¿Crear o vender? eterno dilema del cine

Por XIN XIN

Con la película “Naturaleza muerta”, Jia Zhangke ganó el León de Oro en el XXXVI Festival de Cine de Venecia.

El filme chino “Naturaleza muerta” sobresalió entre más de 1.900 películas participantes en el XXXVI Festival de Cine de Venecia, donde se alzó con el máximo galardón, el León de Oro. El palmarés ha significado un nuevo motivo de júbilo para la comunidad cinematográfica china. A propósito, varios cineastas del patio opinan:

Naturaleza muerta” aborda el proyecto de las Tres Gargantas, la mayor obra hidráulica de China y del mundo. Según estadísticas, los emigrantes desplazados por el proyecto sumaron 1,2 millones. La película relata los esfuerzos de un hombre y una mujer por conseguir la felicidad y la libertad, con resultados opuestos. El protagonista masculino recupera su amor y legaliza su unión consensual, mientras que la mujer abandona su relación y termina su matrimonio. El director Jia Zhangke afirma: “La sociedad suele pasar por alto la vida de la gente común, como sucede con las naturalezas muertas en las bellas artes. Mi objetivo es llamar la atención sobre este particular”.

El filme sigue el habitual estilo de Jia Zhangke: uso del teleobjetivo, presentación de detalles de la vida cotidiana, atención a los ciudadanos de nivel social inferior y el destino de las personas humildes. “No he modificado el carácter de mis protagonistas en mis ocho películas anteriores. Es un grupo de gente representativa del mayor segmento de la población china. Me inspiro en mi propia vida. Nací en un poblado pequeño de Fenyang, en Shanxi, sitio famoso por sus ricos recursos carboníferos. Me siento responsable de reflejar la auténtica vida al público, lo que rara vez se ve en la pantalla”, indica.

Como dato interesante, vale señalar que el protagonista de la cinta es Han Sanming, primo de Jia, un minero que sólo ha vencido el nivel de enseñanza secundaria. Han se ha desempeñado asimismo en previas producciones de Jia Zhangke. “En su mirada, afirma el director, puedo captar la timidez, las complicaciones existenciales y las emociones. Mi primo lleva largo tiempo trabajando en un ambiente peligroso”.

A diferencia de otros directores de la generación pasada, que dan a conocer al mundo occidental lo feo y lo atrasado de la cultura tradicional china, las obras de Jia muestran al público una China y chinos en constante cambio. “Mi objetivo es muy claro: estoy viviendo en una sociedad que cambia por días. Cada una de mis películas permite perciber esa mutación social. Intento sumergir al público en las sensaciones de la vida cotidiana, no en dramas individuales o especiales. Las individualidades, en definitiva, están marcadas por las transformaciones sociales. Ese es mi tema”, destaca Jia. El crítico cinematográfico francés Michel Frodon valora así las películas de Jia Zhangke: “Los turistas occidentales que anden a la caza de algo exótico se quedarán con las ganas, pues aquí no encontrarán seda del Oriente ni concubinas coquetas; tampoco el mar rojo de la época de Mao Zedong”.

Y mientras Jia Zhangke sigue su camino de filmar películas sobre la vida cotidiana de la gente común, Feng Xiaogang, su taquillero colega, empieza a probar suerte en el mercado internacional.

Crecido en las callejuelas de Beijing, Feng Xiaogang conoce muy bien la vida de la gente de nivel cultural inferior. Saltó a la fama dirigiendo comedias para saludar al año nuevo. En 2006, con una inversión de 15 millones de dólares, cifra que sobrepasa en totalidad de sus obras anteriores, Feng filmó “El banquete” con intenciones de penetrar el mercado universal. Lamentablemente, “El banquete”, considerado como la versión china de “Hamlet”, no ha recibido críticas favorables de muchos comentaristas. Esta cinta ha representado un desvío total de los temas habituales de Feng: la vida de la gente común y corriente y la capacidad de contar historias. En muchas escenas trágicas de la película, el público respondió con risas. Por otro lado, el espectador occidental familiarizado con “Hamlet” tampoco la acepta y siente que el “El banquete” le ha dejado con más hambre que satisfacción.

Hasta hoy China ha producido cinco películas dirigidas por Zhang Yimou, Chen Kaige y Feng Xiaogang, con una inversión superior a los 100 millones de yuanes. En estos filmes predominan las historias de Kongfu. Al igual que Feng Xiaogang, los otros dos directores filmaron numerosas obras sobre la vida cotidiana. En cuanto a porqué escogen la historia antigua y el Kongfu, podría deberse al impacto previo que causó “Tigre y dragón”, de Ang Lee.

