El espejo
clásico de un gobierno sabio
- Evocación
de un sui géneris gobernante chino, en quien
coincidieron la modestia, la tolerancia, la honradez
y la sabiduría al gobernar.
Por nuestro
reportero Huo Jianying
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LA
dinastía Tang (618-907) es un capítulo glorioso
en la historia china. En ese período, el emperador
Taizong, cuyo nombre real era Li Shimin (597-649), condujo
a China a una época de armonía política
y social sin precedentes, así como a la prosperidad
económica y cultural. Fan Zuyu (1041-1098), erudito
y funcionario de la corte de la sucesiva dinastía Song
del Norte (960-1127), comentó y resumió los
éxitos y fallas de cada emperador de la dinastía
Tang en su libro Tang Jian (El Espejo de la dinastía
Tang). Luego obsequió el volumen al emperador de la
Song del Norte, con la esperanza de que las lecciones que
contenían ayudaran al emperador a gobernar sabiamente.
Los éxitos que él cita son principalmente los
de Li Shimin (que reinó bajo el título de Zhenguan,
quien desarrolló lo que los historiadores chinos reconocen
como la Era dorada de la China feudal y El
gobierno del reinado de Zhenguan. El Tang Jian equivale
al Arte de la Guerra de Sun Zi, que sigue siendo relevante
y de valor político, militar, económico y administrativo
para quienes se prepongan controlar sus vidas.
Lecciones históricas
Li Shimin comenzó su carrera militar a los 16 años,
gracias a la cual prestó servicios meritorios a su
padre, el primer emperador Tang, Gaozu, ayudándole
a derrocar la corrupta dinastía Sui y restaurar el
orden en el país. A los 29 años, Li ascendió
al trono y se convirtió en el segundo emperador de
la dinastía Tang. A propósito de su coronación,
dijo ante todo: La pacificación del pueblo
y la estabilización del país dependen de la
calidad de sus gobernantes.
Consciente
de su falta de experiencia, el emperador Taizong reflexionaba
sobre el poder tomando como referencia los errores de soberanos
anteriores, en especial de la dinastía Sui, rica
y poderosa en sus inicios. Taizong y su padre derrotaron
a los Sui después de que éstos permanecieran
en el poder por pocas décadas, bajo dos emperadores
consecutivos. Taizong vivía obsesionado, advirtiendo
a sus súbditos contra la decadencia moral y la negligencia
que habían llevado a los Sui a descuidar sus deberes
públicos, al punto que la población se rebeló.
Se afirma que una vez comentó: Anoche leí
que unos 80 monarcas registrados en el libro Di Xi Lue (sinopsis
de la genealogía imperial), fueron asesinados en
su mayoría, o no consiguieron evitar que la ruina
se apoderara del país. Sólo algunos alcanzaron
prosperidad y abundancia material para la nación.
Me alarma este desequilibrio entre el éxito y el
fracaso. Cuando Taizong preguntó a dos funcionarios
de alta categoría sobre qué consideraban más
difícil, si fundaran un país o lo gobernaran,
su primer ministro Fang Xuanling se pronunció por
la primera opción, mientras que su cercano asesor
Wei Zheng advirtió la segunda. El emperador comentó:
Fang Xuanling luchó a mi lado en batallas peligrosas
y brutales para establecer la dinastía, así
que conoce muy bien las dificultades. Wei Zheng me ayuda
a gobernar el país, y está constantemente
enterado de cómo la abundancia y la alta posición
social conducen a la auto-indulgencia y la corrupción,
a las que siguen el caos y el desastre. Wei entiende a la
perfección los entresijos del gobierno. Ya se ha
establecido el país, pero ahora resulta crucial saber
qué exige el buen gobierno y cómo mantenemos
el orden y la estabilidad".
Tras prolongada deliberación, Taizong estableció
tres principios fundamentales como lineamientos de gobierno,
a saber:
Sacar lecciones de los errores pasados.
Procurarse asesores y seguidores talentosos y de
gran virtud.
