¿Qué
hay detrás de un puesto estatal?
--Millones de chinos pugnan hoy por una vacante en la nómina del Estado. ¿Qué les impulsa?
Por LU RUCAI
A través de Internet, más de un millón
100 mil personas solicitaron someterse al examen para funcionarios
estatales de 2007. De ellos, más de 740 mil fueron
aprobados para examinarse, y de esta cifra más de
530 mil candidatos asistieron a la prueba. Los que obtengan
el certificado al final podrán optar por puestos
en 89 oficinas gubernamentales, donde hay actualmente 12.724
puestos vacantes. Se trata de una competencia muy reñida,
pues de cada 42 candidatos sólo uno será aprobado.
Y para los mejores puestos la proporción será
más estrecha aún, de mil a uno. En las 36
ciudades de China hay 480 sitios de examen y 50 mil empleados
que atienden dichos exámenes.
¿Funcionario estatal = tazón de oro?
En China se usó por mucho tiempo el término
tazón de hierro para describir un puesto
rentable, que en el pasado, cuando regía la economía
centralizada, solía estar dotado de prestaciones
sociales de por vida. Entre estas se incluían los
costos de la vivienda y la atención médica.
En 1994, se empezaron a elegir a funcionarios estatales
por medio de exámenes públicos. Anteriormente,
el país asignaba a los graduados universitarios y
soldados retirados a los puestos gubernamentales. Todos
ellos se beneficiaban del tazón de hierro.
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Aspirantes
de Changchun en el examen para funcionarios estatales |
Los funcionarios gubernamentales no tienen tazón
de hierro, ¡sino de oro! Porque no corren el riesgo
de ser despedidos y gozan de muy buen pago. En estos
términos se expresa Zhao Xi, un candidato al examen
que estudió finanzas en la universidad y tiene tres
años de experiencia laboral. Con el objetivo de trasladarse
a oficinas estatales de finanzas, Zhao Xi participó
en el examen arriba mencionado. Aunque es muy difícil
de conseguir un puesto en el Ministerio de Finanzas del
Estado, afirma, vale la pena probar.
El Centro de Encuestas Sociales del Periódico de
la Juventud de China realizó un estudio entre 17.330
participantes. El mismo arrojó lo siguiente: 73,6%
de todos los participantes quiere ser funcionario estatal.
Y entre ellos, 83,3% cree que los funcionarios gubernamentales
tienen un puesto estable y gozan de una firme garantía
de tratamiento médico y pensión de jubilación;
55,8% cree que los funcionarios de este tipo obtienen beneficios
satisfactorios y 44,2% considera que es motivo de orgullo
ser funcionario estatal.
Ingresos satisfactorios, buenos servicios médicos
y garantía de pensión de jubilación
hacen atractivo el puesto estatal. Según las estadísticas
del Ministerio de Personal, durante ocho años, de
1996 a 2003, período de la aplicación del
sistema del licenciamiento de funcionarios gubernamentales,
quedaron sin puestos en dependencias oficiales 19.374 funcionarios,
a razón de unos 2.500 por año. Tomando en
cuenta que en todo el país hay seis millones de funcionarios
estatales, la tasa anual de despido es inferior al 0,05%.
En comparación con la tasa nacional, la anual de
despido de Beijing es menor. Esto se percibe en el hecho
de que en el mencionado lapso de ocho años, sólo
300 de los 100 mil funcionarios de Beijing quedaron cesantes.
Durante ese período 32.549 funcionarios dimitieron
por propia iniciativa. La tasa de movilidad laboral de los
funcionarios estatales se mantiene en 1,25%, mientras que
la misma tasa entre empleados de compañías
y empresas es de 10%.
Según el Cuestionario sobre la vida de los
ciudadanos de Guangzhou de 2006 confeccionado por
el Centro de Investigaciones de Opinión Pública
de Guangzhou, los funcionarios estatales se sienten más
satisfechos que los de otros empleos respecto a los ingresos,
el trabajo y la relación con sus colegas.
Reflexión sobre algunos problemas sociales
El Periódico de la Juventud de China señala
que con la participación de los jóvenes bien
educados el contingente de funcionarios gubernamentales
obtendrá una inyección de profesionalidad
y calidad. En consecuencia, se augura un incremento en el
nivel de decisión política y servicio civil.
Al mismo tiempo, ciertos expertos mantienen que el entusiasmo
por el examen de funcionarios estatales refleja problemas
sociales de China. El subdirector del Ministerio de Personal
opina que la causa primaria de este fenómeno radica
en el aumento de la presión sobre los empleos. Después
de 2002 el número de graduados universitarios se
multiplicó, así que, como es lógico,
aumentó la presión sobre el empleo y cada
vez son más las personas que compiten por un puesto
de funcionario estatal. Según estadísticas,
de 1994 a 2000, los primeros años de la aplicación
del examen, los candidatos totalizaron 40 mil, pero ahora
cada año hubo más de 500 mil solicitantes.
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Numerosos
granduados en el sitio de examen en Zhejiang. |
Zhong Renyao, decano de Administración Pública
de la Universidad de Finanzas de Shanghai, sostiene la misma
opinión. Basta el ejemplo de nuestra universidad.
Hace tres años, los graduados preferían empresas
y compañías extranjeras. Pero en el presente
casi todos quieren ser funcionarios del Estado, por su evidente
superioridad en las prestaciones. Los funcionarios
normales de Shanghai tienen un ingreso de 4.000 yuanes (500
dólares) y algunos pueden ganar hasta 7.000 yuanes
(875 dólares), mientras que el ingreso medio de los
ciudadanos de Shanghai se aproxima a los 1.870 yuanes (222,5
dólares).
Otro aspecto que queda en evidencia es la debilidad del
sistema de seguridad social de China. Zheng Gongcheng, director
del Centro de Investigaciones sobre la Seguridad Social
de China, de la Universidad del Pueblo Chino, señala
que en estos momentos 80% de los trabajadores carece de
seguridad básica para la vejez y 85% de los residentes
no tiene seguro médico básico. Los funcionarios,
empero, disfrutan del tratamiento médico y la pensión
de jubilado. No es de extrañar entonces la disputa
por estos puestos.
Breve historia del desarrollo
del sistema de funcionarios del Estado
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A partir de los inicios de la década de los
50 del siglo XX, el país asignó los
graduados universitarios, soldados retirados y personal
social calificados a los puestos en las oficinas gubernamentales.
Como no había un sistema perfecto para la selección,
era relativamente fácil que personas de pocas
condiciones morales ocuparan estos puestos.
En 1987, el Gobierno chino asumió el establecimiento
de un sistema de funcionarios estatales como punto
clave para la reforma del sistema de personal.
En junio del 1994, con la publicación de las
Estipulaciones Temporales para la Admisión
de Funcionarios Estatales, quedó instituido
de manera formal el sistema para emplear a funcionarios
gubernamentales a través de un examen. Las
pruebas se presentan de manera escrita, como entrevista
y examen físico.
A partir del 1 de enero de 2006, se empezó
a aplicar la Ley de Funcionarios Estatales, con lo
cual se ha dotado de cuerpo jurídico al proceso
de admisión.
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