Héroes del trabajo en la meseta nevada

–Hombres expuestos a las más duras condiciones laborales ponen la voluntad como escudo

Por SUN CUIPING y LUO YUANJUN

La construcción del ferrocarril Qinghai-Tíbet, en una meseta a 4,000 m de altura sobre el nivel del mar, es considerada poco menos que un milagro de la ingeniería moderna. En dicha zona la densidad de oxígeno ocupa sólo la mitad de la disponible en el llano, y la temperatura mínima llega a los 40,8 grados centígrados bajo cero. Además, los relámpagos, truenos, ventiscas, nevadas y tormentas de arena son muy frecuentes. Vivir bajo tales condiciones equivale a una hazaña. Ni más ni menos. Por eso, al vocablo milagro nos atrevemos a sumar el de héroe. No hay otro que cuadre mejor al contingente de trabajadores hacedores de esta obra magnífica.

Un constructor con talla de general

A Peng Jianghong, subdirector del comando del ferrocarril Qinghai-Tíbet, sus compañeros de labor le han colocado el apodo de “Gran General Peng”*, pues trabajó por cerca de diez años para esta obra. Peng destila determinación, inteligencia y generosidad. Esa es la impresión que nos deja. Experimentado en trabajos de construcción bajo duras condiciones medioambientales, se mantiene impávido ante la gloria y el honor, pero no puede mantenerse ajeno cuando se trata de reiterar el desinterés y la valentía de los obreros en el trabajo.

Zang Shoujie, capaz y encantador

Al hablar de Zang Shoujie, jefe de comando de la Administración N.° 13 del Ministerio de Ferrocarriles de China, Peng lo hace en los siguientes términos: “Trabaja concienzudamente y tiene encanto personal. Nunca se distrae”. Por su parte, Zang estima: “Los éxitos de la Administración N.° 13 son resultado del trabajo conjunto de todos los obreros, del espíritu colectivo, nuestro mayor orgullo”.

Zang tiene 46 años de edad, de los cuales ha dedicado más de diez a su responsabilidad directiva. Siempre ha estado atento al desarrollo del espíritu colectivo y a la promoción de la iniciativa personal en el trabajo, todo lo cual jugó un papel determinante en los buenos resultados de las labores acometidas en la meseta. Al respecto dice: “Un buen administrador debe saber movilizar a sus obreros y colocarlos en los puestos más convenientes si quiere demostrar plenamente su capacidad”.

En marzo hace frío y el oxígeno es ligero en el Tíbet. Zang encabezó al grupo de contingencia en el campo de obras. Su entidad debió asumir un tramo de 58,65 km de largo, a más de 4.000 m de altura, con muy baja densidad de oxígeno y duras condiciones de trabajo. Para descubrir a tiempo los problemas y solucionarlos rápidamente, Zang solía caminar siete u ocho km hasta las reuniones. A veces sufría el embate del soroche, o mal de altura, pero seguía trabajando hasta bien entrada la noche, respirando oxígeno de balones y bebiendo infusiones.

En dos ocasiones sufrió accidentes del tránsito, pero regresó a la obra en cuanto se sintió recuperado. Su esposa Zhang Xiuzhen afirma: “El tiene un especial sentimiento por el ferrocarril. Siente que su lugar está allí”.

Zang es ejemplo para los obreros. Bajo su dirección, el comando general declaró ejemplares a más de 40 obras de la entidad, con una tasa de aprobación de cien por ciento. En 2004 Zang dirigió al grupo que creó un pantano artificial de 80 mil m², con lo cual se iniciaron las obras de protección ambiental en la meseta. Dicho empeño hizo a la entidad merecedora de la condición de excelente, que otorgan el municipio de Lhasa y la región autónoma del Tíbet. En 2005, la entidad logró el primer puesto en la evaluación integral de obras. Zang fue premiado con la medalla de “Ferroviario de Honor”, el título de “Trabajador Modelo del Tíbet” y el de “Gerente de Excelencia en Obras Estatales”, que otorga el Ministerio de la Construcción.

Su prioridad, según nos explica, es mantener sanos y seguros a todos los obreros, para lo cual se han invertido más de 4,2 millones de yuanes en la construccción del hospital temporal, equipado con modernas instalaciones y ubicado en el campo de obras. Allí era de carácter obligatorio el examen físico regular y los doctores patrullaban a diario los dormitorios obreros. En 2004 se convocó en Lhasa al VI Simposio Internacional de Medicina para la Meseta. En dicho encuentro se seleccionó como la única entidad de visita en la línea ferroviaria Qinghai-Tíbet al mencionado centro asistencial, por decisión de más de 230 expertos chinos y extranjeros. Durante toda la obra no hubo ningún caso de enfermedad de meseta en la Administración N.° 13.

