Imprescindible mucama para el nuevo
ido de amor
La
generación de hijos únicos, ya entrados en
su etapa de procreación, se casan y necesitan de
ayuda hogareña. Para ello disponen de la muy demandada
ayi, una mucama que tiene mucho de profesora.
Recién casado con su flamante esposa, Shen Quan
dejó finalmente la casa de sus padres, para irse
a vivir en un departamento de dos habitaciones.
La
vida compartida con los progenitores le supuso múltiples
ventajas, como considerable ahorro de dinero y evitarse
quehaceres domésticos. Pero la vivienda de sus padres
es pequeña y los choques generacionales se veían
venir con la llegada de la mujer. Después de tratar
el tema con los padres, la pareja decidió vivir de
manera independiente.
Ambos cónyuges son hijos únicos, por lo cual
han sido objeto de todo tipo de atenciones desde pequeños.
Además, los padres no les permitieron involucrarse
en quehaceres domésticos, de modo que pudieran dedicar
todo su tiempo a los estudios. Ahora que la pareja enfrenta
una nueva vida deberá asumir por su cuenta todos
los problemas.
Para asegurar que su nueva vida transcurra sin contratiempos,
la pareja recurrió a una agencia de empleos, donde
le recomendaron a una ayi (empleada doméstica) de
unos 40 años y de apellido Zhu. La misma ostenta
una condición muy de moda en estos días: mucama
para recién casados.
El período de servicio de estas sirvientas suele
ser de medio año, con un mínimo de uno a dos
meses. Naturalmente, hay algunas tan dedicadas a su trabajo
que han logrado mantenerse contratadas desde el primer día
sin interrupción. Esta ayi ayuda a la pareja en las
pequeñas cosas de la cotidianidad familiar y les
enseña la preparación de comidas y cómo
encarar la limpieza de la casa.
Desde el principio Shen Quan y su esposa supieron que esto
era lo que necesitaban. Más que mucama, afirma
el marido, se trata de una profesora de los quehaceres domésticos,
pues nos enseña a cocinar y otros temas, en fin,
el abecé de la vida diaria.
Liu
Jie, investigador y sociólogo de la Academia China
de Ciencias Sociales, afirma: Muchas parejas, al comenzar
su nueva vida, enfrentan su primer desafío en el
área de los quehaceres domésticos, lo que
a veces es motivo de discusión, cuestionarse quién
debe y cómo hacerlo. Este problema, aparentemente
pequeño, puede ser muchas veces el comienzo de un
conflicto conyugal. Por tanto, es importante enseñar
experiencia de vida a las parejas que carecen de esos conocimientos.
Zhu, que trabajaba anteriormente en una fábrica
de propiedad estatal, quedó desempleada con el cierre
de su centro laboral. En un principio, se desempeñó
como sirvienta temporal, según la necesidad del cliente.
Después entró a una empresa de servicios hogareños.
Aprovechando sus experiencias de vida, especialmente la
habilidad de cocinar, se convirtió en excelente mucama
para parejas recién casadas.
Al respecto dice: Mi ingreso se ha elevado desde
que hago este trabajo. Antes ganaba 10 yuanes por hora;
ahora 20. Incluso gano más que antes en la fábrica
estatal. Por otra parte, estoy satisfecha con el respeto
que me demuestran los clientes, pues en parte este trabajo
se basa en la enseñanza.
Según el responsable de una institución de
capacitación de servicio hogareño, estas empleadas
domésticas tienen por lo general de 40 a 50 años
y saben preparar platos favoritos, requisito que exigen
casi todas las parejas. Las mucamas se adiestran asimismo
en confección de adornos hogareños, y utilización
y mantenimiento de electrodomésticos.
Quehaceres
domésticos como cocinar y lavar la ropa, aparentemente
pequeños, son también importantes para una
familia, estima Zhu, especialmente para los que trabajan
lejos del hogar, y no pueden conseguir ayuda de sus padres.
Algunos padres, aunque viven junto con sus hijos, no intervienen
en los asuntos domésticos. En esta circunstancia,
la joven pareja requiere de una experimentada ayi que les
guíe en su etapa de aprendizaje.
Los jóvenes tienen diferentes opiniones sobre este
servicio. Algunos están a favor, pero otros consideran
que la sirvienta los hace más perezosos, y que los
quehaceres domésticos pueden aprenderse como parte
de la vida diaria.
Los padres de Shen Quan aprecian su decisión de
emplear una ayi. En tiempos en que los jóvenes prefieren
vivir independientemente, es mejor aprender de una mucama.
Ciudades como Harbin, Shanghai, Tianjin y Qingdao, enfrentan
una demanda de sirvientas que supera con creces a la oferta,
de ahí que se precise de reservación anticipada
para conseguir sus servicios. Según estimados de
la Alianza de Servicios Hogareños de Shanghai, el
sector de mucamas es el de mayor crecimiento en la esfera
de servicios.
Según estadísticas, la cifra de hijos únicos
en China es de 120 millones, para una cuarta parte del total.
En la medida en que la primera generación de hijos
únicos (nacidos a finales de los años 70 y
principios de los 80) entre en el período de procreación,
la proporción subirá gradualmente.