Clientela
en el campo
Por LUO YUANJUN
-Hay buenas perspectivas para el desarrollo del mercado de consumo
rural chino, pero antes se precisan pasos que permitan al agricultor
contar con más dinero en mano.
Wang Feng es jefe de una compañía de venta de artículos
electrodomésticos de segunda mano en las afueras de Beijing.
Todos los días decenas de empleados suyos recorren en triciclos
las calles de la zona urbana, escogiendo y comprando artículos
electrodomésticos usados. Después de repararlos,
los transportan a las aldeas cercanas a la capital y allí
los venden. "Por ejemplo, en el caso de las computadoras,
los moradores urbanos prefieren renovarlas, mientras que los campesinos,
debido a sus bajos ingresos, optan por adquirir bienes de segunda
mano", señala Wang.
En la actualidad, un 70 por ciento de los 1.300 millones de la
población china se dedica a la agricultura. Un 60 por ciento
vive en el campo, donde existe un amplio mercado para la mayoría
de los productos manufacturados que quedan excedentes en las grandes
urbes. Lo cierto, indica Wang, es que la oferta nunca satisface
la demanda en el campo.
Un factor que ha contribuido a reforzar esta tendencia fue el
aumento en los ingresos de la población rural el año
pasado. De enero a octubre, el volumen de ventas al detalle en
el mercado urbano y poblados cercanos ascendió, respectivamente,
a 13,6 y 11,2 por ciento. Los últimos datos demuestran
que el ritmo de incremento de egresos per cápita de los
campesinos superó al urbano por primera vez en los pasados
ocho años.
De acuerdo con una encuesta publicada el pasado diciembre por
la famosa firma especializada estadounidense McKinsey & Cía.,
el consumo urbano de China se queda alcanzado un estado de saturación,
y la tendencia es que el mismo tienda a desplazarse hacia los
pequeños poblados y el campo.
Dicho informe incluyó a seis mil familias de más
de 30 ciudades, cuyos habitantes constituyen 60 por ciento del
total del país.
Las posibles sorpresas del mercado rural
En algunas partes del país el consumo rural se acerca,
o incluso supera, al urbano de mediados de los años 90.
El estudio citado da fe de que la inversión en educación
se ha convertido en el principal egreso para los moradores rurales.
Por otro lado, el seguro social constituye en otro nuevo sector
atractivo para el consumo. Como parte de todo este proceso, la
calidad es cada vez más una prioridad para los campesinos.
Siempre de acuerdo con la investigación, los consumidores
campestres han desarrollado cierta capacidad de auto-protección.
Más del 80 por ciento de ellos conoce que el 15 de marzo
es el "día internacional del consumidor", mientras
que un 79 por ciento sabe a qué organismo acudir cuando
tienen un problema relacionado con el consumo.
Problemas que restringen el consumo rural
Pero a pesar de las cifras halagüeñas, el consumo
rural aún se ve lastrado por dificultades objetivas. Sobre
todo en tiempos recientes, ha habido caídas en los precios
de los productos agrícolas, lo que implica menos ganancias
para el campesinado. Como contrapartida,
se elevan los costos del consumo rural y los aperos y materiales.
Todo esto repercute negativamente en la capacidad de iniciativa
de los campesinos.
Lo cierto es que en los últimos años, el ingreso
de los campesinos ha mantenido un incremento promedio anual del
4 y 5 por ciento, cifra inferior a la de los primeros diez años
después de aplicarse la reforma y apertura en 1980 (16
por ciento). La brecha entre los habitantes urbanos y rurales
se ha ampliado en hasta 3,2 veces. Zheng Jingping, portavoz de
la Administración Estatal de Estadística afirma
que la economía nacional carece de un potencial de desarrollo
en el ascenso de la producción de cereales y en los ingresos
de los campesinos.
Según el Ministerio de Comercio, a partir de 2005, el
precio de los cereales ha descendido. Los datos de septiembre
del año arrojan que el precio de consumo de los moradores
rurales se ha incrementado en un 1,0 por ciento, comparado con
el mismo período de 2004, para un 0,2 por ciento más
que el urbano. En 29 meses consecutivos dicho precio ha sido superior
al urbano.
El incremento en los precios de los insumos agrícolas,
el aumento general de los egresos en el campo y las calamidades
naturales, se han confabulado en siniestro trío que impide
una ampliación del mercado de consumidores en las áreas
rurales.
Hay asimismo factores sin relación con el ingreso que
también restringen el consumo rural. Primero, el seguro
social en el campo va muy por detrás de la urbana. En los
últimos años, según fueron subiendo los pagos
por concepto de enseñanza y servicios médicos, disminuyeron
las cantidades de dinero disponible en manos campesinas.
Segundo, al no contar habitualmente con inversión estatal
para la gestión productiva agrícola, los campesinos
deben valerse de sus propios ahorros para realizar la inversión.
No en balde se lo piensan tanto para gastar en algo.
Zhang, un labriego de la provincia de Hubei, afirma: "No
es que no quiera comprar; es que debo pensar en ahorrar para uso
futuro".
Soluciones
Para resolver el problema, el Ministerio de Comercio puso en
práctica en 2005 el proyecto denominado "Diez mil
aldeas y mil poblados," que incluye la construcción
en un lapso de tres años de 250.000 supermercados en cadena.
Se prepone, en consecuencia, la fundación de una red circulante
de mercados rurales de nuevo tipo, que ayuden a mejorar y elevar
el consumo campestre. Las arcas estatales destinarán para
dicho programa préstamos libre de intereses a cada supermercado
de entre mil y mil quinientos yuanes, hasta un total de 100 millones
de yuanes.
Otro punto clave reside en incrementar el ingreso de los campesinos.
La hacienda central destinó el año pasado más
de 300.000 millones de yuanes para mejorar la adversa situación
del campo, sus moradores y el problema agrícola, conocida
como los "tres problemas agrícolas." En los primeros
tres trimestres de 2005, el ingreso en efectivo per cápita
de los campesinos se situó en 2.450 yuanes, para un aumento
real del 11,5 por ciento. Una cifra más alta que su similar
urbana.
En similar dirección se encaminan los programas concebidos
para acelerar la integración entre ciudades y aldeas. El
gobierno debe dar énfasis al incremento de la inversión
en la agricultura, la ampliación del ámbito de las
finanzas públicas que cubren el campo, el fortalecimiento
de los servicios del gobierno al campo y el establecimiento del
sistema de higiene pública y de servicios básicos
médicos, así como el nuevo sistema médico
cooperativo.
Entre el presente y próximo año, la cobertura de
la cooperación médica rural experimental se deberá
ampliar hasta en un 40 y 60 por ciento; por el momento, China
ha eliminado los impuestos agrícolas, política que
estuvo vigente en el país por espacio de más de
dos mil años. Y algo más. A partir de este año,
los estudiantes de familias campesinas quedarán exentos
de pagos por concepto de matrícula escolar.
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