Rechazar a los calumniosos y de mala voluntad.
Los hombres adecuados
Taizong estaba convencido de que los hombres virtuosos
harían un buen gobierno. Por otro lado objetaba la
presencia de personas egoístas e inmorales, pues,
decía, son las que pueden conducir un país
a la perdición. Wei Zheng le respondía que
era difícil asegurarse de cuán probo era un
individuo juzgando por la simple apariencia. Y advertía
que para distinguir entre los buenos y los malos funcionarios,
resultaba imperativo regirse por el antiguo compendio de
las "seis virtudes" y "seis males",
a saber:
1. La capacidad de prever crisis y desastres y de tomar
acciones rápidas y preventivas;
2. Dedicación a los asuntos de Estado, asesorando
debidamente al soberano, ayudando a materializar ideas constructivas
y remediando las situaciones causadas por malas decisiones;
3. Buena voluntad para recomendar, en lugar de envidiar,
a personas de talento ante el soberano;
4. Conocimiento de causa y capacidad de hacer juicios sanos;
5. Observancia de las leyes y rechazamiento de sobornos;
6. Suficiente valor para hacer ver al soberano cuando está
errado y puede poner al país en peligro.
Los seis males que deben tenerse en cuenta al designar
a funcionarios son:
1. La falta de sentido para distinguir entre el bien y
el mal, así como la propensión a cambiar con
el viento para proteger intereses egoístas;
2. Logro de ambiciones mediante la adulonería al
gobernante y otros superiores;
3. El comentario negativo a las espaldas de aquellos a
quienes percibe como amenaza, mientras le sonríe
y dula en su cara;
4. El encubrimiento de faltas, la siembra del disenso y
la creación de problemas entre colegas;
5. El abuso de poder y la conspiración para obtener
beneficios;
6. Engaño tanto a los superiores como a los subordinados
y al público.
Taizong refrendó este conjunto de demandas ante
su corte. Hizo notar que el emperador Yangdi de la dinastía
Sui perdió su derecho de gobernar al prestar atención
a la adulación de funcionarios corruptos y agotar
los medios de sustento de sus súbditos - su fuerza
física -, forzándolos a construirle un palacio.
Tal explotación condujo al pueblo a rebelarse.
Rechazo a los ímprobos
Se
afirma que el emperador Taizong afirmó: "Si
se bloquea el canal de franqueza, habrá pocas personas
honestas; si se abre el canal de adulación, habrá
un diluvio de personajes poco confiables". En el octavo
mes del décimo año de su reinado, el emperador
añadió: "Apoyo la franqueza cuando ésta
beneficia al país. Muchos de los informes recibidos
por la corte imperial contienen acusaciones calumniosas.
Si continúan con esa vena, los que redactan tales
misivas difamatorias serán enjuiciados y castigados
por el delito de difamación". Su intención
al actuar así era desalentar la adulación
y el chisme, según afirma El Espejo de la dinastía
Tang.
Lecciones de sabiduría colectiva
Taizong adoraba el tiro con arco y tenía una colección
de arcos que consideraba de calidad superior, pero un fabricante
del ramo le dijo que los mismos no habían sido confeccionados
con materiales de alta calidad. Este suceso convenció
al monarca de que, sin importar cuánto sobresaliera
en el tiro con arco, nunca sabría tanto sobre ellos
como aquel artesano. También le hizo reflexionar
sobre cuántas cosas en el mundo no entendía
y debía entender. Para disponer de amplia asesoría,
el emperador se aseguró de que los funcionarios por
encima del quinto nivel que vivían en el capital
se turnaran para estar de guardia en la corte imperial.
En el tercer año de su reinado, Taizong criticó
severamente a algunos funcionarios de la Secretaría
del Estado y la de Gobernación, ambos departamentos
centrales en la toma de decisiones, por no expresar desacuerdo
alguno sobre los decretos imperiales. Precisó que
cualquier persona podía estampar sellos en los úcases,
pero que los responsables debían discutir y hacer
sugerencias en cuanto a la validez y viabilidad de los decretos
imperiales antes de su emisión oficial, y emitió
una orden al respecto.
