Jóven
Cuba con el ímpetu de siempre
--Entrevista con el nuevo
embajador cubano en China, Carlos Miguel Pereira
Por LAO YI
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TODAVIA sus rostros denuncian algo del aire estudiantil con que
llegaron a China hace unos años, custodiados por el azoro
inicial y las expectativas de cualquier primerizo. Quienes les
conocieron entonces, y los ven hoy de vuelta, no pueden evitar
relacionarlos con el desenfado con que alguna vez se pasearon
por las calles de Beijing, mientras pugnaban por dominar el idioma
chino, enarbolando un talante festivo típico de cualquier
universitario.
Son la más reciente hornada de diplomáticos cubanos
en China. Un equipo que sobresale entre sus pares de América
Latina en Beijing por su juventud incluido el más
joven embajador latinoamericano en China-, y su adiestramiento
en la lengua y cultura del país anfitrión. De algún
modo siguen siendo aquellos educandos pues de aprender nunca
se acaba-, pero hoy los diferencia una buena dosis de responsabilidad
agregada. Sobre sus hombros recae el empeño de promover
los nexos con la nación más poblada del planeta
y una de sus economías más dinámicas. Por
si fuera poco, les toca velar porque en estas latitudes se difunda
y asimile el complejo panorama en que se desenvuelve su tierra
natal, asediada por un cerco que no merma. Son jóvenes
y, precisamente por ello, saben lo que implica haber vivido toda
una existencia condicionada por las sanciones que impone un vecino
poderoso.
En consecuencia, dos de los primeros encuentros del recién
designado embajador cubano, Carlos Miguel Pereira, con los medios
de prensa chinos, se han centrado en temas medulares para su país,
a saber, el doble rasero en la lucha contra el terrorismo y el
enfrentamiento al bloqueo económico y financiero que EE.UU.
ejerce sobre la isla desde 1961.
Tras una de estas conferencias, el representante de La Habana
concedió una entrevista a China hoy.
CH 1- ¿Cuáles son las características
del nuevo equipo diplomático?
CMP - Esta etapa se inició el pasado 29 de agosto, cuando
regresé a China 15 años después que, en 1991,
vine a estudiar el idioma (en la Universidad de Beijing, Beida).
Si bien es cierto que ha habido una renovación, es bueno
aclarar asimismo que en la misión se mantiene en activo
un grupo de compañeros que ha estado haciendo su aporte
desde antes. Existe, por tanto, un sentido de continuidad en nuestra
labor, que se desarrolla sobre una excelente base, gracias a antecesores
como (los ex embajadores) José A. Guerra Menchero (ex decano
del grupo diplomático latinoamericano en China) y Alberto
Rodríguez Arufe. Se trata, en fin, de una mezcla de experiencia
con juventud, una de las principales fuerzas del proceso revolucionario
que encabeza Fidel Castro.
Promovemos el trabajo en equipo, la discusión colectiva
y el espíritu emprendedor, a la vez que compartimos gran
respeto y admiración por el hermano pueblo chino.
2- ¿Qué expectativas mantiene respecto a un
incremento del diálogo con la parte china?
El que la mayoría de nuestros funcionarios diplomáticos
sean jóvenes que conocen el idioma y costumbres de China,
nos facilita el diálogo y el conocimiento mutuos. Hay grandes
expectativas respecto a lo que puede lograr este equipo.
Súmese a ello que existe una amplia presencia del empresariado
chino en Cuba, en medio de crecientes niveles de comercio e intercambio
económico que favorecen una relación cada vez más
profunda y estratégica entre los dos países. Se
percibe asimismo una mayor avidez entre la juventud y población
china por conocer acerca de Cuba, cuya recuperación económica
se fortalece y consolida.
3- ¿Cómo evalúa los vínculos bilaterales
de los últimos años?
A
nuestro juicio, las relaciones entre Cuba y China tienen cuatro
características principales, a saber:
a) Profundas raíces históricas.
b) A pesar de la distancia geográfica, los frecuentes
intercambios de visitas de alto nivel de los últimos años
han creado bases sólidas sobre las cuales ampliar cada
vez más nuestra amistad y confianza recíprocas.
c) Cuba y China comparten hoy coincidencias de carácter
estratégico, que permiten enfocar sus nexos a largo plazo.
d) Son relaciones basadas en la igualdad, en el respeto y beneficio
mutuos, con independencia de tamaño y poderío.
Estas relaciones atraviesan por su mejor momento histórico.
Hay un amplio diálogo que incluye al más alto nivel
y tiene sus bases en el plano político e ideológico,
el comercio bilateral superó los mil millones de dólares
en 2005, con lo cual China se convirtió en el segundo socio
comercial de Cuba.
Una observación: en 1993, cuando nadie creía que
la revolución cubana sobreviviría, el entonces Presidente
chino, Jiang Zemin, fue el único Jefe de Estado extranjero
que se atrevió a visitar Cuba. No hubo otro país
que apoyara tanto a Cuba como lo hizo China en esos duros años.
Las visitas históricas del Presidente Fidel Castro en
1995 y 2003, las del primer vicepresidente Raúl Castro,
en 1997 y 2005, respectivamente, unidas a las de los principales
dirigentes chinos a Cuba, en particular la del Presidente Hu Jintao
en diciembre de 2004, abrieron una nueva etapa de vínculos
cada vez más profundos y estratégicos en todos los
campos.
Cuba y China han sufrido la agresión y ocupación
extranjeras, bloqueos y sanciones y han tenido que combatir a
enemigos muy poderosos.
Ambas revoluciones tienen sus propias raíces. No son resultado
de modelos importados desde el exterior, ni de procesos de negación
de la historia, lo que les ha permitido persistir en la construcción
del socialismo partiendo de las características propias
bajo el liderazgo de partidos comunistas sólidos y cohesionados.
Cuba y China comparten una misma trinchera en los principios
del derecho internacional, el fortalecimiento del multilateralismo,
el rechazo al hegemonismo, a la política de fuerza y en
el rechazo a la imposición de un modelo único mundial.
4- ¿Prioridades de la nueva agenda?
- Incremento del comercio bilateral.
Nota de la redacción:
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Apenas
24 horas después de concedida esta entrevista, 183
países votaban en la Asamblea General de la ONU por
el levantamiento del bloqueo que EE.UU. mantiene sobre Cuba
|
- Comienzo a corto plazo de proyectos de inversión conjunta
en salud, biotecnología y turismo.
- Fortalecimiento del diálogo político bilateral
a tenor del papel cada vez más importante del factor social
en la agenda del Gobierno chino.
- Aumento de la presencia del tema cubano en prensa china y viceversa.
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