Jingsheng,
famosa aldea histórica y cultural
DESDE
Taiyuan, la capital provincial de Shanxi, y tras recorrer 150
km a lo largo de la autopista Datong-Yuncheng hacia el sur,
pasando la salida de Lingshi, se encuentra la aldea Jingsheng,
famoso punto de interés por ser sede de la Mansión
de la Familia Wang y el templo Zishou.
No ha quedado recogido por los anales de la historia el año
exacto de la aparición de la aldea en esta tierra fértil,
húmeda y abundante en recursos. Hoy el sitio atrae multitudes
por su abundancia de reliquias, sobre y bajo la tierra, que
incluyen más de cien templos, 50 templos ancestrales,
centenares de antiguas viviendas y 20 pórticos conmemorativos.
Se han excavado allí asimismo herramientas de la era
neolítica y piezas de bronce y terracotas. Entre ellas,
no faltan las entidades bajo protección nacional, como
el templo Zishou, la Mansión de la Familia Wang y el
Templo de la Tierra. Un fuerte terremoto destruyó las
construcciones de la aldea en el siglo XIV, por eso la arquitectura
predominante hoy se remota principalmente a las dinastías
Yuan (1271-1368), Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911). Según
los registros históricos la aldea tuvo alguna vez 19
templos budistas, taoístas y confucionistas, 16 templos
ancestrales, 18 pórticos de piedra o madera, tres edificios
de la estrella de la literatura y dos pagodas para la prosperidad
literaria. Aunque la mayor parte de estas edificaciones no se
ha conservado, la aldea sigue siendo de las primeras en cuanto
a acervo arquitectónico a escala provincial.
En noviembre de 2003, Jingsheng entró en la primera
lista de aldeas históricas y culturales declaradas por
el Estado. En aquel entonces fue la única en el norte
del país que consiguió ese honor.
La Ciudad Prohibida Plebeya, la Mansión
de la Familia Wang
La Mansión de la Familia Wang constituye el núcleo
del rico recurso turístico de la aldea Jiangsheng.
Construida
entre los siglos XVII y XVIII por la familia Wang, la mansión
cuenta en su interior con cinco calles, cinco castillos y cinco
templos ancestrales. Los cinco castillos tienen forma de dragón,
fénix, tortuga, pez y tigre, respectivamente, y cubren
una superficie total de 250 mil m2. Entre ellos hay tres -los
castillos dragón, fénix y tigre- y el templo ancestral,
que actualmente se abren a los visitantes como museos de la
historia del apellido Wang y de bellas artes. Entre todos acogen
231 patios y 2.078 habitaciones sobre una superficie de 80 mil
m2 .
Los tres museos aprovechan al máximo la situación
geográfica del lugar. Sus estructuras representan estilos
y diseños muy variados y armoniosos, además de
combinar una majestuosa apariencia y total funcionalidad para
una vida cómoda. Su construcción sigue los patrones
del modelo de vivienda tradicional de China, incluida la presencia
de tallados y bajo relieves en ladrillo, madera y piedra.
El
Castillo Fénix del conjunto arquitectónico
Gaojiaya- está formado por dos patios cuadrados grandes
de tres filas. Cada patio en su interior cuenta con una sala
conmemorativa para los antecendentes y edificios para las damas,
además de pequeños patios de cocina, de estudio,
de jardín, los cuartos de los sirvientes y trabajadores
contratados. Hay una muralla que rodea todo el castillo con
cuatro accesos. Los numerosos patios y puertas hacen que el
castillo semeje un laberinto, pero en realidad el diseño
arquitectónico persigue sintonizar la jerarquía
feudal y las diferentes clases de la sociedad del entonces.
Hoy en día, con los muebles y utensilios originales en
las habitaciones, los visitantes pueden conocer la vida pasada
de la familia Wang.
El conjunto de las construcciones de Hongmenbu imita por igual
el diseño del carácter chino Wang
y la forma de un dragón. Varios de sus patios destacan
por su estilo lujoso, mientras otros trasmiten elegancia y serenidad.
Las tallas en ladrillos, madera y piedra, de complicada y detallada
técnica, muestran el carácter de la época
que media entre el siglo XV y XVII, pero fueron fabricados en
la primera mitad del siglo XVIII. En este castillo se encuentra
también el único museo del mundo sobre la historia
del clan Wang.
El
Castillo Chongning cuenta con la presencia de un tigre y fue
levantado en la ladera de una colina, en medio de edificios
y patios caracterizados por la sencillez y la fuerza. Hoy, el
sitio acoge un museo de bellas artes en el que se exhiben todas
las obras del famoso grabador Li Qun.
Compuesto por dos patios, el templo ancestral del clan Wang
está magníficamente diseñado y construido.
Delante hay notable pórtico llamado Respeto a los Padres
y Fidelidad a la Gente. Desde 1998, los descendientes del apellido
Wang llegan aquí para venerar su ancestro común.
En los 10 años que lleva abierta al público,
la Mansión de la Familia Wang ha asombrado a un sinnúmero
de turistas provenientes de todo el mundo. Además, se
le han otorgado los títulos de Primera de las antiguas
viviendas chinas,La Ciudad Prohibida Plebeya
y El Palacio Imperial de la provincia de Shanxi.