Como consecuencia de esta disposición, única
en la historia de China, en que un gobernante ha puesto
límite a su propio poder, bajo el reinado de Zhenguan
se publicaron contados decretos de consecuencias negativas,
según reza en los registros históricos.
Respeto por la diversidad de opiniones
En el segundo año del reinado de Zhenguan, Taizong
preguntó a Wei Zheng, "¿qué ilumina
a un gobernante y qué le enceguece?" Wei contestó:
"Escuchar todas las opiniones es una regla sabia, pero
restringirse a escuchar opiniones polarizadas y parciales
lo enceguece". Para animar a sus cortesanos a hablar
sin rodeos, Taizong recompensaba a los funcionarios verticales
que no temían defender sus puntos de vista, incluso
opuestos a los del emperador. Un ejemplo ocurrió
durante el cuarto año de su reinado. Taizong ordenó
a sus tropas restaurar el palacio de Sui en Luoyang, de
modo que él pudiera permanecer allí al viajar.
Un funcionario nombrado Zhang Xuansu se opuso, recordando
a Taizong que cuando él capturó Luoyang había
ordenado destruir todos los palacios lujosos de Sui como
declaración de su política de frugalidad.
Zhang preguntó a su emperador porqué en aquélla
había desdeñado los lujos de Sui, pero ahora,
cuando la economía Tang seguía siendo menos
fuerte la de la dinastía Sui, él se decidía
restaurar uno de sus palacios. Agregó asimismo que
poner a trabajar a las tropas el trabajo cuando éstas
necesitaban descanso tras una prolongada guerra era actuar
igual que el emperador Yangdi de Sui, poniendo al país
en peligro. El emperador, en lugar de expresar enfado por
el lenguaje duro de Zhang, reconoció lo inoportuno
de restaurar el palacio y obsequió a Zhang 200 rollos
de seda como recompensa por su astucia y sinceridad.
Carisma personal
Li Shimin se diferenciaba de otros emperadores en lo referente
a sentirse como un ser humano ordinario en lugar de hijo
del cielo". Respetaba a Wei Zheng, que era 17 años
mayor que él, como profesor y amigo. En una ocasión
en que Wei Zheng salió en viaje de negocios fuera
de la capital, supo que el emperador se preparaba para un
viaje de ocio a la montaña Zhongnan. A su regreso
a la capital, empero, se sorprendió de ver al emperador
en el palacio. Cuando le preguntó el porqué,
Taizong contestó que había reconsiderado el
viaje pensando que Wei Zheng pudo criticarlo por abandono
del deber.
Taizong amaba la caza, pero Wei Zheng le aconsejaba con
frecuencia no perder demasiado tiempo en ella. En una ocasión
Taizong se divertía con su halcón cuando vio
acercarse a Wei Zheng. De inmediato ocultó el halcón
debajo de su ropa y escuchó pacientemente los comentarios
de Wei sobre la corte.
Cuando Wei finalmente acabó y se marchó,
Taizong encontró al halcón ahogado entre las
telas. Ciertos poetas de la dinastía Tang alabaron
el humanismo e identificación con el pueblo de Taizong.
Bai Juyi menciona varios casos en su poema, Siete Virtudes
Bailan. Por ejemplo, Taizong envió a 3.000 cortesanas
de vuelta a casa, de modo que pudieran casarse y vivir una
vida normal, pues le parecía inhumano mantenerlas
encerradas en el palacio. Otro caso ocurrió en el
segundo año del reinado de Zhenguan, cuando se desató
una hambruna tan grave que muchas familias vendían
a sus hijos. Taizong utilizó fondos de la hacienda
imperial para comprar a los niños y devolverlos a
sus padres. Tales historias obran en documentos oficiales,
así como en historias orales. No resulta por ello
extraño que por espacio de 1.400 años, desde
que reinó, Li Shimin haya pasado a la historia como
un emperador héroe y modelo.