Un pequeño cambio en la vida de Li Lifen

–De cómo una familia acoge el reciclaje

Por HUA SHAOJUN

Li Lifen vive en la ciudad de Guiyang. Hace poco reparó en que el supermercado donde suele comprar comenzó a ofrecer a sus clientes bolsas de tela para uso repetido, en lugar de las habituales bolsas plásticas blancas. Para Li este cambio representó en un inicio un fastidio, pues se veía en la necesidad de lavar la bolsa cada vez que la usa. Poco a poco, empero, se percató de que este pequeño cambio en su vida es realmente parte de una gigantesca evolución que involucra a Guiyang y a todo el país. Y para bien.

Guiyang, en el suroeste de China, es una ciudad orientada hacia la energía. Posee ricos recursos minerales como carbón, aluminio y fósforo. Su talón de Aquiles se localiza en sus principales industrias pesadas, distribuidas de modo irracional. Las mismas operan a máxima capacidad, con baja eficiencia y alto costo. Una de las consecuencias de este mal es la fuerte incidencia de lluvia ácida que sufre la región. Después de décadas de desarrollo excesivo y costoso, los recursos de Guiyang han comenzado a mermar, en medio de un entorno ecológico que se resiente cada vez más.

Para Guiyang resulta un imperativo convertirse de una ciudad de industria pesada con alta inversión, grandes gastos y fuerte contaminación en una eco-ciudad modelo. A este tenor, en junio de 2003, se le declaró oficialmente como una de las primeras ciudades experimentales para la economía de reciclaje, para lo cual el gobierno municipal elaboró las regulaciones correspondientes.