Wushu con
la profesora Zhu (XII)
--Sección a
cargo de Zhu Yuming, de la Universidad de Educación Física
de Beijing
1. Generalidades
El Piguaquan (Boxeo de manos cortantes) es principalmente
un arte de combate de golpes a larga distancia, caracterizado
por ataques de gran alcance y fuertes, que se asocian con
técnicas de lucha cuerpo a cuerpo. Llamado también
Momianquan o Piguazhang, es más popular en la provincia
de Hebei, sobre todo en Cangzhou, Yanshan y Nanpi.
En últimos cien años, el Piguaquan se ha difundido
ampliamente en el país. Entre fines de la dinastía
Qing y comienzos de la República de China, este boxeo
fue tomado como escuela del Tongbeiquan, denominado también
el Piguatongbei. De acuerdo con registros históricos,
el Piguaquan se originó en la dinastía Ming
(1368-1644) y se hizo popular en sus mediados. Qi Jiguang
(1528-1587), estratega prestigioso de Ming, hizo una brillante
exposición en su libro relacionado con los boxeos,
describiendo el Pi como cubrirse con la armadura
y también uno de los trucos marciales (Pi tiene doble
sentido según la pronunciación). Según
Qi, el Piguaquan se caracteriza por sus golpes rápidos
e irresistibles.
Después de él, a mediados de la dinastía
Qing (1644-1911), surgieron dos escuelas del Piguaquan. Una
estuvo dirigida por Zuo Anmei, oriundo de la aldea Xiaozuozhuang,
distrito de Yanshan, Heibei. Desde dicha escuela se promovió
la serie lenta del Piguaquan y el Qinglongquan. Se dice que
Zuo Anmei era experto en el Baji al principio
y que luego aprendió el Pigua, que al final
se popularizó.
El creador de la otra fue Guo Dafa, nativo de la aldea Dapangzhuang,
distrito de Nanpi, Hebei, quien trabajó como guardaespaldas
en Beijing y por sus artes marciales excepcionales pasó
a ser miembro de la guardia del Palacio Imperial. Impartió
principalmente la serie rápida del Piguaquan, el Guaquan
y el Paochui.
En 1928, se fundó en Nanjing la Casa Central de Artes
Marciales Chinas. Entre los maestros del Piguaquan figuraban
Ma Yingtu, de la escuela Yanshan, quien fungió como
jefe de la sección de boxeos, y Guo Changsheng, de
la escuela Nanpi, trabajó como profesor invitado. Ellos
hicieron estudios esmerados de cinco series de las dos escuelas
y lograron progresos tanto en el contenido como en las técnicas.
Crearon también el sable Pigua y el garrote Fengmo,
llenando el vacío de las armas del Piguaquan, haciendo
que el boxeo fuera más sistemático y completo.
Debido al estallido de la Guerra de Resistencia con el Japón
en 1937, muchos maestros de este arte abandonaron su pueblo
natal y fueron a vivir en otras partes del país. Ma
Yingtu y Guo Changsheng se establecieron en Gansu y Cangzhou,
respectivamente. Gracias a sus esfuerzos por desarrollar las
habilidades del Piguaquan, éste se hizo muy popular
en estos lugares.
Después de la liberación, con la ayuda del
gobierno, el Piguaquan logró desarrollarse con gran
rapidez, a la vez que mejoraban sus técnicas. Guo Changsheng
combinó los artes del Tongbiquan y del Piguaquan, elevando
la velocidad de los movimientos. En 1975, los estudiantes
de un curso del Wushu del Instituto de la Cultura Física
de Beijing fueron a Cangxian a hacer prácticas. Allí
investigaron el Piguaquan de Cangzhou y mejoraron las técnicas
originales, lo que racionaba aún más la estructura
marcial de este boxeo.
2. Contenido del Piguaquan
En
la actualidad, se conocen en Cangzhou los siguientes boxeos:
el Guaquan, el Qinglongquan, la serie lenta del Pigua, la
serie rápida del Pigua y el Paochui. Debido a la combinación
del Piguaquan y el Tongbiquan, se practican también
movimientos individuales de manos, como reza el refrán:
Hasta los dioses y diablos temen al ataque del combinado
del Piguaquan y el Tongbiquan.
