Casarse
en China
-Algunas
particularidades que los extranjeros con parejas chinas no deben
pasar por alto
Por
ZHAO YAFANG
David es un joven profesor inglés que enseña su
lengua materna en una universidad de Beijing. Mientras desempeñaba
su labor educativa en nuestro país conoció a la
señorita Wang, con quien intimó al punto de enamorarse
y decidirse por el matrimonio. Pero el amor de David no sólo
abarca a su media naranja china, sino también al país
que la vio nacer. Por ello decidió celebrar sus nupcias
entre nosotros, para lo cual acudió a una de las notarías
abiertas en la ciudad.
Casarse en China no sólo supone un proceso de preparativos
burocráticos y de orden social con vistas a celebrar la
ceremonia. Hay que conectarse asimismo con la familia de la novia
o novio, como dicta la tradición. No hay que descuidar
los detalles en este sentido, que van desde recibir la anuencia
paterna hasta seleccionar el color predominante en la fiesta,
que suele ser el rojo, como sinónimo de ambiente caluroso,
fortuna, felicidad y amor filial. Todo lo que refleja la cultura
y filosofía chinas.
¿Por qué el rojo?
Nuestra idiosincrasia asocia al rojo con la felicidad, el éxito,
la fortuna, la fidelidad y la prosperidad. Quizás la inclinación
popular por este color provenga del ancestral culto al sol, cuyos
orígenes se asientan en algún punto de la prehistoria.
Por muchos años además se ha colgado de la pared
en cada boda el carácter chino que significa "doble
felicidad". En tiempos idos, la novia solía presentarse
ante el público invitado con la cabeza cubierta por un
paño rojo, vestida por completo del mismo color, mientras
que el novio llevaba una flor roja en el pecho.
La armonía entre el cielo, la tierra y la humanidad
Según el experto en folklore Gao Wei, las nupcias chinas
contienen el principio filosófico chino de "la armonía
entre el cielo, la tierra y la humanidad", así como
la aspiración a la felicidad. Y es que toda boda ha entrañado
desde la antigüedad algo más que un enlace de dos
personas. La misma relaciona a dos familias, e incluso a toda
sociedad, de ahí todo el protocolo que conlleva la misma.
La participación de parientes y amigos es una manera de
consolidar la formalidad de la unión.
Al concluir la ceremonia, los novios queman papeles de tributo
al cielo en el patio. Cuando las cenizas se arremolinan sobre
las llamas, se lanzan petardos y se baten tambores y gongs, anunciando
la aprobación del cielo.
La adoración por el cielo viene asociada con el bajo nivel
productivo que caracterizó a la sociedad agrícola,
en la creencia de que tanta ofrenda a la naturaleza garantizaría
el sustento en forma de suficientes alimentos y vestimenta.
Dicha fe es afianzada asimismo con los instrumentos musicales
utilizados en la boda. El tambor, el gong, el suona (corneta china)
y el sheng (instrumento de viento de tubo de caña) tienen
por misión llegar con sus sonidos hasta la morada de los
dioses más allá de las nubes. La barahúnda
que formaban los cuatro tambores y dos gongs hacía que
los participantes experimentaran la pureza de espíritu
y la armonía entre el cielo, la tierra y la humanidad.
Todas estas muestras de efusividad suelen resultar bastante ajenas,
cuando no totalmente incomprensibles, a los extranjeros. Y hay
más. En el caso de frutos y granos como el dátil
(zao), el maní (huasheng), el ojo de dragón (guiyuan)
y las semillas de girasol (guazi), los mismos se ofrecen a la
novia para desearle que tenga un hijo noble tan pronto como sea
posible (zao sheng gui zi).
El capítulo burocrático
Esta es la parte menos entretenida y colorida, pero de obligatorio
cumplimiento, de un matrimonio en China. El segundo artículo
del Registro Matrimonial dispone que el casamiento entre un chino
y un extranjero debe quedar registrado en el departamento de asuntos
civiles del gobierno de la provincia, región autónoma
o municipio de jurisdicción central, o en el departamento
designado por las mencionadas autoridades. Según el artículo
cuarto de dicha legislación, cuando un chino se casa con
un extranjero en el interior de China, la pareja debe registrarse
en el lugar donde va a residir en el país.
Para hacer registro matrimonial, la señorita Wang debió
presentar la siguiente documentación: 1) residencia; 2)
certificado expedido por el departamento, escuela, institución
o empresa de nivel distrital donde ella trabaja, el cual contiene
su nombre, sexo, fecha del nacimiento, etnia, estado civil (soltera,
divorciada o viuda), así como la profesión, descripción
del puesto de trabajo y el nombre del futuro cónyuge. Por
su parte, David, como extranjero, debe mostrar los documentos
siguientes: 1) pasaporte u otros papeles de identificación;
2) certificado de residencia expedido por la autoridad de seguridad
de China, o certificado de identidad expedido por el departamento
de asuntos exteriores de China, o sus documentos de entrada y
residencia temporal en China; 3) certificado de estado civil expedido
por el departamento civil de su país con legalización
en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña
y la embajada o consulado de China allí, o un certificado
de estado civil emitido por la embajada o el consulado de Gran
Bretaña en China.
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