El comentarista de cine Zhou Liming manifiesta: “Antes de Tigre y dragón, en EE.UU. había muchos espectadores asiduos al Kongfu. La mayor contribución de Ang Lee ha sido lograr que el público común se interese por estas producciones. Es decir, que los filmes de Kongfu dejen de ser exclusivos de la fanaticada de artes marciales. Por esa vía los directores chinos creen haber encontrado la llave para abrir el mercado internacional”. Zhang Yimou exterioriza: “El mercado internacional todavía no está listo para acoger todo tipo de películas chinas. Hoy sólo los filmes de Kongfu son bien recibidos”. El primer filme de gran inversión de Zhang, “Héroe”, alcanzó un récord de taquilla interna de 250 millones de yuanes y 1.100 millones de yuanes en el exterior. Tales éxitos fomentaron la confianza de los directores. Empero, estas películas no corrieron la misma suerte que “Tigre y dragón”; tampoco han sido premiadas en eventos internacionales, por no hablar ya del codiciado Oscar de Hollywood. Además, sus ingresos no han alcanzado los de “Tigre y dragón,” cuya inversión fue de 15 millones de dólares y recaudó 130 millones de dólares sólo en la región de América del Norte. Por otro lado, “Héroe” no generó ganancias para los inversionistas. Otro ejemplo es “La Promesa”, de Chen Kaige, que tras costar 340 millones de yuanes sólo recuperó 180 millones en el país. También sufrió grandes pérdidas en el extranjero. Ambas películas, sin embargo, emplearon al mismo equipo técnico de “Tigre y dragón”, desde el escenógrafo y los músicos, hasta el director de arte, el director de acción y el elenco, por lo cual se reiteraron imágenes ya vistas por el público. Súmese a ello un tema monótono y similar y se tendrá la explicación del fracaso. Casi todas recurrieron a problemas filosóficos que no lograron cautivar el corazón del público. El profesor Hao Jian, del Instituto de Cinematografía de Beijing, considera que los cineastas no respetan las reglas del sector. Ellos aspiran a imponer sus puntos de vista individuales. No respetan la lógica e intentan descubrir ideas nuevas, lo que trae por resultado la pérdida del apoyo del espectador.

"El banquete".

A Juzgar por la suerte de “Naturaleza muerta”, se puede decir que los jurados están interesados más en películas de la vida cotidiana y en el destino de los protagonistas. “A mi parecer, no es necesario adivinar el gusto de los jurados”, señala Jia Zhangke, quien no depone sus esperanzas de ganar un Oscar. “Lo que está en tu camino, nadie te lo podrá quitar”, añade.

Además de ocupar un puesto en el área internacional, la consideración comercial constituye motivo importante para que muchos cineastas chinos se involucren unos tras otros en proyectos de alta inversión. El director Chen Kaige manifiesta al respecto: “Estamos en una sociedad comercial. No podemos vivir aislados, es decir, no podemos desentendernos del medio ambiente”. Los inversionistas sostienen el mismo punto de vista: el público chino no compra boletos para el cine con frecuencia. Una obra con bajo presupuesto seguramente no atraerá al espectador. Para lograrlo hay que desembolsar plata en grandes cantidades. Así las cosas, se presenta un fenómeno: los directores con sus películas de compleja elaboración esperan una taquilla favorable en el mercado extranjero. No obstante, el mercado foráneo se decanta por una fórmula preestablecida: estrellas famosas de Asia más Kongfu más un argumento histórico y confuso.

"El banquete".

El ingreso global de las películas en China fue de mil millones de yuanes en el primer semestre de 2006. De esta cifra, 51 millones de yuanes correspondieron a exportaciones. Al hablar del tema, Jia Zhangke indicó: “Cualquier filme puede tener limitantes. A veces, una película deja al espectador con insatisfacciones respecto a sus expectativas. Lo que tenemos que hacer es tratarlo con una actitud objetiva”. Se impone establecer un mercado de fusión de capital y ventas al extranjero, que permita la continuidad de la labor fílmica.

“Personalmente, considero que las películas de alta inversión se han convertido en tabla de medición para medir las obras. Lo peor es que es un valor único. Con el paso de tiempo y el mejoramiento del nivel adquisitivo, tal fenómeno deberá disminuir”, admite con franqueza Jia. Y agrega: “El cine es una industria y al mismo tiempo una manifestación artística. El hecho de que la prensa comience a pronunciarse sobre las películas de gran presupuesto implica un buen comienzo”.

Jia Zhangke: nació en 1970, y se graduó en 1997 por la Facultad de Lite-ratura del Instituto de Cinematografía de Beijing. A partir de 1995 comienza su trabajo como director. Es uno de los directores más activos en Asia. Sus obras incluyen Xiaoshan regresa a casa, Xiao Wu, Andén, Alegría desconocida, El mundo, Naturaleza muerta, Dong, etc.

Las cinco películas cuya inversión supera los 100 millones de yuanes son: Héroe, de Zhang Yimou, Casa de las dagas voladoras (House of flying daggers), de Zhang Yimou, La Promesa, de Chen Kaige, Oro A (Gold A), de Zhang Yimou y El banquete, de Feng Xiaogang.

"El banquete" de Feng Xiaogang, filmada con una inversión de 15 millones de dólares.
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