EL 14 de marzo de 2006, un avión pintado
con el emblema de la Expo Mundial de Shanghai 2010 emprendió
su vuelo inaugural desde el Aeropuerto Internacional La
Capital de Beijing, como símbolo de un nuevo comienzo
en los preparativos para el referido acontecimiento. Desde
el momento en que fuera declarada sede de la expo, Shanghai
no ha dejado pasar día sin que agregue un nuevo detalle
a su cometido de 2010.
De acuerdo con los planes, la Expo de Shanghai ocupará
5,28 km² de superficie, o uno por ciento del total
de los terrenos municipales. A este tenor, unas 272 empresas
y residentes de 18.000 familias deben ser mudados y reacomodados
para asegurar la utilización del suelo. El lema del
acontecimiento es una ciudad mejor, una vida mejor.
El Jardín Familiar de la Expo Mundial de Pujiang,
con un área planeada de 1,5 km², debe proporcionar
adecuadas condiciones de vivienda a 27.600 personas.
Al recorrer el mencionado jardín, lo primero que
llama la atención es la Calle de las Tiendas Prestigiosas,
donde se concentran más de diez negocios de larga
data, que antes se ubicaban en el distrito más concurrido
de Huangpu. Las conozco desde mi niñez,
dice el anciano Li, que acaba de mudarse a la nueva urbanización
desde el distrito de Huangpu. El propósito de establecer
esta calle de viejas tiendas en la comunidad es ofrecer
más facilidades a sus residentes, permitiéndoles
continuar su estilo de vida, pues gran número de
ellos vivían en el centro de la ciudad y solían
hacer sus compras en estos viejos almacenes. Al ver estos
viejos nombres en la nueva comunidad, se sienten seguros
y cómodos.
El Jardín Familiar de la Expo Mundial de Pujiang
se encuentra en el poblado central de Pujiang, distrito
de Minhang, a 17,5 km de la Plaza Popular, en el centro
de Shanghai. Es el poblado más cercano al centro
municipal entre una ciudad y nueve poblados que lo rodean.
Según su plan de desarrollo general, en la parte
oriental se sitúa el Parque de Alta Tecnología
de Caohejing en Pujiang, en el sur una gran franja verde
de bosques que colindan con el río Huangpu en el
oeste, y en el norte la zona céntrica de 10,3 km².
El ingeniero de software Wang trabajaba en el centro de
la ciudad. Después de trasladarse al Jardín
Familiar, encontró un nuevo trabajo en el Parque
de Alta Tecnología de Pujiang. Ahora mi compañía
está cerca de mi casa, afirma, el entorno
de trabajo es tranquilo, gano un buen sueldo y tengo más
tiempo para descansar. Las actuales condiciones de
vida permiten augurar un mayor flujo de nuevos inquilinos,
que en buena medida podrán encontrar empleo en el
Parque de Alta Tecnología, según los reglamentos
formulados por las autoridades municipales de Shanghai.
El transporte del Jardín Familiar al centro del
municipio es también absolutamente fácil:
hay líneas de autobuses especiales, y la línea
subterránea M8 se extiende al poblado Pujiang, para
conectar el jardín con el centro de Shanghai y el
sitio de la Expo Mundial. En la actualidad sólo se
precisa de 15 minutos en metro para llegar al centro de
la ciudad desde el jardín. Antes de mudarme
aquí, me preocupaba mucho porque el transporte a
la ciudad era difícil, afirma la señora
Yang, que vivía en el distrito de Huangpu. Pero
ahora, puntualiza, en poco más de media hora en autobús
puedo ir de mi nuevo hogar en Pujiang al centro de la ciudad.
Puedo seguir trabajando en mi entidad con tranquilidad.
Teniendo en cuenta los viejos hábitos de los residentes
reubicados, los diseñadores arquitectónicos
del Jardín Familiar de la Expo Mundial de Pujiang
han estudiado cuidadosamente el estilo de construcción
de la vieja Shanghai para que algunos de sus rasgos se reflejen
en la nueva comunidad, como en el caso del diseño
de pasos que atraviesan la calle de arriba, como una forma
de mantener vivas la historia y la cultura de la vieja metrópoli.
A la vez, el espacio de vivienda en el jardín es
mucho más amplio, proporcionando a sus residentes
más lugares para ejercitarse y relajarse, a la vez
que mantienen una relación estrecha entre ellos.