Xie Fangliang, capacitado y concienzudo

Xie Fangliang, jefe de comando de la Administración N.° 19, fue calificado en 2004 por el gobierno de la región autónoma de Tíbet como trabajador ejemplar, y premiado en 2006 con la Orden Nacional del Trabajo. Al mencionarlo, Peng acota: “Es muy dedicado a su trabajo y siempre es buen ejemplo para todos. Además, tiene muchos conocimientos. Está destinado a triunfar”.

Xie es un graduado universitario, con más de diez años de experiencia administrativa en obras antes de entrar en el Tíbet. Es un hombre generoso y decidido. No es locuaz, pero la sinceridad de su expresión oral conmueven a quien le escucha. Ha laborado por cinco años en la obra, desde marzo de 2003, sin apartarse nunca de su puesto, con la excepción de la muy importante Fiesta de la Primavera. Gusta de leer periódicos y revistas en inglés, su única afición cuando trabajaba en la obra.

El soroche afecta frecuentemente a hombres fuertes como Xie, que mide 1,83 m de estatura. La carga de trabajo y el mal de altura le hicieron adelgazar rápidamente. La insolación perenne le oscureció el cutis y los excesivos rayos ultravioleta de la meseta le vulneraron la visión, al punto que ahora lleva gafas oscuras, incluso dentro de una habitación.

Xie persigue el perfeccionismo en el trabajo y es muy exigente consigo mismo. Para él, según sus propias palabras, es un honor tomar parte en las obras del ferrocarril de mayor altura en el mundo. “Por tanto, agrega, no me he permitido el menor descuido en el trabajo”.

El campo de obra está en los distritos Amdo y Nagqu, donde, con una altura de 4.600 a 5.000 m, predomina el clima glacial, con una temperatura promedio anual de 2,9 grados bajo cero. Son ocho meses de heladas y de ventiscas que soplan por más de 147 días al año. En la superficie de 420 mil km² no se ve un solo árbol. La escasez de oxígeno imposibilita que allí sobrevivan los animales de corral. En medio de este erial congelado debía trazar su línea ferroviaria la Administración N.° 19, imponiéndose al reto que suponía la estación de Tanggula (5,072 m de altura sobre nivel de mar), y un tramo de unos 400 km de rieles.

Para colmo de males, justo cuando la obra entraba en su etapa clave, llegó anticipadamente la temporada de lluvias. En la primavera de 2004, el campo se convirtió en un cenagal, donde a duras penas podían transitar unos 200 camiones, que con frecuencia quedaban atascados. Bajo la lluvia torrencial, muchos obreros gritaban acompasadamente, como repitiendo un mantra, para sincronizar sus movimientos. Escenas como ésta conmovieron a Xie.

Su rutina consistía en recorrer cada día 60 km, divididos en tres trayectos de ida y vuelta. Lo más normal para él era regresar a medianoche y partir al despuntar el alba.

Para proteger la salud de los obreros, la entidad invirtió más de siete millones de yuanes en cabinas de oxígeno de alta presión y máquinas productoras de oxígeno, además de establecer un sistema de servicio médico de tres niveles, con enfermería, clínica y hospital. En 2005, ya la obra se encontraba en su útima etapa, a pesar de lo cual Xie insistió en que se destinaran fondos a los servicios médicos para los obreros. Gracias a ello, la tasa de afectación por soroche, o mal de altura, fue de sólo 3,6 por ciento, más bajo que el índice permitido por el Ministerio de Ferrocarriles (2 por ciento).

Al igual que el nacimiento del río Nujiang, el lago Cona pertenece a la zona de protección ambiental. Se trata de un lugar de reposo para las aves bajo protección estatal, como la grulla de pescuezo negro, la gaviota de cabeza marrona y la oca de cabeza moteada.

Para proteger el lago, Xie empleó métodos como construir un muro de protección de 40 km de largo, con más de 200 mil sacos de arena, lo que impidió la entrada de basura o aguas residuales al lago. Al borde del camino colocó depósitos de basura cada 2 km, los cuales eran evacuados períodicamente. Se mantuvo un estricto control que incluyó la prohibición de la pesca en el lago. Estos métodos fueron promovidos en las demás entidades. El grupo fue premiado durante tres años seguidos por el gobierno de la región autónoma del Tíbet, otorgándole la condición de “Entidad de Excelencia en la Protección Ambiental en la Construcción del Ferrocarril”, amén de otros numerosos reconocimientos de diverso nivel.

*Peng Dehuai (1898-1974) Comandante Supremo de los Voluntarios del Pueblo Chino que lucharon en la Guerra de Corea (1950-1953). Dirigió a las fuerzas aliadas de Corea y China en cinco campñas en las que aniquilaron a numerosos enemigos. En 1954, fue designado ministro de Defensa y miembro del Buró Político del Partido Comunista. En 1955 fue promovido al grado de mariscal junto con otros nueve comandantes del Ejército Popular de Liberación.
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