Dos
compañías,
dos
culturas
Por LUO YUANJUN
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Las disputas públicas y pugnas comerciales entre
los fabricantes de computadoras Dell, la primera a escala
mundial, y Lenovo, famosa marca nacional, ha sido comidilla
del mercado informático chino en años recientes.
El conflicto revela los choques entre dos modelos de operación
y dos culturas comerciales diferentes.
En año 1998, la firma Dell entró oficialmente
en China. Hoy ocupa el tercer lugar y acapara el 10 por
ciento del mercado. Establecida en el año 1984, con
un fondo inicial de 200 mil yuanes - unos 25 mil dólares-,
Lenovo dispone hoy en día de más de 10 mil
empleados. Tras nueve años consecutivos desde 1996
de ocupar el primer lugar nacional, Lenovo ha logrado una
cuota de 37 por ciento del mercado.
Se considera que el 70 por ciento del incremento de adquisiciones
en el mercado de informática del país se deriva
de las compras hechas por el gobierno y los sectores de
finanzas, educación y telecomunicaciones, los cuales
suelen preferir las marcas nacionales.
O sea, que con calidad, servicio y precios iguales que
Dell, Lenovo tendrá más oportunidades de obtener
los pedidos de los departamentos gubernamentales o educativos.
Y no menos peso tiene el factor nacionalista, que compulsa
a muchos compradores del país y que también
beneficia a Lenovo.
Dell, que en otras latitudes reina sin rival, en China
no ve forma de imponerse a su competidor local. Y ello a
pesar de las facilidades que la firma ofrece. Sus productos
están disponibles a través de un centro que
exime de pago a los distribuidores. Por lo regular, la mercancía
reservada sale en dos días del almacén y en
tres o cuatro días puede llegar a la mano del cliente,
según el pedido.
La
transportación y la entrega de la mercancía
se realizan por medio de compañías profesionales
contratadas. Luego, los compradores sólo necesitan
ensamblar las diferentes partes de la computadora. Al mismo
tiempo, el 70 por ciento de las piezas de los productos
de Dell provienen de los proveedores chinos, los mismos
contratados para la venta global de la compañía,
que garantizan la calidad. Se trata del proceso completo
de venta en Dell, modo de operaciones que le ha permitido
ocupar el primer lugar en cifra de computadoras vendidas
en el mundo.
Sin embargo, este modo de venta directa ha tenido problemas
para adaptarse al mercado chino. La mayor parte de los consumidores
del país no aceptan que ellos mismos deban ensamblar
la computadora; no se acostumbran a resolver los problemas
aparecidos recibiendo instrucciones telefónicas de
un técnico por teléfono, y sobre todo, consideran
irracional el pago previo antes de que el técnico
de Dell examine el equipo.
En comparación con Lenovo, la mayor ventaja de Dell
puede consistir en su baja cantidad de mercancías
almacenadas. Pero le ha sido imposible llevarla a la práctica
porque el sistema logístico chino no favorece su
modalidad de ventas directas. Lenovo, cabe señalar,
dispone de más de 3 mil puntos de servicios establecidos
y un eficiente mecanismo logístico, que garantiza
un servicio posventa a escala nacional.
Dell tampoco ha logrado resolver el problema del respaldo
técnico a sus clientes. Su modus operando habitual
consiste en contratar socios para solucionar los problemas
complicados, pero en China Dell no ha tenido mucho dónde
escoger entre las compañías de informática.
Además, para los compradores individuales, la venta
directa supone la disminución del costo y la elevación
de la competitividad de la compañía. Pero,
obviamente, Dell carece de los clientes de gran cantidad
de pedidos, que sí acude con frecuencia a Lenovo.
Apercibidos de su escasa penetración en el mercado
urbano, los directivos de Dell ponen ahora los ojos en las
zonas rurales. En la actualidad, la compañía
proporciona ayuda financiera para la educación de
hijos de campesinos, a la vez que organiza clases de informática
en las escuelas rurales.
La disputa por los talentos
A pesar de las crecientes cifras de jóvenes chinos
que aspiran a trabajar en empresas de capital extranjero,
muy pocos soportan la presión de generar constantemente
mayores ventas en Dell, a la que algunos denominan "horno
de fuego", debido a su norma de que "cada 4 horas
hay que informar al jefe sobre los volúmenes de venta".
Al cierre de 2005, Fu Biaobang, presidente chino de Dell,
anunció su renuncia al cargo. Durante los cuatro
años en que se desempeñó en el puesto,
Fu Biaobang consiguió un alza notable en la proporción
de cuota de mercado, las ventas y las ganancias, logrando
triplicar los volúmenes de venta y convirtiendo a
China en el segundo mayor mercado mundial, sólo superado
por EE. UU.
Según un alto gerente para la región de China
y Hong Kong, el motivo principal detrás de la salida
de Fu Biaobang debió probablemente a las exigencias
planteadas por la junta directiva general de Dell, de elevar
más las ventas a corto plazo.
Para atraer y preservar a los talentos, Dell se propuso
un plan destinado a la formación de personal, y vinculó
el desempeño administrativo al respecto con los salarios.
En diciembre de 2005, William Amelio, ex alto funcionario
de Dell, fue invitado por Lenovo a asumir el cargo de gerente
ejecutivo de la compañía china. En calidad
de presidente para la región de Asia y el Pacífico
y Japón de Dell, había logrado duplicar las
ventas.
En Lenovo a los empleados se les inculca que son parte
de una gran familia. Este detalle marca una sustancial diferencia
respecto a muchas empresas extranjeras, donde a los empleados
chinos recién integrados sólo se les mide
el rendimiento en el puesto. En Lenovo, sin embargo, esto
no basta. Allí se les exige asimismo un sentido de
pertenencia y responsabilidad.