Chile
y China: reflexiones para una agenda integral
Por YAO BEI
"El surgimiento de la República Popular China
como un actor más participativo y gigante en el escenario
internacional encuentra, afortunadamente, a Chile en un
buen pie para enfrentar conjuntamente los desafíos
de la Globalización." Con estas palabras el
actual embajador de Chile en China, Pablo Cabrera, resume
el estado de relaciones comerciales bilaterales en el libro
China y Chile: reflexiones para una agenda integral. El
volumen es resultado del empeño conjunto de la embajada
de Chile en China y el Instituto de Relaciones Internacionales
Contemporáneas de China.
Al extenderse sobre el tema central del libro, publicado
en español y chino, el diplomático añade:
"el grado de entendimiento que han mostrado las respectivas
autoridades ofrece variados y selectos espacios para que
las sociedades y representantes de los dos países
identifiquen las medidas más adecuadas para avanzar
por la senda del progreso, en un clima de creciente amistad".
De los términos utilizados por Cabrera, como del
contenido mismo del libro, se puede resumir que los dos
países, diferencias y distancia geográfica
aparte, viven un momento excepcional para el comercio entre
ellos. Muestra de esta afirmación es el Acuerdo de
Libre Comercio que Santiago y Beijing - primero entre China
y un país latinoamericano- rubricaron a finales de
2005, el cual abre las puertas aún más para
la interacción en este rubro.
En "Reflexiones
" se recogen ponencias de
reconocidos especialistas chinos en relaciones con América
Latina, personas interesadas en esta actividad y expertos
y diplomáticos chilenos, 14 artículos en total.
Desde distintos puntos de vista, los autores se involucran
en recuentos históricos sobre las relaciones diplomáticas
y comerciales, hasta análisis de las relaciones de
cooperación integral, y las oportunidades y retos
que las mismas encaran.
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Los avances alcanzados en este camino compartido han estado
jalonados, como bien se han encargado de reafirmar personalidades
de ambas partes, por un desfile de "primeros."
Los mismos se refieren a hechos como que, en 1970, Chile
fue el primer país de Sudamérica en establecer
relaciones diplomáticas con China; en 1999, Chile
fue el primer país latinoamericano en apoyar el ingreso
de China a la OMC; en el 2004, fue el primer país
latinoamericano en reconocer el estatus de China como economía
de mercado. Y por último, pero no menos trascendental,
fue Chile el primero en iniciar una negociación para
un tratado bilateral de libre comercio con China. En fin,
que si de "primeros" se trata, en esta relación
hay mucha tela por donde cortar.
"Las relaciones sino-chilenas, añade el embajador
Cabrera, se han ido estrechando para consolidar un dinámico
conjunto de vínculos de toda índole. ...Un
comercio cada día más dinámico ha hecho
crecer la balanza comercial en más de 600% en estos
últimos 10 años". Sin embargo, constata
el diplomático, la falta de conocimiento mutuo es
el mayor obstáculo para seguir profundizando y ampliando
las relaciones bilaterales. De ahí la decisión
de la Embajada chilena en Beijing, de emprender una serie
de actividades, que incluyan convocatorias a seminarios
en los centros académicos superiores de distintas
ciudades chinas, la semana de cine chileno, además
de la publicación del mencionado libro.
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Al ampliar sobre la situación de su país,
Cabrera expresó: "Chile es un país abierto
al mundo, cuyas raíces de acción y referencia
están en América Latina. De ahí que
nuestra forma de interrelacionarnos con el mundo esté
impactada por un proceso de globalización nuevo,
creciente, complejo, que nos plantea desafíos que
antes no tuvimos. Por ello Chile ha apoyado el plan de integración
física de la América del Sur. Se trata traer
crecimiento y más desarrollo. Chile busca constituirse
en una plataforma de negocios en la cual se encuentren Asia
y América Latina. Un país cuyo 87 por ciento
de las exportaciones ingresan hoy a Estados Unidos con arancel
cero, es un país plataforma".
En conferencia de prensa por la presentación del
libro, el embajador indicó que los reducidos aranceles
de Chile constituyen una notable ventaja para que los empresarios
entren al mercado chileno. En este sentido, alienta a las
pequeñas y medianas empresas chinas a colocar sus
inversiones en el país austral. En otro orden de
cosas, el enviado diplomático reveló que en
junio de 2006, el Banco de Chile abrirá una oficina
en Beijing, con vistas a facilitar los negocios de empresarios
de ese país aquí. Dicha representación
adquirirá la categoría de sucursal en un plazo
de tres años. Es la primera institución financiera
de capital chileno en China, lo que muestra la confianza
de los círculos financieros chilenos en la economía
china. Además, la Embajada estudia abrir un nuevo
consulado en Guangzhou.