buenaos anfitriones y muebles finos

- El “turismo popular” en el campo y suburbios de las ciudades chinas grandes y medianas atrae a cada vez más personas

Por LUO YUANJUN

DESPUÉS de despedir a un grupo de huéspedes estadounidenses, Zhang Jie se ocupa en cambiar los cubrecamas, mientras su marido barre y limpia la casa. La pareja vive en Gaobeidian, una aldea de 1.000 años de historia en el distrito de Chaoyang de Beijing, localizada a ocho km de la Plaza de Tian' anmen, en la extensión este de la avenida Chang'an. En abril de 2005, la casa de Zhang Jie y otras nueve fueron elegidas para recibir a visitantes de ultramar, como parte del programa inicial del proyecto del turismo popular internacional de la aldea. Zhang Jie indica con orgullo: “En Gaobeidian, nos especializamos en satisfacer las necesidades de los huéspedes extranjeros”.

¡Bienvenidos a mi hogar!

Anciano practica Gongfu.

Como ya no hay tierra de labrantío en la Gaobeidian urbanizada, no se le debería describir como “aldea.” Ello, empero, no es óbice para los extranjeros que buscan saborear la vida auténtica china en un lugar no lejos de la ciudad. Gaobeidian es accesible en metro, y es bien conocida por su “calle de muebles de estilo antiguo”.

Las primeras diez familias anfitrionas seleccionadas por el comité aldeano fueron las de familias extendidas – que incluyen a abuelos y niños – y con cuartos desocupados. En aras de satisfacer las necesidades de los visitantes, los baños fueron embaldosados y se le agregaron inodoros, se instalaron calentadores para suministrar agua caliente las 24 horas y acondicionadores de aire. En la actualidad hay 30 casas en Gaobeidian que proveen alojamiento a los viajeros de ultramar.

Calle de Muebles Antiguos de Gaobeidian.

La comunicación fue uno de los problemas a resolver, pues los residentes locales no suelen hablar más que mandarín. “Invitamos originalmente a algunos profesores de inglés locales a ser intérpretes para los huéspedes”, dice Zhang Yuelan, directora del comité aldeano. “Pero los visitantes no los quieren, sino que prefieren conversar directamente con los aldeanos, especialmente con los jóvenes de la escuela media superior, que pueden utilizar el inglés que han aprendido para contar a los huéspedes sobre las costumbres y tradiciones populares. Por lo tanto, solicitamos su servicio voluntario y los organizamos en un grupo de guías”, agrega Zhang.

El comité de los aldeanos, por otra parte, ha abierto los cursos de aprendizaje de idiomas extranjeros para las familias anfitrionas, quienes aprenden expresiones cotidianas en otros idiomas y etiqueta social fundamental. “Mi nuera mayor se ha graduado de la escuela media superior y su inglés es bastante bueno para comunicarse con nuestros huéspedes”, afirma Zhang Jie, y agrega: “Puedo decir algunas frases en inglés, pero el oído y la comprensión son otro tema”. Esto, sin embargo, no es muy importante para Zhang Jie, quien sabe por experiencia que cualquier problema de comunicación puede solucionarse con señas.

Representación de cambio de caras de la Opera de Sichuan

Zhang se siente muy orgullosa de sus servicios a los turistas. La Administración Municipal de Salud Pública de Beijing y la de salud pública del distrito de Chaoyang hacen inspecciones anuales a las condiciones sanitarias de su casa, y la compañía de turismo de la aldea también las comprueba antes de la llegada de un grupo internacional.

Todos los pueblos del mundo gozan de la comida, y a los huéspedes de ultramar particularmente les gusta saborear la comida china. Dice Zhang Jia, “Nuestros huéspedes parecen gozar más de la hora de comida. Los de edad avanzada son un poco inhibidos, pero los más jóvenes se muestran alegres comiendo junto a nosotros. Visitantes jóvenes y viejos invariablemente levantan los pulgares hacia arriba para expresar su apreciación”.

Costumbres folklóricas y “calle de los muebles”

Tallas de madera finas

La representación de costumbres folklóricas y la “calle de los muebles” son dos atracciones para los visitantes de ultramar.

El Club de Zancos de 120 años en la aldea Gaobeidian ha existido por cinco generaciones. Durante la Fiesta de la Primavera de 2005, sus miembros fueron invitados a representar en la Plaza de Trafalgar como parte de la celebración de la cultura china en Londres. La actuación de la compañía de Gaobeidian permitió al público inglés contemplar este arte centenario, cuyas difíciles evoluciones fueron premiadas con calurosos aplausos.

La “calle de los muebles” antiguos de Gaobeidian comenzó a tomar forma en 1992. En aquel entonces los distribuidores de todas partes del país convergieron en Gaobeidian para instalar quioscos con muebles de varias épocas. Hoy la aldea acoge a 400 o más tiendas de estos productos, que se venden en Europa, América y Asia Suroriental.

Los curiosos pueden observar el proceso de fabricación de los muebles, como para que no quede ninguna duda en cuanto a la tecnología estándar de la ejecución.

En dicha calle se pueden conseguir lo mismo muebles antiguos genuinos que reproducciones, fácilmente adaptables a las necesidades de hoy día. Por ejemplo, un antiguo cofre de boticario ha sido convertido en zapatera, y una mampara colgante con tallas decorativas era originalmente parte de un biombo de los que se solían usar en las residencias tradicionales de las provincias de Jiangsu y de Zhejiang. Una silla grande de patas redondas que imitan las extremidades de un caballo sirve de mesita de té, cubierta con un cristal. Esta mesita combina asombrosamente bien con unos sofás de cuero italiano de tres piezas, demostrando cómo se combina exitosamente lo antiguo con lo contemporáneo y la tradición oriental con la moda occidental.

Variedad de muebles de estilo antiguo.		Extranjeros seleccionan muebles.

Las familias anfitrionas han logrado ganancias satisfactorias derivadas del proyecto del turismo popular internacional desde que éste comenzó, en abril de 2005. “Los visitantes internacionales dejaron el año pasado a nuestra familia una renta neta de más de 10.000 yuanes, cifra que debe ser aún más alta este año. Otras casas han tenido una experiencia similar”, observa Zhang Jie, quien concluye: “Cuanto más se acerquen los Juegos Olímpicos, así mejorará nuestro negocio”.

Gaobeidian es la aldea escogida para recibir a los visitantes para las Olimpiadas de 2008. Sus familias anfitrionas tienen actualmente capacidad para acomodar a 200 personas, pero, según pronostica Zhang Jie, para el comienzo de los Juegos Olímpicos el número de familias capaces de brindar alojamiento se habrá duplicado.