Reciclaje, una lección de la naturaleza

En 2005, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) incluyó la ley para la promoción de la economía de reciclaje en su agenda de discusión y encargó a la comisión de protección del medio ambiente y los recursos elaborar un anteproyecto de ley. La comisión está trabajando actualmente con los departamentos pertinentes del Consejo de Estado y de algunas otras entidades, y debe someter la ley al Comité Permanente de la APN para su examen en 2007.

El PIB per cápita de China excedió los 1.000 dólares en 2003. Se trata de un paso significativo hacia la meta nacional de construir una sociedad modestamente acomodada. China está pasando actualmente por un "período de oro del desarrollo" y a la vez un "período en que se agudizan las contradicciones sociales". Según crecen el desarrollo económico y los niveles demográficos, se hacen más evidentes las contradicciones sociales generadas por la escasez de recursos. A la vez, se perfilan amenazas para la construcción ecológica y la protección del medio ambiente. Esta situación acentúa la importancia de desarrollar una economía de reciclaje en China en el siglo XXI.

Producción limpia por toda una vida

Cualquier sustancia en naturaleza es una materia prima, un producto o una basura, y su estado está cambiando constantemente. Sabiendo de estos cambios podemos entender cómo utilizar cíclicamente nuestros materiales y de tal modo evitar la contaminación.

Jin Yong, miembro de la Academia China de Ingeniería y profesor del departamento químico de la Universidad Tsinghua, dice al respecto: "En una sociedad industrial, los seres humanos violan las leyes naturales. Extraen toda clase de materiales de la tierra, como cobre, hierro, petróleo, y los utilizan como fuentes de energía y recursos. Cavan, fabrican, utilizan y desechan. Esta decisión simplista, acompañada de un modo de desarrollo no cíclico causa el agotamiento de recursos y la contaminación seria. Llega un momento en que la tierra no da para más.

El concepto y el modo del desarrollo económico deben cambiar de manera que el ser humano y la naturaleza coexistan en armonía. A menos que se adopte tal modelo, no habrá un futuro para las venideras generaciones.

A pesar de sus esfuerzos en ese sentido, China no ha obtenido resultados óptimos para controlar la contaminación. Ante todo se precisa eliminar la contaminación durante el proceso de producción. Los procesos de producción en algunos países provocan poca contaminación, pero en el caso de China es al contrario.

Al respecto Jin Yong indica: "Abogamos por un proceso productivo limpio de principio a fin. Éste es el concepto chino para una economía de reciclaje. Promovemos el desarrollo basado en lo que hemos aprendido de la naturaleza. Por ejemplo, el detergente sintético debe descomponerse pronto después de entrar en los tubos de desagüe, y los automóviles deben ser desmontados fácilmente cuando son obsoletos para poder reciclar las piezas".

Apoyo técnico a una economía de reciclaje

Para alcanzar estos objetivos, China debe primero solucionar los problemas de recursos, las fuentes de energía y el medio ambiente. Si mejora el estado de sus procesos industriales más alto será el valor agregado del producto, y mayores serán los beneficios obtenidos.

En 2001, los pioneros de la economía de reciclaje de China comenzaron a tomar acciones, y propusieron el concepto de la producción eco-industrial. Para este fin, el departamento químico de la Universidad Tsinghua y la Administración General Estatal de Protección del Medioambiente establecieron colectivamente un laboratorio eco-industrial de ingeniería.

Este laboratorio tiene dos tareas principales. Una consiste en conducir las investigaciones acerca de las tecnologías necesitadas para una economía de reciclaje. La otra es realizar los estudios sobre la ciencia de los sistemas, o específicamente, los principios prácticos que rigen una economía de reciclaje.

Las investigaciones se centran en la explotación de recursos minerales asociados, el desarrollo de la tecnología para la utilización de gangas, la conservación de energía y la tecnología alternativa, la utilización de la energía, el tratamiento integral de los desechos, la tecnología de ampliación de la cadena industrial en el desarrollo de la economía de reciclaje y conexión de las industrias relacionadas, el desarrollo de la tecnología de “descarga cero de contaminantes", la tecnología de sustitución de materias primas tóxicas y dañosas, el tratamiento de los materiales reciclables, la tecnología verde de la reproducción, y la explotación y la utilización de las nuevas y regenerables fuentes de energía.

Jin Yong subraya: "Sostenemos que la economía de reciclaje debe seguir el principio de la evolución. El progreso técnico es necesario. Trabajamos por reducir al mínimo posible la presencia de desechos. De esta manera, levantaremos la tasa de utilización. Además, debemos seguir el principio de la existencia asociada. En Guiyang, la modalidad ecológica de industrias asociadas crea mayores beneficios que la convencional".

Como parte de la globalización económica disminuyen las barreras aduanales en el comercio, pero a la vez se incrementan las "barreras verdes". En años recientes, algunos países desarrollados han elaborado numerosos estándares técnicos y ambientales para salvaguardar sus propios intereses. Requieren que no sólo los productos finales, sino también su investigación y desarrollo, producción, empaquetamiento, transporte y utilización cíclica alcancen los estándares de protección medioambiental. La Unión Europea, por ejemplo, exige que el 95 por ciento de los materiales de empaquetamiento sean recuperables.

Estas "barreras verdes" han lastimado las exportaciones chinas. Los requisitos de la EU conciernen no solamente a los equipos electrónicos y eléctricos, sino también a las piezas, los componentes y las materias primas. Enfrentando a estas barreras no arancelarias, China necesita promover la producción limpia con gran empeño y ejercer mayores esfuerzos por desarrollar una economía de reciclaje. De esta manera, los productos chinos alcanzarán gradualmente los estándares internacionales en lo referente a los recursos y la protección del medio ambiente.

Antes de 2010, China espera establecer una legislación relativamente completa para el fomento de este tipo de economía, con los sistemas de apoyo político y de innovación tecnológica, y los mecanismos de estímulo y obligatoriedad. Para ello aumentará en gran medida la tasa de utilización de recursos, a la vez que reduce la cantidad de desperdicios. A la vez construirá gran número de empresas típicas que respondan a los requisitos de una economía de reciclaje. Dicha práctica promoverá al consumo verde, y mejorará los sistemas de recuperación y utilización de los recursos regenerables. El país planea crear un número de zonas eco-industriales y eco-agrícolas, así como ciudades de ahorro de recursos y promotoras de un buen medio ambiente.