Zonas
rurales: claves para una sociedad armoniosa
Por WEN CHIHUA*
-Sin descuidar la continuidad del proceso de reforma y apertura
económica, que desde 1978 ha garantizado el acelerado crecimiento
del país, el gobierno chino comenzó a dar similar
importancia a partir de 2005 a la necesidad de atajar los desequilibrios
sociales.
En respuesta a las necesidades de los nuevos tiempos, el Presidente
chino, Hu Jintao, ha exhortado a "construir una sociedad
armoniosa", por lo cual debe entenderse, afirmó, "una
sociedad caracterizada por la democracia y la legalidad, la justicia,
la credibilidad y la fraternidad, la vitalidad y la seguridad".
Ding Yuanzhu, prominente sociólogo del Instituto de Investigaciones
sobre Macroeconomía de la Comisión Estatal de Desarrollo
y Reforma, expresó que "el concepto de la sociedad
armoniosa responde a la decisión del gobierno de superar
las contradicciones sociales causadas por los errores políticos
y el desarrollo económico sobrecalentado".
La prosperidad económica no significa estabilidad social
El doctor Ding expresó: "La crisis social más
grave siempre tiene lugar en el período de mayor prosperidad
económica. Desgraciadamente, bajo la estabilidad macroeconómica
superficial del presente, se elevan en gran medida los diversos
factores de inestabilidad social. Entre ellos se encuentran la
disparidad entre las zonas urbanas y las rurales, la brecha entre
los ricos y los pobres, el aumento constante de los desempleados,
el grave deterioro ecológico, etc.".
"Resulta apremiante restringir estas injusticias sociales,
porque las mismas han abandonado el terreno de lo ético
para convertirse en problema político que afecta a la estabilidad
social y del poder", apuntó.
Campesinos, Talón de Aquiles del Milagro Chino
Probablemente sean los campesinos quienes reciban los mayores
rigores de esta injusticia social. Durante el proceso de urbanización,
decenas de miles de ellos perdieron la tierra y se convirtieron
en mano de obra excedente y en sector marginado por el proceso
de crecimiento económico. Con el fin de mejorar sus vidas,
han emigrado a las ciudades, donde no tienen más opción
que dedicarse a trabajos manuales pobremente remunerados.
Entre estos afectados se encuentra el matrimonio Zhang. Ambos
llegaron a Beijing hace cinco años, procedentes de las
regiones montañosas del suroeste. En la actualidad se dedican
a la venta de verduras en una zona residencial de altos funcionarios.
La pareja Zhang tiene dos hijos, uno va a la escuela primaria
y el otro a la secundaria. Con el fin de comprar verduras frescas
a buen precio en los mercados mayoristas, los Zhang se levantan
todos los días a las dos de la madrugada. "Trabajamos
17 horas al día para ganar sólo 800 yuanes al mes.
No tenemos dinero para divertirnos; lo que más deseamos
es tener un día de descanso", expresó el esposo,
de 35 años de edad.
Aún así, la señora Zhang sigue creyendo
que "La vida en Beijing es mejor que la del campo. En el
campo, la cosecha depende del cielo, mientras que en Beijing,
al llegar al final del año, tenemos dinero en el bolsillo".
En el presente, la mano de obra excedente de China en las zonas
rurales alcanza los 120 millones de campesinos, a quienes se suman
los 30 millones de ciudadanos en paro en todo el país.
Campesinos como los Zhang representan un 70 por ciento de los
1.300 millones de habitantes del país. El doctor Ding advierte:
"Si los campesinos no tienen acceso a los frutos de la reforma
y el desarrollo, su descontento será detonante directo
de grandes conmociones sociales".
En muy probable que los Zhang no tengan la menor idea de en qué
consiste la teoría de la sociedad armoniosa. Sin embargo,
al consultar al respecto un policía de tráfico que
trabaja en la populosa avenida Chang´an de Beijing, éste
respondió que "su núcleo es la justicia y la
imparcialidad. Sin ellas, nadie espera la armonía".
