JuEl
empeño chino por ser"verde"
--China
se propone una serie de ambiciosas metas ecológicas
para antes de 2010.
Por GAO JUNZHI
|
EN
2005, un artículo aparecido en el diario The New York
Times con el título de China, una luz en el sombrío
informe sobre la desaparición de bosques en el mundo,
cita a la Srta. Mette L. Wilkie, funcionaria silvícola
de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (FAO), al decir que: "Asia perdió
cerca de 3.000 millas cuadradas de bosques al año en
la década del 90, pero ganó casi 4.000 anualmente
desde 2000. Casi todo ese cambio se debe a la nueva política
forestal de China". El artículo concluye diciendo
que con su siembra extensiva de árboles, China ha disminuido
la tasa de desaparición de superficies boscosas. A
continuación, ofrecemos los puntos de vista chinos
al respecto.
La reforma verde en el campo 
En China, los bosques más importantes son propiedad
del Estado, mientras que las de extensión reducida
y las tierras montañosas son propiedad colectiva de
las aldeas locales. Por años, algunas aldeas de la
montaña han fomentado la política de reforma
estatal, entregando en usufructo sus bosques y tierras montañosas
a los aldeanos, como manera de promover la repoblación
forestal a la vez que propician un modo de aumentar los ingresos
de los campesinos. En junio de 2003, la provincia suroriental
de Fujian se convirtió en la primera del país
en formalizar esta práctica, al hacer oficial la reforma
operacional de la estructura silvícola. A estos efectos,
sancionó el alquiler de tierras silvícolas que
previamente eran posesión colectiva de granjeros individuales,
a la vez que garantizaba sus derechos con certificados emitidos
por tribunales para el arrendamiento de la tierra. Los arrendatarios
tienen derecho sobre los árboles que siembran y usan
la tierra por un término específico, o pueden
transferir sus derechos a otra parte.
Desde entonces, la reforma se ha extendido a otras regiones
del país. Han Jinlai es uno de esos arrendatarios en
la aldea Nanweishi, en la ciudad de Laiwu, provincia de Shandong.
Con orgullo, muestra las reverdecidas montañas de la
cercanía, mientras afirma: "Desde que comenzó
la reforma, he plantado más de medio millón
de posturas en esas laderas. Antes eran totalmente estériles".
Incluso antes de que la reforma comenzara, el ex magnate
de la construcción se olió la bonanza que anidaba
entre las montañas de su tierra natal. Desde 2001,
ha contratado y subcontratado más de 900 hectáreas
de tierras montañosas, en las cuales plantó
560.000 posturas. Entre ellas melocotón, albaricoque,
dátiles, nuez y castañas, "árboles
del dinero" que ha reportado más de 100.000 yuanes
por año, resultando asimismo en un bosque ecológico
que algún día, según los planes ambiciosos
de Han, será parte de un complejo turístico.
"Cuando hayan crecido las posturas, construiré
acueductos, carreteras y hoteles en esta área. El futuro
es realmente promisorio".
Aparte del certificado de arrendamiento de la tierra, el
gobierno local también ha proporcionado a Han subsidios
para construir sus bosques ecológicos, adiestramiento
gratuito y algunas semillas sin costo alguno. La silvicultura
no es de modo alguno una industria que reporte beneficios
inmediatos, y Han se siente agradecido por la ayuda que recibió
mientras aguardaba por las ganancias.
La reforma de la estructura operacional de los bosques ha
servido de detonante para que los granjeros locales inviertan
en la siembra de árboles. Son muchos los que, al igual
que Han Jinlai, se van a las montañas en busca de fortuna.
Granjas estatales se suman al empeño
El pino coreano (pinus koraiensis) es una de las especies
de madera más valiosas del mundo. Cerca de 60 por ciento
de los bosques de esta especie se encuentran en China, en
buena medida en las Montañas Xingan Menores,
en la ciudad de Yichun, provincia de Heilongjiang, en el noreste
del país. Yichun nació como resultado del desarrollo
de la industria silvícola. Hay 16 granjas estatales
en esa ciudad de 30.000 km2, que proveía a la industria
nacional de la construcción de madera, incluyendo,
hasta hace poco tiempo, el pino coreano. Hace algunos años
se produjo una aguda baja en las reservas de esta variedad
por lo que se prohibió su tala el primero de septiembre
de 2004. Pero la decisión tuvo un alto costo económico.
Como mayor base silvícola del país, Yichun tiene
300.000 ciudadanos que laboran en sus granjas estatales. Estos
vieron descender sus ingresos hasta un promedio de 310 yuanes
mensuales desde que la medida entró en vigor.
Sin embargo los que trabajan en la industria tienen otra
opción. En 2003, el departamento de silvicultura de
la ciudad de Taoshan comenzó a arrendar a los particulares
las tierras arboladas de propiedad estatal. Hasta la fecha,
han contratado casi 80.000 hectáreas. Uno de esos contratistas
es Xu Changsi, el mismo un ex empleado del departamento de
silvicultura. Ese año, consiguió arrendar por
70 años 33 hectáreas de bosques comerciales
de la granja silvícola de Shenshu.
Xu dedicó tres hectáreas de su tierra a poblarlas
de Wuweizi (schisandra chinensis), una planta usada en la
medicina tradicional, entre otras industrias. Según
él, "la calidad del Wuweizi que crece en esta
región tiene reputación mundial, y se exporta
en enormes cantidades las naciones asiáticas surorientales.
Su fruto seco puede alcanzar de 60 a 65 yuanes por kg".
Wuweizi también se utiliza extensamente en la alimentación,
las bebidas, la elaboración de cerveza, y las industrias
de tinte textil.
Sacando el jugo a las reformas
Arrendar las tierras arboladas a los silvicultores implica
una ganancia total pues establece los deberes y derechos de
los trabajadores y garantiza la eficiencia. Pero también
ha dado lugar a problemas. Por ejemplo, cuanto menor sea una
granja silvícola mayores son los riesgos de negocios
y costo de operación, y más difícil de
dar con la inversión. Por ello, en lugar de jugársela
de manera independiente, muchos contratistas han buscado la
cooperación de nuevas compañías de repoblación
forestal. Tal ha sido el caso del granjero Lai Lanrong de
la aldea Mahong en Yong'an, provincia de Fujian, quien consiguió
arrendar 53 hectáreas de bosque en la montaña.
Luego convirtió la hacienda en una compañía
de acciones, vendiendo parte de las acciones a una compañía
de repoblación forestal. La compañía
se encarga del planeamiento, la tala y las ventas, mientras
que Lai cuida los bosques. La idea fructificó y en
un año Lai había recobrado toda su inversión
original y obtenido beneficios superiores a los 100.000 yuanes.
Un traje verde para China
China tiene planes de ampliar la reforma de su estructura
operacional silvícola por toda la nación este
año, como parte de sus ambiciosas metas ecológicas
para antes de 2010. Estas metas incluyen aumentar la tasa
de cobertura boscosa del país en 20 por ciento y llevar
su reserva silvícola a 13.200 millones de m3; proteger
50 por ciento de los humedales y 90 por ciento de sus especies
botánicas y animales salvajes; ampliar el valor de
producción de la industria forestal hasta 1,2 billones
de yuanes, la producción comercial de madera a 99,8
millones de m3, el índice de producción de madera
de bosques artificiales a 70 por ciento y el índice
integral del uso de la madera a 70 por ciento. Se prevé
asimismo la construcción de un abarcador ecosistema
silvícola y una industria forestal desarrollada. En
pocas palabras, ¡China se viste de verde!