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La mayoría de los viejos vecinos vivimos cerca,
y el supermercado aquí es mucho más grande
que el ubicado en el centro de la ciudad, manifiesta
el señor Fei, de 66 años de edad. Su familia
de cinco miembros vivía en una casa pequeña
de sólo 39,6 m², pero ahora tienen un apartamento
que consta de sala de estar y tres dormitorios, con una
superficie total de 109 m². A cada familia reubicada
se le ha otorgado debida compensación, suficiente
para comprar un departamento en el jardín, donde
los pisos suelen ser el doble de amplios de las viejas casas,
a pesar de lo cual se venden casi a precio de costo. Para
proporcionar más conveniencias a los residentes,
en la comunidad se han instalado servicios básicos
tales como mercado de verduras, cadenas de tiendas, oficinas
de correos, bancos, clínicas, escuelas, autobuses
públicos y estacionamientos. Como resultado, los
nuevos residentes gozan de un lugar más espacioso
y limpio y un bello ambiente, así como de todas las
facilidades modernas de una ciudad céntrica.
En aras de alcanzar las metas propuestas para el proyecto
de reubicación, conocido como Luz del Sol,
las entidades locales de gobierno han hecho grandes esfuerzos
para asegurar los intereses y demandas planteadas por los
residentes. Todas las políticas y procedimientos
de reubicación se anuncian con volantes pegados en
las paredes. Estas políticas y prácticas han
conjurado la preocupación de muchos residentes, al
punto de sumarse voluntariamente al primer grupo de mudados.
Zhou Jingen, de 88 años de edad, fue uno de los
primeros en firmar el acuerdo de la reubicación.
Desde tiempos de mi bisabuelo nuestra familia residía
en mi vieja casa, hace unos 130 años, y tengo muchas
memorias de mi viejo hogar, expresa, para agregar:
Pero entiendo que la celebración de la Expo
Mundial de Shanghai es un acontecimiento importante de nuestro
país, y lo apoyo firmemente. Quisiera volver a ver
el lugar después del evento. Eso será sumamente
interesante.
La comprensión y la ayuda de los ciudadanos de Shanghai
es una prioridad importante para asegurar la implementación
feliz del proyecto de reubicación para la Expo Mundial.
A tales efectos, las autoridades shanghainesas han organizado
grupos de personas reputadas, representantes de residentes
reubicados, abogados y trabajadores de la comunidad, para
participar en la mudanza y reubicación, lo que demuestra
la confianza pública en el proyecto trascendental.
Con 70 años de edad en la actualidad, la señora
Huang ha vivido en la céntrica Shanghai desde que
tenía 16 años, por lo que conoce cada detalle
de su ambiente circundante. Al principio estaba poco dispuesta
a salir de su vieja casa. Los trabajadores dedicados a la
movilización la visitaron para explicarle el contenido
del acuerdo de reubicación y la acompañaron
a ver el nuevo apartamento y las instalaciones de servicios.
El ambiente fresco y familiar de la nueva comunidad convenció
a la anciana.
Una vieja pareja, ambos de 80 años, vive en Jiuhua
Donglu, en el centro de Shanghai. Son débiles y no
tienen hijos, por lo cual dependen uno del otro. No ha sido
tarea fácil encontrar un departamento conveniente
para ellos, pues hay que tomar en consideración diversos
aspectos, a saber, el piso, la dirección de los cuartos,
el ambiente circundante, el precio, etc. Después
de saber sus requisitos, los trabajadores encargados de
la reubicación buscaron sin cesar entre los departamentos
convenientes para que los ancianos eligieran. En mayo de
este año, la pareja por fin encontró una casa
que les satisfizo. Entonces, los trabajadores ayudaron a
arreglar las decoraciones interiores, los servicios relacionados
y la mudanza. Incluso después de que se acomodaron
en la nueva morada, los visitaron varias veces. Emocionados,
los ancianos dijeron: Sentimos que la vida se hace
maravillosa con sus servicios y cuidados excelentes. Ustedes
parecen ser los miembros más cariñosos de
la familia.
Para agradecer a residentes por su apoyo, el gobierno municipal
obsequia a cada residente que ha colaborado un recuerdo
de la cita mundial, incluido un boleto para la entrada.
Ellos serán los primeros visitantes de la Expo Mundial
de Shanghai 2010.