Estas frases coinciden con las advertencias del Presidente Hu
Jintao a los funcionarios del gobierno. Según Hu, si no
hay justicia, el pueblo no será feliz. La justicia y la
imparcialidad consisten en coordinar de forma apropiada los intereses
de los diversos sectores de la sociedad, y resolver de forma correcta
las contradicciones internas del pueblo.
El factor de gobierno
Jing Tiankui, director del Instituto de Sociología de
la Academia de Ciencias Sociales de China, expresó que
en el presente el conflicto entre los diversos intereses constituye
la contradicción principal de la sociedad china. "La
edificación de una sociedad armoniosa es un proyecto sistemático
a largo plazo. Y es urgente reajustar el equilibrio de intereses".
En su opinión, toca al gobierno desempeñar a cabalidad
la función de coordinador de los diversos intereses, y
nunca disputar las prerrogativas del pueblo.
El gobierno chino está haciendo su mayor esfuerzo por
garantizar que no se afecten los derechos e intereses del pueblo.
En correspondencia con esta convicción, la hacienda central
asignará 10.900 millones de yuanes este año para
la reubicación de personas, con el fin de aliviar la seria
situación del desempleo. La entidad añadirá
a esta cifra 3.000 millones de yuanes, como fondos de construcción
para mejorar la seguridad de la producción industrial,
sobre todo la precaria situación de seguridad en las minas.
Entre las medidas que ya han pasado a ser realidad se encuentra
la eliminación a partir de este año de todos los
impuestos que, por siglos, pagaron los labriegos chinos a la autoridad
central. También con apoyo del Estado se dejará
de cobrar la enseñanza obligatoria en las zonas pobres,
y se subvencionará a los estudiantes internos de estas
zonas.
La educación y la asistencia médica son de suma
importancia para la edificación de la sociedad armoniosa
en el campo de China. Una encuesta publicada a principios de 2006
por la Asociación Nacional de Estudiantes de China arroja
que los gastos por cuadro años de enseñanza superior
ascienden a 38.500 yuanes como promedio, monto equivalente al
ingreso de 40 años de un campesino muy pobre del oeste
del país. Ello significa que numerosos niños del
campo no tienen oportunidad de recibir una educación completa.
El desafío de la atención médica
En cuanto a la asistencia médica, según un funcionario
del Ministerio de Salud Pública, de los 900 millones de
pobladores rurales, ni siquiera el 10 por ciento goza de seguro
médico. Sin embargo, antes de 1979, de un 80 a un 90 por
ciento de los campesinos tenía seguro médico cooperativo.
Enfermedades crónicas como el cáncer, han dejado
a muchos en la indigencia, al no contar con medios alternativos
de subsistencia.
Para cambiar esta situación, el gobierno central inició
en 2003 un nuevo plan de asistencia médica cooperativa
rural. Los campesinos que participan voluntariamente a este plan
pagan 10 yuanes al año, y con otros 10 yuanes que aportan
respectivamente la hacienda central y los órganos locales
de gobierno, podrán solicitar un reembolso de los gastos
médicos.
Hasta fines de 2004, 70 millones de habitantes rurales del país
se habían incorporado a esta nueva modalidad de asistencia
médica cooperativa, y 41,94 millones han recibido un total
de 1.394 millones de yuanes del reembolso por gastos médicos.
El doctor Ding enfatiza que todos los ciudadanos deben gozar
de igualdad de acceso a los servicios públicos básicos.
El gobierno debe proporcionar al ciudadano un ambiente justo e
imparcial, para que la población pobre goce de la garantía
de vida mínima, la gente sin vivienda tenga lo básico
para vivir, y todos disfruten de seguro médico básico.
En su planteamiento teórico, la sociedad armoniosa no
es mera palabrería. Su concepción refleja la madurez
alcanzada por el Partido Comunista de China como entidad política
ejecutiva, con claridad de pensamiento sobre el desarrollo social.
"Este concepto, añade Ding, proporcionará un
marco teórico para la promoción del futuro desarrollo
social y económico y el incremento de la riqueza social.
Si persistimos en esta dirección se logrará la sociedad
armoniosa".
*Wen Chihua es periodista de Servicios Especiales de China.
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