Los movimientos individuales normales del Piguaquan incluyen:
el Danpishou (mano cortante), el Fanpishou (mano cortante
al revés), el Tieshaozhou (escoba de hierro), el Kaimenpao
(cañón abierto), el Dakuabu y Xiaokuabu (dar
un paso grande o pequeño), el Jiaodilong (salto del
tragón terrestre), el Yaozichuanlin (el gavilán
atraviesa el bosque), etc. En Gansu y otros lugares se conocen
el 12 Datangzi (12 series de ejercicios), y Shilu
Tandui (10 ejercicios de Tandui).
En
Gansu se promueven principalmente cuatro boxeos: el Piguaquan,
el Qinglongquan, el Feihuquan y el Taishuquan. El Piguaquan
se caracteriza por su ejercitación de comienzo lento
y movimientos flexibles, regulando la energía vital.
Se requiere dominar las habilidades de lanzar y retirar las
manos y los pies, real o falsamente, con fuerza cortante.
Las armas implican las lanzas Qi y Liuhe, las espadas Tongbei
y Tipao, el garrote Fengmo, los sables Pigua y Miao, el doble
sable Pigua y el garrote de tres segmentos ligados. A través
del cambio de la fuerza y la técnica se forma el truco
de mango de látigo de Longnan, Gansu, del Piguaquan.
La ejercitación de las armas refleja las características
de grandes aperturas y cierres y golpes a larga distancia.
3. Características del Piguaquan
El Piguaquan se caracteriza por las extensiones y contracciones
violentas y patadas además de paradas (rechaces de
un ataque). La aplicación de las técnicas requiere
que la cintura gire y las caderas tiren hacia adentro, que
los brazos se relajen y se crucen, y que la fuerza se concentre
en los hombros y brazos.
El
mismo sigue los principios de grandes aperturas y cierres,
combinación de movimientos duros y flexibles, golpes
largos y cortantes. Exige también que se usen las armas
con vigor, rapidez y fuerza. Las formas de las manos destacan
el empuje, el corte y la elevación, con movimiento
rápido.
En el ataque, se requiere la habilidad del estiramiento y
el encogimiento, el golpe largo, el desplazamiento real y
falso y los movimientos sin tregua, con la cintura como el
eje, el cuerpo como mango de látigo y los brazos como
punta de látigo, haciendo llegar la fuerza corporal
a los extremos de los cuatro miembros.
Los pasos se mueven como cadena de anillos continuos, rápidos
como olas impetuosas. La ejercitación debe mostrar
la vitalidad de movimientos como río que fluye incontenible.
Además
de dichas características comunes, la serie rápida
destaca por su agilidad con los movimientos diversos, como
si la golondrina rozara el agua; la serie lenta
por su irresistencia con la fuerza vigorosa y suave; el Qinglongquan
por su largo como si un tragón saliera
del agua con cuerpo extendido y elegante; el Guaquan
por su altitud con saltos altos y estremecedores
y el Paochui por su vigor con fuerza firme y llena.
4. Teoría del Piguaquan
El Piguaquan exige la integración de técnicas
individuales y colectivas y su complementación. En
el entrenamiento se buscan lo correcto, la libertad, lo vivo,
la unión, la rapidez, la fuerza, la agilidad, la fineza,
lo maravilloso y lo único. Se debe practicarlo desde
los movimientos fáciles a los difíciles profundizándose
paso a paso. Comienzan por las posturas correctas, pasando
a lograr la libertad, la rapidez, la agilidad, la fineza y
la maravilla, llegando a la perfección en la técnica.
El Piguaquan presta también la atención a la
mezcla adecuada de posturas y técnicas que se apoyan
mutuamente, a saber, colocar posturas con lentitud y dar golpes
velozmente. Los trucos abarcan el dar volteretas, el apretar,
el cortar, el coger, el estirar, el encoger, el explorar,
el tocar, el golpear, etc.
Para aprender bien el Piguaquan, se debe tener conocimientos
de tomar la cintura como el apoyo fundamental y dar volteretas
continuamente con saltos, estiramientos, encogimientos, exploraciones
y volteos. Hay que extender los brazos y dar golpes cortantes
incesantes a lo largo como si agitaran el látigo. Los
pasos, al mismo tiempo, se mueven como cadenas de anillos
y rápidamente como olas impetuosas.
Se subraya la fuerza tirante, nacida de la cintura y lanzada
en forma redonda. Es necesario vencer al adversario con ataques
rápidos, largos y ágiles superando sus defectos
lentos y cortos, además de alternar lo duro con lo
flexible.