Ha servido también como set de filmación para
muchas series de televisión. En 1999, fue incluido en
la lista de Diez Sitios de Excelencia en la Provincia de Shanxi,
y En 2001, se legalizó por el sistema IS9000. En 2006,
el Consejo de Estado lo declaró Entidad Protegida de
Categoría Nacional.
El Templo Zishou, milenaria y milagrosa estructura arquitectónica
El milenario templo Zishou merece también un especial
homenaje.
Desde la antigüedad el lugar fue muy frecuentado por los
lugareños para rogar por salud y longevidad. El templo
dista 2 km por el oeste de la Mansión de la Familia Wang
y cuenta con un hermoso paisaje alrededor. Construido en 870
y luego reparado en diferentes épocas, hoy posee 15 palacios
sobre una superficie de 15.000 m2, que incluyen el Edificio
de Sutras, las Torres del Tambor y la Campana, el Patio Palaciego
de la Práctica, etc. En 2001 este templo de más
de 1.100 años de historia fue reconocido como entidad
de reliquias culturales bajo protección prioritaria de
categoría estatal y fue incluida en el Diccionario de
los Famosos Puntos de Interés de China.
Abrigado por las montañas, el templo Zishou luce un
aspecto prominente y arrogante gracias a las edificaciones espectacularmente
estructuradas y diseñadas. Todos los palacios ostentan
un tejado vidriado en tres colores. Pero lo que otorga verdadera
fama nacional al templo son los otros dos tesoros a su disposición:
las escultura de color y la pintura en la pared de la dinastía
Ming.
Entre las 79 esculturas del templo, se destacan las de los
18 arhats y las de Bodhisattva, que representan un alto nivel
artístico, con una posición elegante y líneas
naturales. Sin embargo, en 1993 cuatro delincuentes lograron
entrar al templo y cortaron las cabezas de las 18 estatuas de
arhat. Poco después las vendieron al extranjero a sólo
una fracción de su auténtico valor. Durante largo
tiempo, por falta de pistas, el delito se mantuvo sin aclarar,
hasta que, por casualidad, el presidente del Grupo Aurora de
Taiwan, Chen Yongtai, vio las fotos de estas cabezas robadas
y reconoció su origen en el templo Zishou. Inmediatamente
ordenó comprar las piezas a cualquier costo y no tardó
en devolverlas todas a su lugar de origen.
El 29 de marzo de 1999, tras unos 5 años de ausencia,
las estatuas de los 18 arhats se mostraron completas a los visitantes.
El robo sirvió para acrecentar más la fama del
lugar, al ser reflejado en la prensa de China, EE.UU. y Francia.
Ricas reliquias e impresionante reserva cultural
Las mansiones grandiosas fueron testigos del fuerte poder económico
de la aldea Jingsheng. Según los registros históricos,
en este poblado hay más de 20 mansiones lujosas que fueron
residencias de los diferentes clanes por apellido. Entre las
cuales la Mansión de la Familia Wang fue la más
representativa.
Jingsheng acoge también a más de cien templos
budistas, taoístas y confucionistas. Además, reliquias
como la calle comercial de 5 km de largo de las dinastías
Ming y Qing, el Templo de la Literatura construido en el siglo
XIV, el Templo de la Tierra restaurado en 1304, el Edificio
de la Estrella de la Literatura del siglo XVII y la Torre de
la Prosperidad Literaria construida entre las dinastías
Ming y Qing son asimismo prueba de la historia especial del
lugar.
Desde la dinastía Han, la influencia de la Ruta de la
Seda atrajo a los primeros comerciantes de la aldea Jingsheng,
que dejaron su pueblo de origen en busca de glorias. Estas actividades
comerciales llegaron a su apogeo en las dinastías Ming
y Qing. Por ejemplo la familia Wang se enriqueció en
el reinado del reinado Jingtai (1450-1457) de la dinastía
Ming y para el año 1848 ya contaba en todo el país
con una cadena de 492 negocios. A principios del siglo XX, la
cámara del comercio registró la donación
de 85 comerciantes que poseían negocios a lo largo de
la calle comercial de Jingsheng.
Estos comerciantes originarios de Jingsheng, después
de enriquecerse, se convirtieron en patrocinadores entusiastas
de las actividades de caridad en el pueblo natal, y especialmente
en las empresas educativas y la formación de talentos.
Además de invitar profesores privados para educar a sus
descendientes, los comerciantes ricos de Jingsheng solían
construir escuelas gratuitas para proporcionar educación
a los hijos pobres del mismo clan o aldea.
La
civilización comercial de Jingsheng se fundamenta en
una especial atención al respeto por los ancestros, y
la armonía entre el clan y la gente, hábito que
ha predominado por varias generaciones. La tradición
local registra asimismo una larga historia de celebraciones
festivas.
La tarea más urgente para la administración local
reside en resolver el conflicto entre la explotación
y la protección del lugar. En 2005, en la aldea se estableció
el Centro de Estudios de la Cultura y la Historia, así
como la Oficina de Planificación y Administración
de la Aldea Jingsheng. En cooperación con la Universidad
de Tongji, ya fue aprobado el Programa para la Explotación
y la Protección de la Aldea Cultural e Histórica
de Jingsheng, bajo el principio de no permitir ningún
daño a las reliquias.