Museos
privados, una nueva opción
Según
se acelera el desarrollo económico del país, y disminuyen
las asignaciones estatales a las entidades culturales, las mismas,
incluidos los museos, acuden a fuentes alternativas de financiamiento.
Por
nuestra reportera XU XIAOYAN
Un ascenso silencioso pero constante
La aparición de los museos no estatales en China data
de principios de la década de los 90, época en que
los mismos se podían registrar como entidades culturales
de bienestar público. Casi todos los expertos del sector
y los administradores correspondientes conceden especial importancia
a las funciones de estos recintos. Hoy por hoy, los museos privados
sirven de complemento a sus similares estatales, que están
dotados de objetos provenientes de los fondos arqueológicos
del país y los donantes, en tanto los privados presentan
colecciones personales. Lo cierto es que las salas con apoyo del
gobierno tienen nuevos modos de acceso al folklore nacional gracias
a las gestiones de sus pares privados, en lo que constituye una
novedad y una prueba de su funcionabilidad.
La Ley de Protección de Reliquias Culturales de
la República Popular China, modificada recientemente,
se promulgó oficialmente en octubre de 2002. La misma establece
pormenores que las exposiciones no estatales han sabido utilizar
a su favor. El desarrollo de los museos privados es símbolo
del progreso social, y sus ventajas se hacen evidentes en aspectos
como la inversión de fondos, la ubicación de la
institución, y la calidad de las piezas expuestas.
Entre estos numerosos museos sobresalen el de Esculturas Folklóricas
Songtangzhai, el de Artes Jintai, el de Juegos de Té Sihai,
el de Mariposas de Chen Baocai, el de Ábacos de Chen Baoding,
el de Fosforeras Weiqing, y el de Llaves de Zhao Jinzhi.
Esta variante museológica se renueva cada día.
Con el propósito de conservar las costumbres antiguas de
la etnia Buyi, en octubre de 2002, Li Xiuliang, un campesino de
64 años, estableció un museo de la etnia Buyi en
su pueblo natal, la aldea Huaxi de la provincia de Guizhou; en
julio del mismo año, el Museo de Papeles Recortados de
la Nación China, el primero de su género, quedó
abierto al público. En su interior se recogen más
de tres mil obras ingeniosas de Qin Shijiao, conocido como talento
del papel recortado.
Chen Hao, subdirector del Museo de la Provincia de Zhejiang,
cree que si bien los museos estatales prestan atención
a la historia, los privados complementan constantemente las insuficiencias
de aquéllos.
Peculiaridades propias
El Museo Jintai, fundado por el señor Yuan Xikun, miembro
del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política
del Pueblo Chino (CCPPC) y afamado artista, fue abierto el 30
de junio en 1997 y es el mayor entre todos los museos privados
del país.
Yuan Xikun confirma su compromiso con la cultura tradicional
china y el impacto que la misma ejerce sobre el resto del mundo,
por un lado, mientras por otro procura introducir el colorido
artístico de otros países al pueblo chino. En la
Feria de objetos artísticos de Colombia, se mostraron 430
artículos entre muebles, decorados, utensilios, vestidos
y juguetes. En la Exposición de Artes Contemporáneas
de Bulgaria, más de 50 óleos de estilo abstracto
atrajeron la curiosidad de los funcionarios del Ministerio de
Cultura y de Relaciones Exteriores, así como de los diplomáticos
europeos acreditados en China. No menos exitosa fue la muestra
de lámparas y muebles diseñados por famosos artistas
israelíes, así como las numerosas fotos incluidas
en la Exposición de diseño artístico contemporáneo
de Israel.
A ellas se añaden ferias como la del Día Nacional
de la India, el Día Nacional y la Feria de Carteles de
Polonia. En sus ocho años de existencia, el Museo Jintai
ha acogido 103 actividades de intercambios internacionales culturales
y ha atendido a varias decenas de jefes de Estado y más
de 20 ministros.
