Un
mundo, un corazón
-La
religión budista, con 2.500 años de historia,
es un credo al que se adhieren hoy 300 millones de personas
en todo el mundo. Un tercio de ellos viven en China.
Por XIN
YING
EN
abril de este año, se efectuó el I Foro Mundial
de Budismo en Hangzhou y Zhoushan, capital y ciudad turística
de la provincia de Zhejiang, en el este de China. Más
de 1.000 maestros budistas, eruditos y políticos
importantes procedentes de 34 naciones y regiones se reunieron
para la ocasión, bajo la consigna "que un mundo
armonioso surja de la mente". Los asistentes discutieron
por espacio de cuatro días, de 13 a 16, el papel
del Budismo en la búsqueda de la armonía en
el planeta.
Se abordaron 33 temas, entre los cuales destacaron Unidad
y Cooperación entre Budistas, Responsabilidad
Social del Budismo y Misión de la Paz.
En su mensaje congratulatorio a la cita, el Secretario General
de la ONU, Kofi Annan, señaló que la ética
budista y los ideales humanitarios han engendrado una tradición
espiritual vibrante, después de más de 2.500
años, iluminando la vida de millones de personas.
A continuación instó a todos, poniendo a un
lado orígenes, razas, culturas y creencias, a recordar
que no somos esencialmente diferentes unos de otros, pues
todos compartimos el mismo hogar un planeta que se
achica, y en el cual debemos por fuerza habitar. Annan exhortó
a todos a trabajar juntos por la coexistencia armoniosa
y pacífica.
La
visión de paz de Buda es hoy más relevante
que antes. El acelerado crecimiento de la economía
de China ha redundado en un incremento de las tensiones
entre humanidad y naturaleza, así como entre individuos.
Con menos del 10 por ciento de tierra cultivable del mundo,
6 por ciento de recursos hídricos renovables y 3
a 4 por ciento de bosques, China debe alimentar y sostener
al 22 por ciento de la población mundial. Antes de
2020 la población de China habrá alcanzado
de 1.450 a 1.490 millones de habitantes, y su economía
global fluctuará entre 35 y 36 billones. A menos
que se cambie el modo tradicional de desarrollo, la carga
negativa que pesará sobre el medio ambiente será
3,6 veces la de 2002.
Ye Xiaowen, director de la Administración Estatal
de Asuntos Religiosos y presidente de la Asociación
de Comunicación Religiosa y Cultural de China, dijo
en la reunión que el Budismo desempeña un
papel vital en el alivio de las tensiones entre la humanidad
y la naturaleza, así como entre los individuos, contribuyendo
a que China construya una sociedad armoniosa.
El
Budismo enseña que todos los seres vivos del universo
son interdependientes e interactivos, y que la sabiduría
y la virtud son fruto de un equilibrio entre cuerpo y espíritu,
y de la relación armoniosa entre la humanidad y el
resto de las formas de vida que pueblan en la tierra.
Los esfuerzos de China por construir una sociedad armoniosa,
como medio de promover la paz mundial, enaltecen su imagen
de país responsable y miembro prominente de la comunidad
internacional.
Según la doctrina budista, los pensamientos antagónicos
son la causa radical de los hechos antagónicos. Por
lo tanto, resulta imperioso cultivar primero la mente pacífica
para que la vida armoniosa sea una meta realista. Una perspectiva
pacífica deberá por fuerza de traducirse en
paz para una nación y el planeta entero.
El Foro Mundial de Budismo es ocasión privilegiada
para que los budistas del mundo se reúnan a intercambiar
y cooperar. También sirve de plataforma de lanzamiento
para las ideas de todas las personas amantes de la paz.
Es el comienzo de la realización de un viejo sueño.