no pocos médicos de la medicina tradicional china (MTC) están luchando sin escatimar esfuerzos para revertir esta situación.

Efecto milagroso

En Beijing vive una familia de gran fama en la acupuntura, a la cual tres generaciones han dedicado toda la vida. Ellos son el abuelo Cheng Xinnong (académico de la Academia de Ingeniería de China), el padre Cheng Hongfeng (profesor asociado de la Academia de Medicina Tradicional de China) y el hijo Cheng Kai (doctor en medicina).

El abuelo Cheng destaca por su habilidad de detectar con exactitud los puntos acupunturales e insertar con rapidez las agujas en el sitio justo. Por lo general, toma menos de un minuto para introducir de 8 a 10 agujas en el cuerpo del enfermo. Los pacientes lo elogian también por su alta técnica acupuntural, capaz de producir rápidos efectos terapéuticos.

Cheng Xinnong se especializa en tratar apoplejía, hemiplejía y otras enfermedades nerviosas. En un viaje laboral a la provincia de Shanxi, Cheng comió una vez con una familia campesina y notó que la anfitriona estaba muy preocupada. Más tarde supo que su hija padecía de una enfermedad que le hacía mover la cabeza sin cesar. Aunque había ido a muchos hospitales y había tomado diferentes medicamentos, todo había sido en vano. El Sr. Cheng pidió a la niña que se acercara, la observó detalladamente y le hizo varias preguntas. Luego sacó sus agujas y le insertó dos en la parte anterior y posterior de la cabeza. Antes de abandonar la casa, el Sr. Cheng retiró las agujas y prometió regresar el día siguiente. Después de tres días de tratamiento, con una aplicación diaria, la niña se curó completamente.

La técnica fantástica y efectos milagrosos de los tratamientos de Cheng Xinnong también le han ganado reputación internacional. Entre sus pacientes no faltan extranjeros que vienen especialmente a consultarle. Tal fue el caso de una señora india. Aunque dueña de tres hospitales, no había sido capaz de resolver su jaqueca, que le atormentó durante 17 años. Después de recibir un solo tratamiento del doctor Cheng, dejó de sentir dolor de cabeza y se curó completamente con un total de 20 aplicaciones de acupuntura.

Desde muy niño, Cheng Kai, el nieto de la familia, fue testigo de tales milagros de su abuelo y su padre. Cuando creció, él mismo se convirtió en hacedor de curas inusuales. Recuerda una historia de esa época que le llena de orgullo y la cita con frecuencia, como ejemplo de las propiedades curativas de la acupuntura. En una reunión de condiscípulos universitarios, otro doctor de medicina tradicional china se quejó de las convulsiones en sus espaldas, que a veces eran tan fuertes que no le dejaban dormir en toda la noche. Ningún tratamiento le había resultado efectivo. Al saberlo, Cheng Kai le indicó varios puntos de acupuntura y el modo de insertar las agujas. Como resultado, la primera aplicación le permitió una semana sin convulsiones. El doliente le expresó una gran admiración:

“Cualquier médico clínico que se dedica con seriedad a la MTC esta convencido de los excelentes efectos del tratamiento. Aunque por el momento no hay una explicación completa y sistemática sobre la esencia de los canales y colaterales en el cuerpo humano, son innegables los efectos de la acupuntura. La vitalidad de esta antigua terapia radica precisamente en que puede superar problemas imposibles de resolver por la ciencia moderna,” explica Cheng Kai.

“Incluso en el caso de la fiebre que sigue a una operación quirúrgica, los médicos occidentales de experiencia suelen recurrir al método de sangrar con aguja el lóbulo de la oreja del paciente para bajar su temperatura corporal, método que también aparece en la teoría de la acupuntura china. En realidad, conozco a muchos médicos occidentales muy interesados en la MTC,” continúa Cheng Kai.

En 1979, la OMS confirmó la aplicación de la acupuntura en 43 enfermedades de los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso, así como en los músculos, huesos y ojos. En noviembre de 1996, esta cifra aumentó a 64, tras una conferencia celebrada en Milán, Italia.

“Para la apoplejía, parálisis facial y dolores, son obvios los efectos curativos de la acupuntura. En realidad son aún más las enfermedades que pueden ser tratadas por este método. Por ejemplo, me aplico acupuntura cuando sufro de gripe,” añade Cheng Kai.

En comparación con el tratamiento con medicamentos, la mayor ventaja de la acupuntura es no causar ningún efecto secundario ni tóxico. Siempre que cumpla las normas y los reglamentos operativos, la acupuntura no produce daño alguno a la salud humana. Por eso, la OMS ha recomendado su investigación y aplicación en todos los países, como parte del sistema médico moderno.

MTC en la encrucijada

El difunto presidente Mao Zedong elogió la MTC como “una gran contribución al mundo”. No obstante, disminuye de continuo el número de los profesionales dedicados a esta disciplina. Documentos revelan que a principios del siglo XX había en China más de 800 mil médicos de MTC, cifra que en 1949 bajó a 500 mil personas. Actualmente sólo se registran 270 mil. A medida que fallecen muchos veteranos, se hace cada día más evidente la escasez de sucesores.

Cheng Xinnong.