Cerca del Jardín de Amplia Vista de Beijing se encuentra
el Museo de la Civilización de Cerámica Antigua,
abierto el 15 de junio de 1997. En sus salas se recoge el desarrollo
de la cerámica, considerada en China como una de las artes
de los cinco elementos -metal, madera, agua, fuego y tierra.
Ejemplo de ello es la cerámica de color de la Edad Neolítica,
así como más de 200 artículos de alfarería
de las dinastías Zhou, Qin y Han (1046 a.n.e-220); más
de 300 piezas del Periodo de los Reinos Combatientes (403-221
a.n.e) y de las dinastías Qin y Han (221 a.n.e-220), más
de mil tacos con barro de las dinastías Qin y Han. Hay
asimismo unos dos mil objetos de cerámica antigua de tres
categorías.
Este museo se propone ofrecer servicios personalizados. Junto
a los enormes salones, se ha instalado una zona para utilizar
instrumentos como linternas y lupas, que permiten a los espectadores
acercarse y tocar los objetos, en fin, contemplarlos minuciosamente.
También se imparten cursos periódicos de formación.
En sus salas es posible ver fragmentos de piezas que las salas
estatales han optado por no mostrar, quizás por considerarlas
de rango inferior. El Museo de Cerámica Antigua sí
lo hace, y ya posee casi 50.000 objetos de 30 especies.
El Museo de la Medicina Tradicional China, abierto hace unos
años, es uno de los pocos museos de su género. Hoy
es sede además de conferencias sobre temas de salud, amén
de haber emitido varios tratados y explotar diversos productos
relacionados con el museo. Después de una década
de gestión, el museo es autosuficiente en las finanzas.
Otros entes privados como el del Sándalo Rojo de China,
o el de Relojes de Wang Anjian, poco tienen que envidiar a un
museo aupado por las arcas del Estado, tanto en el diseño
general, forma de exhibición, como en temática y
diseño del ambiente.
La constante presión de la supervivencia
En opinión de expertos, la bonanza económica del
país, y una de sus principales creaciones paralelas, el
mercado de subastas, redundarán en un notable espaldarazo
a los museos privados. El diario estadounidense The Wall Street
Journal pronostica que los líderes empresariales son la
locomotora del desarrollo en el sector de subastas de objetos
artísticos en China.
Esta tendencia se ha hecho notar en especial desde 2000, cuando
las colecciones privadas se han visto enriquecidas por nuevas
compras. En opinión de entendidos, este apogeo de los coleccionistas
por cuenta propia ya compite en pujanza con la situación
imperante bajo la dinastía Song (960-1279), los reinados
de Kang Xi (1662-1723) y Qian Long (1736-1796), de la dinastía
Qing (1644-1911), y las postrimerías de Qing y principios
de la República China.
No todo es miel sobre hojuelas, sin embargo. Las dificultades
económicas son pesadilla perenne para algunos en el sector.
El mayor museo privado del nordeste de China, el de Artes de Rusia
Zhongzhi de Heihe, que abrió sus puertas en agosto de 2001,
ha atendido gratuitamente a cerca de 100.000 visitantes en un
año. Su dueño, Liu Mingxiu manifestó en fecha
reciente que los considerables egresos que implica mantener los
objetos le han consumido las finanzas y el entusiasmo.
Por el momento, Shanghai es la ciudad con mayor cantidad de museos
privados: de fosforeras, mariposas, relojes, cerámicas
antiguas, etc. Muchos de sus dueños se sienten apabullados
por las presiones económicas, como ocurre con los profesores
y eruditos que coleccionan piezas para su estudio, o los aficionados
a las reliquias. De esta pesadilla sólo se salvan los empresarios
que ven el tema una mera inversión, según afirma
Zhou Lizhong, subjefe del departamento administrativo de museos
y conmemorativos de la Administración de Reliquias Culturales
de Shanghai.
En un intento por paliar un posible advenimiento de vacas flacas,
los expertos en el tema andan sugiriendo que a los museos privados
se les dote de mecanismos diversos y ágiles para acceder
a subsidios, los cuales podrían ser solicitados por el
dueño con exención de interés o bajo interés
ante las autoridades estatales.
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