Delicias del Delta del Río de la Perla

Por INESA PLESKACHEUSKAYA

CUANDO viajo por China no puedo evitar sentirme en más de un país. Así de variado es el panorama de una ciudad a otra, como bien podrían convenir los propios chinos, cuando comparan a urbes tan diversas como la metrópolis comercial de Shanghai y ese patrimonio cultural llamado Lijiang. Algo de eso experimenté en mi reciente viaje a Guangdong, ya bendecida por la fortuna, cuyos dialecto y cocina difieren diametralmente de lo que dejé en Beijing. Incluso, las personas lucen distintas. Mi confusión, empero, se esfumó en cuanto tuve que pagar con la misma moneda nacional, el RMB, válida en todo el país

La provincia de Guangdong es un paraíso para las compras, y no por gusto las sureñas ciudades de Guangzhou, Shenzhen y Zhuhai, principales atracciones meridionales, organizan tantas giras turísticas para los interesados en esta actividad. Guangdong ha devenido escaparate de lo que se espera de China en unos 20 años: riquezas y abundancia por doquier.

Ciudad de las Cinco Cabras

A Guangzhou también se le conoce como ciudad de las cinco cabras, por el monumento a igual número de cuadrúpedos que se eleva sobre la colina de Yuexiu. El mismo honra la leyenda, según la cual, hace mucho tiempo, cinco dioses montados sobre cinco cabras, cada una con una espiga de arroz en la boca, descendieron del cielo. Esta especie de profecía queda confirmada en la actualidad con la abundancia de alimentos en la urbe.

En Guangzhou hay de todo lo que puedan desear los nuevos ricos chinos: hoteles de lujo, campos de golf, parques acuáticos y mucho más. Ahora entiendo a cabalidad las nociones de ocio que se vinculan a la acumulación de riqueza con características chinas. Muestra de ello es el restaurante Tigre Blanco, parte del complejo Chym Long, el cual sirve excelentes platos, pero impresiona sobre todo porque desde las mesas es posible observar a familias enteras de tigres, que con indiferencia deambulan por la zona.

Otro sitio digno de admirar en el Parque de Safaris Chym Long. Los visitantes pueden subir a un autobús descubierto, desde el cual se pueden ver los animales. Vi pandas, leones y tigres; también antílopes y jirafas, que incluso pude tocar. No hay barrera entre los visitantes, los leones y los leopardos, con excepción de una estrecha fosa. Me pregunto porqué los animales no procuran escapar ni atacar a los turistas curiosos. Confieso que sigo sin respuesta satisfactoria, pero sobreviví. Nadie ha reportado animales escapados tampoco. Quizás los administradores del parque tienen un pacto secreto con San Francisco de Asís.

Maravillas en miniatura de China y el mundo en Shenzhen

Con apenas 25 años de historia, Shenzhen es una de las ciudades más jóvenes de China y un escaparate para la política de reforma y apertura. La abundancia material de la ciudad ha hecho que sus habitantes, con sueldos mensuales promedio de $450, devengan objetos de la envidia del resto de China. Shenzhen fue la primera zona económica especial del país, y hoy acoge a 20.000 empresas y fábricas con capital de 65 países. Su mayor inversionista, sin embargo, es la Región Administrativa Especial de Hong Kong. Entre el bosque de rascacielos de Shenzhen se levanta imponente el Shenzhen Empire, construido en 1994. A una altura de 389 m, es el tercer edificio más alto de Asia. Quienes critican a Shenzhen le tildan de desierto cultural, donde todo se reduce a comprar. Discrepo. Pueden carecer de monumentos históricos, pero hay amplias opciones de diversión para quienes la busquen.

Shenzhen tiene cuatro grandes parques temáticos: China Espléndida - una exposición de las vistas y monumentos más famosos del país, en miniatura; Ventana al Mundo - una muestra semejante pero dedicada a las maravillas paisajísticas del mundo - ; las Aldeas del Folklore - hábitat modelo de 55 minorías étnicas de China, con sus culturas y tradiciones; y el Reino Feliz - equivalente chino de Disneylandia, cuya montaña rusa gigantesca tiene dos vueltas impresionantes. Se las recomiendo encarecidamente.