Afortunadamente, la acupuntura es el sector más optimista de la MTC, porque estadísticas parciales indican que existen más de 100 mil acupunturistas registrados en más de 130 países. Empero, estos profesionales desconocen en su gran mayoría el método tradicional de diagnóstico de la MTC: observar, olfatear, preguntar y tomar pulso, y recurren a los aparatos para hacerlo. La pérdida de la tradición generará, tarde o temprano, una crisis radical en el desarrollo de la acupuntura.

De acuerdo con la antigua costumbre, la MTC se transmite de padre a hijo y de maestro a discípulo, ya que el perfeccionamiento de esta medicina depende principalmente de la experiencia acumulada en la práctica clínica. Desde los 11 años de edad, bajo la orientación de su padre, el abuelo Cheng Xinnong empezó a leer obras de MTC. A los 16 años, fue enviado a estudiar con un famoso médico del sur de China, a quien su padre pagó 500 monedas de plata (en aquel entonces una moneda de plata podía comprar 100 kg de harina de trigo).

Desde su niñez Cheng Hongfeng sintió fuerte atracción por la acupuntura, al ver a su padre aliviando y curando numerosos sufrimientos. Gracias a la capacitación personal de su padre, logró dominar rápidamente la acupuntura.

En cambio, el nieto Cheng Kai es quien ha recibido más enseñanza médica en la familia. En 1990, fue admitido por el Instituto de MTC de Beijing, el cual, fundado en 1956 y, luego de fusionarse con otros institutos en julio de 2000, cambió su nombre por el de Universidad de Medicina y Farmacología Tradicionales Chinas de Beijing, figura en la lista de centros docentes superiores prioritarios directamente subordinados al Ministerio de Educación.

De 1990 a 2000, cuando se graduó con el título de doctor en Ciencias Médicas, Cheng Kai pasó 10 años en la universidad. “La influencia familiar me inspiró desde la niñez fuerte interés por la acupuntura y me hizo dedicar toda mi vida a esta causa. Este ambiente me ha influido tanto que no titubeé en consagrarme a esta carrera, pese a las contradicciones surgidas entre la MTC y la medicina occidental,” explica Cheng Kai.

“En los primeros cinco años de licenciatura, estudié de manera sistemática los conocimientos básicos de la ciencia moderna y las medicinas tradicional china y occidental. En los cinco años siguientes, seguí a mis tutores, enriqueciendo mis conocimientos, experiencias y habilidad. Por su parte, mi familia me inculcó la fortaleza espiritual y el sentido de responsabilidad,” agrega Cheng Kai.

En la actualidad, los estudiantes aprenden la acupuntura principalmente a través de los centros docentes superiores. Un estudiante de licenciatura debe pasar cinco años de docencia, divididos a la mitad entre el conocimiento básico de la MTC y la medicina occidental. No es difícil deducir que este modelo didáctico no conduce al dominio perfecto de ninguna de las dos disciplinas.

Cheng Kai.

Además, la práctica clínica apenas dura un año, tiempo que resulta muy corto para los estudiantes de acupuntura, un oficio que depende en especial medida de las experiencias clínicas. Por otra parte, en los hospitales actuales predomina el modelo de diagnóstico y tratamiento basado en la medicina occidental, lo que dificulta la acumulación sistemática de conocimientos de la MTC. Las diferencias entre la medicina occidental y la MTC respecto al análisis del cuerpo humano y las enfermedades y los bajos ingresos han hecho que muchos de los médicos de la MTC abandonaran su carrera.

Al respecto comenta Cheng Kai: “Aprender la MTC requiere de una alta capacidad de comprensión. Es difícil comprenderla cuando uno no llega a cierta edad y no tiene suficientes conocimientos y experiencias de vida. Además, la metodología docente vigente es incapaz de aclarar todas las dudas, algo que no se producía con el método tradicional de enseñanza entre padre e hijo o entre maestro y discípulo, porque la acupuntura depende mucho de las técnicas. Por eso se requiere reformar el actual sistema didáctico. Por una parte, necesitamos más entrenamiento de los conocimientos y habilidades básicos y, por otra, debemos introducir el modelo de un maestro y un discípulo.

La solución

“En sus 60 años de profesión, mi abuelo trató a centenares de miles de pacientes, cifra que nunca seré capaz de superar en mi vida,” estima Cheng Kai. “Existe una amplia brecha entre la demanda de los enfermos y el número de los médicos de MTC. Por eso, tenemos mucho espacio para desarrollar la MTC.”

Por supuesto, la subsistencia y el desarrollo de la MTC no sólo dependen del apoyo y atención del Estado, sino también de los éxitos de los médicos de MTC. No pocos especialistas recomiendan que se establezcan a escala nacional cadenas de clínicas u hospitales de MTC, donde médicos jóvenes y especialistas puedan trabajar juntos.

Caracterizadas por su bajo costo y excelentes servicios, estas clínicas no sólo servirán para resolver las dificultades de los chinos a la hora de ir al hospital y reducir los altos gastos de las consultas médicas, sino que también acelerarán la formación de médicos de MTC, librándolos de la dependencia de la medicina occidental y mejorando su nivel clínico.

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