5. Técnicas del Piguaquan
Es sabido de todos que en las artes marciales los más
ágiles ganarán el combate. Hay que observar
los siguientes puntos esenciales:
Primero hay que relajarse. Antes de empezar los movimientos,
se debe relajar la mente, los músculos y las articulaciones.
Con los miembros relajados pero no entumecidos, se puede lograr
una fuerza hábil y músculos flexibles para lanzar
puños o pies con rapidez.
Segundo es nacimiento de la fuerza de la cintura. La fuerza
parte de la cintura para llegar a los cuatro miembros, formando
un conjunto armonioso, concentrado en las puntas de las manos
y los pies.
Tercero es la regulación cerebral. El Piguaquan presta
mucha atención al mando del cerebro. Este regula los
nervios impulsándolos de la inhibición a la
excitación, para que se pueda emprender un ataque súbito
como un tigre o un relámpago, sin que el adversario
reaccione. Se requiere que los movimientos sean claros, con
ritmos vivos.
Cuarto es la fuerza interior. Para que la fuerza no se exponga,
se debe encoger el pecho y erguir el cuello, con la fuerza
escondida como un arco lleno que está a punto de disparar.
Quinto es la cadena de los pasos. Esta forma de pasos destaca
por la rapidez y agilidad, al formar un anillo tras otro.
Son pasos básicos del Piguaquan que ayudan a conseguir
la mayor velocidad en el combate.
El Piguaquan es muy practicable, tanto para la defensa como
para el ataque, gracias a su rápida velocidad, buena
función de la cintura, alargamiento de brazos y explotación
adecuada de la fuerza. Los trucos de las partes superior,
media e inferior del cuerpo se combinan y cambian libremente
unos tras otros, lanzando ataques con la mano izquierda y
con la derecha, y dando pasos en forma de cadena de anillos,
además de golpes cortantes, para que los oponentes
no puedan defenderse eficazmente. También hay que aprovechar
los puntos débiles del adversario, para iniciar el
ataque rápido entre los movimientos falsos y reales
como trueno repentino que no da tiempo para taparse los oídos,
obteniendo el mayor efecto con el menor costo.
6. Observaciones en el aprendizaje del Piguaquan
En la ejercitación del Piguaquan, es necesario observar
estrictamente las esencias de este arte marcial, procediendo
de lo fácil a lo difícil y progresando en forma
gradual y ordenada.
Se
deben dominar primero las habilidades básicas de piernas,
la cintura y los brazos, para poder aprender luego movimientos
difíciles. Además del Changquan (boxeo de golpes
a larga distancia), se deben ejercitar las formas de palmas
elevadas, manos cortantes, uso de la cintura, brazos cruzados,
piernas suspendidas en lo alto, agitación de las piernas,
desplazamiento de pies, etc. En la práctica, además
de respetar los requerimientos estrictos sobre la postura,
el uso de la fuerza y la velocidad, es menester percatarse
de la connotación de la mente, esforzándose
por llegar a combatir con las manos como estrella fugaz, los
ojos como relámpago, la cintura como serpiente y los
pies como perforador. Asimismo hay que tomar en consideración
los movimientos extendidos y naturales y la aplicación
apropiada de técnicas de ataque.
El ejercicio del Piguaquan ayuda a tener una figura vigorosa
y atractiva, con músculos bien formados. Este arte
marcial requiere que los brazos, la cintura, la cadera, los
codos, los hombros y las muñecas queden flexibles,
naturales y relajados, y que los brazos tengan una fuerza
de látigo dando golpes a la larga. El mango se identifica
con la cintura y la punta representa la mano. Cuando se entrena,
la fuerza corporal llega a la mano.
Las formas técnicas del Piguaquan son:
1) Cambio de las formas de las manos. Hay formas de palma,
puño y dedos.
2) Cambio de los pasos. Abarcan Gongbu, Mabu, Xubu, Pubu
y Xiebu, los básicos, y también Toubu, Chabu,
Shuanggongbu y Lianhuanbu (cadena de anillos), el más
común de todos.
3) Agilidad del cuerpo. Se debe encoger el pecho y erguir
las espaldas, en forma de serpiente, para explotar la fuerza
desde la cintura.
4) Piernas rápidas. Patear, mover la mano y la pierna
al mismo tiempo y levantar la pierna a la altura de la cara
son formas básicas de la pierna. Se exige movimientos
rápidos.
5) Vista aguda. El ataque veloz necesita la cooperación
de los ojos que siguen siempre a las manos y pies y las armas
o llegan antes de éstos, coordinando lo superior con
lo inferior, lo interior con lo exterior.