Romántico Zhuhai

Mi tercera parada fue en Zhuhai, en la costa sur de China y a orillas del río de la Perla. Esta joven ciudad-jardín atrae a 11 millones de turistas al año, y actúa como entrada a Macao, de la misma manera que Shenzhen lo es para Hong Kong. Es también una zona económica especial en la cual operan 2.000 empresas mixtas. Zhuhai tiene un clima subtropical, pero sus playas abundantes no son para los nadadores, porque el contenido de arena del agua les da un color amarillo parduzco. Los 100 islotes de las orillas de la ciudad, sin embargo, tienen arenas blancas, palmeras y aguas claras, y confirman el reclamo local de que Zhuhai es una ciudad para enamorarse.

La avenida principal de Zhuhai, con 13 km de largo, es la de los amantes, la cual atraviesa toda la ciudad.

El nombre de la calle proviene de una leyenda, la cual cuenta que la hija del rey dragón se sentía tan atraída por la belleza de Zhuhai que decidió bajar del cielo y vivir allí, haciéndose pasar por hija de un pescador. No transcurrió mucho antes de que la chica se enamorara de un jove lugareño nombrado Hai Peng y decidieran casarse. Pero ciertos aldeanos sospecharon que ella no era una muchacha ordinaria. En respuesta, Hai Peng ordenó a su novia quitarse la pulsera que siempre llevaba. Al hacerlo, la muchacha murió inmediatamente, pues la pulsera había sido su talismán y protector. Hai Peng quedó desconsolado. Un inmortal llamado anciano de Jiuzhou se sintió tan conmovido por el sufrimiento del novio que prometió crear un elixir capaz de devolverle la vida a la muchacha. Uno de sus ingredientes era una hierba que requería de sangre fresca para crecer. Hai Peng, sin vacilar, alimentó la hierba con su propia sangre. Cuando el elixir estuvo listo, lo dio a su amada, quien volvió a la vida. La pareja se casó y vivió feliz para siempre. Hay por lo menos tres versiones de esta historia, pero éste es la única con final feliz, y Zhuhai no es buen lugar para acomodar tragedias. Hoy, una estatua que representa a la chica se alza en la zona de Xianglu, como símbolo de la ciudad.

Zhuhai dispone asimismo de una gama de balnearios, que rodean las aguas termales naturales de la zona. En las mismas hay piscinas pequeñas de agua mineral caliente, a las cuales se agregan hierbas cada tres horas. Sus cualidades terapéuticas benefician la circulación sanguínea, alivian los dolores musculares y facilitan la digestión. El balneario más conocido es el denominado imperial, donde disfrutaron emperadores y sus concubinas. Hay además varias clases de masajes, incluido el de fango para todo el cuerpo.

Terminé mi viaje del delta del río de la Perla con una travesía marítima alrededor de Macao. El tiempo no era el mejor, pero no fue óbice para que el grupo con el que viajaba gozara del pasatiempo preferido de los chinos: el karaoke, conclusión apropiada para un viaje estimulante.
Consejos a los turistas

La primavera y el otoño son las mejores estaciones para visitar Guangzhou. Se recomienda visitar la montaña de Baiyun (nube blanca), el Templo Ancestral de Chen y emprender la travesía nocturna por el río de la Perla.

Área Paisajística de la Montaña de Baiyun:
Este lugar está a 15 km al norte de la ciudad de Guangzhou.
Entrada: 5 RMB
Teléfono: 87706871

El Templo Ancestral de Chen:

El templo fue construido a finales del siglo XIX, con los fondos conseguidos por el clan de Chen de la provincia de Guangdong. El templo también sirvió como casa de descanso para los miembros de la familia Chen, que viajaban a Guangzhou para someterse a exámenes imperiales.
Entrada: 10 RMB
Horario: de 8:30 a 5:30 P.M.

Travesía nocturna por el río de la Perla:
La nave sale del muelle de Dashatou, en la calle Yanjiang.
Teléfono: 87609937

Ventana al Mundo de Shenzhen:
Este parque exhibe las maravillas del mundo en miniatura. Está ubicado en la Ciudad de Chinos de Ultramar, distrito de Nanshan, en Shenzhen.
Entrada: 120 RMB
Horario: de 9am a 10 P.M..

 

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