¿Cómo llevar la cooperación chino-chilena
a una nueva etapa después del TLC?
Por XU SHICHENG*
*Xu
Shicheng, investigador titular del Instituto de América
Latina anexo a la Academia de Ciencias Sociales de China
y vicepresidente de la Asociación China de Estudios
Latinoamericanos.
EL Tratado de Libre Comercio (TLC) entre China y Chile
entró en vigor e1 1º de octubre de 2006. Tanto
chinos como chilenos estamos muy contentos y satisfechos.
Pero ¿cómo conducir la cooperación
chino-chilena a una nueva etapa? Este es un nuevo desafío
que encaramos ambos gobiernos y pueblos.
En primer lugar, ¿cómo promover ulteriormente
nuestra cooperación económica y comercial?
Estoy de acuerdo con que hay que llevar a la práctica
las estipulaciones del TLC y aumentar la magnitud de nuestras
relaciones económicas y comerciales. Para este objetivo,
nos hace falta mejorar la estructura de los productos del
intercambio, promover activamente la diversificación
de los artículos comerciales, reforzar el intercambio
de las informaciones sobre el mercado, los productos y el
comercio e impulsar la entrada de los productos de ambos
países en los mercados de Asia y América Latina,
aumentar la magnitud de nuestro comercio y elevar constantemente
el nivel de la cooperación económica y comercial
bilateral. Vemos con mucho placer que China y Chile han
firmado acuerdos para establecer y financiar las empresas
mixtas que explotan el cobre; y existe una buena perspectiva
de cooperación bilateral en la construcción
de la infraestructura, como en los casos de ferrocarriles
y carreteras, la ampliación de los puertos y aeropuertos,
en la producción de teléfonos móviles
y otros aparatos de telecomunicaciones, etc. Es también
importante la promoción de la cooperación
entre las empresas de ambos países, no sólo
las empresas grandes sino también las empresas pequeñas
y medias, para que las mismas jueguen un papel principal
en la cooperación económica y comercial bilateral.
En segundo lugar, nuestra cooperación no debe limitarse
sólo en los terrenos económicos y comerciales,
hace falta promover nuestra cooperación cultural
y educacional. Es necesario formar más jóvenes
chinos que dominen el español, y más jóvenes
chilenos que dominen el chino. Y para eso, los ministerios
de educación deben suscribir un acuerdo del intercambio
mutuo de becarios. Numerosos jóvenes colegas míos
quieren ir a estudiar en Chile, sin embargo, les es muy
difícil cumplir su sueño, porque hasta ahora
no hay un convenio al respecto. Sin buenos intérpretes
y traductores, es difícil fomentar el intercambio
y la cooperación. Los chinos (no todos) conocemos
a Pablo Neruda, a Gabriela Mistral, José Donoso,
y José Venturelli. Pero, nunca hemos visto ni siquiera
una sola película chilena y muy pocas veces hemos
visto bailar la cueca. Y ¿cuántos chilenos
saben de Lu Xun, de Guo Moruo, de Wang Meng, de Qi Baishi
y de la danza folklórica de Yang Ge? Hace falta fomentar
nuestros intercambios culturales y educacionales.
Y los intercambios académicos, ¿cómo
van? Hasta ahora han sido muy pocos. Personalmente, tuve
el placer visitar Chile una vez, en 1985, como parte de
mis cuarenta años de investigaciones sobre América
Latina. Sin embargo, la mayoría de mis colegas del
Instituto de Estudios Latinoamericanos aún no han
tenido este placer a pesar de ser investigadores sobre AL.
Conozco y sé cantar una linda canción chilena
Si vas para Chile. Los chinos que hemos aprendido
español, soñamos con visitar Chile, donde
florecen las copihues. Espero que más chinos conozcan
a Chile, y más chilenos conozcan a China; más
chinos tomen el vino chileno y prueben el salmón
chileno y que más chilenos tomen el Mao Tai y coman
el pato laqueado de Beijing.