¿Demasiados coches?
Por LU RUCAI
Analistas
del mercado automotor chino se preguntan qué destino
dar a las crecientes capacidades excesivas de la industria,
que se traducen en evidente despilfarro de recursos.
En fecha reciente, el Consejo de Estado de China emitió
un documento, en el cual llama la atención sobre las
producciones excesivas de algunas industrias nacionales, con
vistas a ejercer mayor control sobre las mismas. El sector automovilístico
es una de ellas. Por otra parte, la Comisión Estatal
de Desarrollo y Reforma afirma que la producción de coches
de China alcanzará los 20 millones de unidades en 2010.
Analistas del mercado automotor chino se preguntan qué
destino dar a las crecientes capacidades excesivas de la industria,
que se traducen en evidente despilfarro de recursos.
Según la cifra publicada por la Comisión, la
capacidad productiva de China en 2005 fue de ocho millones,
con 2,2 millones de unidades listas para ensamblaje, pero las
ventas sólo alcanzaron 5,7 millones. En consecuencia,
se pronostica una tasa de aprovechamiento de la capacidad productiva
de 55 por ciento.
Este porcentaje ha generado disputas en la sociedad. Algunos
están de acuerdo con que exista el exceso; otros no.
Súmese a ello que, debido al peso específico que
tendrán las medidas de reajuste del gobierno sobre las
empresas automovilísticas, es difícil lograr un
consenso.
Chen Guangzu, miembro del Comité de Especialistas de
la Asociación de Industria Automotriz de China, se pronuncia
a favor del superávit y considera que el mismo es normal,
porque es posible que exista cierta capacidad ociosa o
de desecho.
Zhu Ronghua, subdirector general del Grupo Automovilístico
Chang´an, dice: A pesar de que la capacidad productiva
de coches es excesiva, y que la misma constituye un despilfarro
de recursos desde el punto de vista de los intereses nacionales,
ello no es malo para la economía de mercado. En
ese sentido, Zhu considera que el exceso fomentará la
plena competencia, y ésta, a su vez, estimulará
un desarrollo más razonable del mercado. Las empresas
débiles se eliminarán ellas mismas de manera automática.
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Jia Xinguang, analista en jefe de la Compañía
de Asesoría para la Industria Automotriz de China, cree
que la descripción más apropiada para esta industria
nacional debe ser exceso de capacidad nula con insuficiente
capacidad efectiva. Eso significa que se necesita obrar
con flexibilidad a la hora de plantear las demandas del sector.
Jia cree que los excesos en la capacidad productiva automotriz
podrían continuar por espacio de varios años.
Por lo general, se requieren unos cinco años para lograr
la evaluación de la capacidad productiva de la industria
automovilística. Dada la celeridad con que ocurre el
actual desarrollo de la fabricación de coches privados
en China, el exceso de hoy dejará de serlo al cabo de
cinco años. A pesar de este superávit, y si se
exceptúan las empresas Volkswagen de Shanghai y Volkswagen
del Grupo de la Industria Automotriz de Changchun N.° 1,
todas las demás evidenciaron gran potencial de producción
en 2005.
La opinión de Jia tiene el respaldo de algunas empresas.
El presidente de la Compañía Limitada de Chery,
Yi Tongyao, pone un ejemplo: En estos dos meses, algunos
productos tradicionales han recibido pedidos de más de
mil unidades, sin que dichos encargos se hayan podido satisfacer
debido a la actual capacidad productiva.
Más concretamente, el exceso de capacidad productiva
existe en algunas empresas carentes de suficiente poder. Las
estadísticas muestran que, en 2004, entre las 100 empresas
automotrices nacionales, la mayoría no contaba con un
volumen de venta superior a las 10.000 unidades, y sólo
cinco superaban las 500.000. Entre las 33 empresas de automóviles,
la venta anual de la mayoría apenas superó varias
decenas de miles. El mínimo fue de apenas varios cientos.
Zhao Fuquan, subdirector general de la Compañía
Limitada de Automóviles Jinbei Huachen, de Shenyang,
cree que el exceso de la capacidad productiva no debe ser terreno
donde intervenga el gobierno, sino el mercado. Si el gobierno
mete la mano, afectará la prosperidad de la industria
automovilística de China. Será un desastre para
toda la sociedad. Por el contrario, lo que se precisa es seguir
aumentando la producción de automóviles, porque
China tiene una gran potencia de consumo al respecto, debido
a su incomparable población nacional 1.300 millones.
Según aumente la producción, mayor será
la competencia de precios en el mercado y las masas obtendrán
más beneficios. Aunque el precio de los coches ha bajado
notablemente en China, en su mayoría se trata de productos
de categoría inferior. Los superiores todavía
tienen bastante espacio para hacer rebajas.
Xue Xu, catedrático en Ciencias de Comercialización
de la Universidad de Beijing, señala que el control que
pretende ejercer la Comisión Nacional de Desarrollo y
Reforma del Consejo de Estado sobre la producción industrial
automotriz, no afectará mucho a las empresas afines,
porque los productos de tecnología avanzada ya disponen
de una cuota productiva inalterable.
En realidad, el aviso del Consejo de Estado no atañe
en lo fundamental a las actuales empresas del ámbito,
sino que eleva el umbral para la entrada al mercado de las nuevas
empresas automovilísticas.