¿Está
listo Occidente para la Ópera de Pekín?
Por LUO YUANJUN
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La Ópera de Pekín Mei Lanfang, puesta en
escena por la Compañía de la Ópera
de Pekín, con el acompañamiento de la Orquesta
Sinfónica Alemana, se presentó en Berlín
en abril pasado, como parte de la temporada artística
Reminiscencias Culturales, un acontecimiento colateral del
Festival Internacional de Cine de Berlín.
Esta ha sido la actuación más reciente de
una compañía de Ópera de Pekín
en el extranjero, pero habrá más en lo inmediato.
Esta compañía tiene programada una gira por
Europa en 2007, y visitará Londres nuevamente al
año siguiente, para presentarse en el Festival de
Artes de China, como parte de la campaña promocional
por los Juegos Olímpicos de 2008 en Beijing.
Localidades agotadas
En
años recientes, La Ópera de Pekín ha
demostrado su arraigo en el favor del público occidental.
En 1999, hubo lleno completo para las cinco funciones del
Conjunto Rey Mono de Beijing, en el centro cultural de Belem,
en Lisboa. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg,
declaró el 19 de febrero de 2005, como día
del debut en esa ciudad del Teatro Provincial de la Ópera
de Pekín de Hubei, que presentó tres funciones
de la obra Tres Victorias sobre el Demonio del Hueso Blanco
(San Da Baigujing). No es ocioso recordar que las funciones
de esta compañía en occidente superan en número
a las giras asiáticas.
En mayo de 2005, Askonas Holt Ltda., la mayor agencia contratadora
de conciertos de Gran Bretaña, organizó presentaciones
del Bosque de los Jabalíes (Ye Zhu Lin), a cargo
del Teatro de la Ópera de Pekín de China en
Londres. Esta fue la primera ocasión en que una ópera
tradicional china se erigió en competencia comercial
seria para las producciones locales de la escena teatral
británica. A pesar de las diferencias entre la Ópera
de Pekín y sus parientes occidentales, el público
británico quedó cautivado por la presentación.
En
2005, las presentaciones comerciales de la ópera
beijinesa acapararon el 80 por ciento de sus viajes al extranjero.
Antes de llegar a Gran Bretaña, la compañía
se presentó en siete teatros de Helsinki, Finlandia,
del 1 al 8 de mayo. En octubre del mismo año, estuvo
en el Festival Cultural Chino en el Centro Kennedy, de Washington,
con puestas por tres noches de Las Generalas de la Familia
Yang (Yangmen Nüjiang) en el teatro Eisenhower. A pesar
de que los precios de los boletos para la ópera eran
los más costosos del festival, las tres funciones
se vendieron completas, y en reservaciones anticipadas.
El diario Washington Post publicó un artículo
de primera plana con fotos y el titular: El festival
artístico internacional más ambicioso del
Centro Kennedy.
A la conquista de Occidente
A
pesar de todos los admiradores con que ha contado por mucho
tiempo en el extranjero, la Ópera de Pekín
permaneció al margen de los circuitos teatrales occidentales.
Al decir de Wu Jiang, jefe de escena del Teatro de la Ópera
de Pekín de China, estos aficionados han encontrado
por largos años una fuente de fascinación
en esta expresión artística china, pero suelen
pasar por alto sus implicaciones culturales más profundas".
La Ópera de Pekín, que poco a poco se ha
labrado un nicho en el gusto más popular, constituye
una mezcla de alto vuelo estético, donde coinciden
la música, la danza, el drama, las artes marciales
y la acrobacia, que se utilizan a la par que los estilos
distintivos de arias, de vestuario y de maquillaje. A la
vez, se basa en la vida cotidiana y las emociones más
socorridas de la gente común.
En opinión de Wu Jiang, esta añeja manifestación
es más accesible al público occidental que
la tragedia griega, y se muestra optimista sobre su difusión
en el mundo occidental. Pero esto sólo sucederá,
añade, acumulando experiencias, y si la Ópera
de Pekín se adapta al mercado artístico mundial,
mediante una estrategia específica.
Wu
menciona en ese sentido las innovaciones lingüísticas
que le permitieron a su compañía emprender
la nueva producción de Turandot, que se presentó
en Polonia, Rumania y Hungría, en octubre y noviembre
de 2004, con un éxito enorme. La traducción
simultánea y los subtítulos proyectados en
pantallas facilitaron la comunicación con los públicos
locales, lo que compensó la inversión realizada.
Posteriormente, recibieron pedidos de compañías
de Europa y EE.UU.
Wu Jiang quiere demostrar que la ópera china puede
ofrecer más que leyendas dramatizadas con apoyo de
artes marciales.
Nuestro siguiente paso, afirma Song Guanlin, vicepresidente
del Teatro de la Ópera de Pekín de China,
es producir más obras para el mercado internacional.
Muchos artistas de la Ópera de Pekín se inclinan
por la innovación. En marzo de 2001, Sun Ping, consumada
actriz de este género, hizo un trabajo conjunto con
la Orquesta Sinfónica de la Universidad del estado
de Pennsylvania, para presentar una ópera china en
el alto centro de estudios. Sun cantó las arias de
La Linterna Roja y La Montaña Dujuan. El híbrido
resultó un éxito total. Para la artista, esta
nueva mezcla podría denominarse integración
de una forma tradicional oriental y lo más convencional
de los géneros musicales occidentales, dando lugar
a una Ópera de Pekín sinfónica.
Otro caso de integración directa de la Ópera
de Pekín y el drama occidental fue la participación
del teatro de Ópera de Pekín de Shanghai en
el Festival de Hamlet de Verano en Dinamarca,
del 24 de julio al 4 de agosto de 2005. Para la ocasión
se presentó, en versión de ópera china,
La Venganza del Príncipe. Durante la presentación,
el público prorrumpió en aplausos en 30 ocasiones.
Shan Yuejin, vicepresidente del Teatro de la Ópera
de Pekín de Shanghai, describe La Venganza del Príncipe
como ejemplo acertado de una forma de arte clásico
chino que rinde tributo a un drama occidental clásico.
Por su parte, el director Shi Yukun cree que tanto la Ópera
de Pekín como el teatro shakesperiano constituyen
una poesía sobre la escena, y que La Venganza del
Príncipe encarna el alma de Shakespeare en
forma de Ópera de Pekín.