Guge,la Pompeya del del Tíbet
Por PENG XINGUI
Guge,
un reino perdido hace 350 años en Ngari, actual región
autónoma del Tíbet, ha permanecido desconocida
al resto del mundo por largo tiempo. Hoy, sin embargo, es objeto
de mucha atención entre los círculos arqueológicos
mundiales, dado su valor cultural, parejo al de las civilizaciones
maya y de Pompeya. Las tres tuvieron un mismo destino fatídico:
fueron destruidas en su época de auge y sometidas a cambios
abruptos. En los siglos siguientes, nadie supo de su existencia.
Se convirtió en reino muerto.
En la actualidad, hay unas diez casas dispersas alrededor de
las ruinas del reino antiguo, ninguna de las cuales tiene vínculo
con aquél. ¿Qué quedó de la civilizada
y próspera ciudad de 100.000 habitantes, borrada de la
tierra en un instante hace 350 años?
Lo limitado de los conocimientos y la escasez de datos al respecto
no hacen más que aumentar la capa de misterio que cubre
este hecho.
Palacio bien diseñado
Las ruinas del Reino Guge se ubican en la meseta del Tíbet
occidental, a 4.000 m sobre el nivel del mar. El imponente palacio
y la muralla se sitúan sobre una colina de 300 m de alto,
donde hay 879 cuevas- viviendas, 445 casas, 58 fuertes y 28
torres. Entre las ruinas y el río Xiangquan hay un gran
descampado.
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Tras la entrada de la ciudad y un sendero estrecho se encuentran
el Pabellón de Dumu (diosa tibetana), el Templo Blanco,
el Templo Rojo y el pabellón Daweide (Majestuosidad y
Virtud Grandes). Las construcciones en el palacio son generalmente
de forma abovedada. Los templos Blanco y Rojo ocupan superficies
respectivas de cerca de 300 m², con valiosos murales de
diversos temas. Los del Templo Blanco incluyen los árboles
genealógicos de los reyes de Tubo, Guge e Indú.
En el Templo Rojo hay muchos murales que describen los acontecimientos
y ritos religiosos, incluido el encuentro entre el Rey de Ngari
y el maestro budista indio Adisha, en 1038. En el Pabellón
Daweide también hay murales de gran tamaño sobre
el budismo y la guerra. A pesar del paso de los siglos, estos
retratos mantienen su atractivo, que reside en buena medida
en la mezcla de elementos de la India, Cachemira, Nepal, e incluso
las artes islámicas.
En medio de la colina hay una cueva que contiene armas bien
conservadas, gracias al aire seco de la región.
Las
construcciones principales para la familia real se concentran
en la cumbre de la colina, donde hay unas 40 habitaciones de
techo plano con estructura de barro y madera, que son generalmente
de un piso, cuya área varía de 12 y 18 m².
Su disposición revela la agilidad en el diseño,
a pesar del deterioro en la construcción. La familia
real residía en el sudeste de la cumbre. En el oeste
del palacio hay restos de un gran salón de 200 m²,
que es la mayor edificación del lugar, la cual servía
para la discusión de asuntos oficiales. El suelo del
salón fue cimentado con granito, arena y arcilla, un
método arquitectónico tradicional que todavía
se usa en muchas áreas tibetanas para el tratamiento
del suelo y el techo.
La erosión de cientos de años ha dejado muchas
grietas en el suelo y la pared. En la parte septentrional de
la cumbre hay un túnel estrecho en la entrada y muy espacioso
abajo, de 20 m de profundidad. Es el palacio subterráneo
inacabado del rey de Guge. Todas las edificaciones del rey están
en la cumbre rodeada por precipicios escarpados. El castillo
real es inaccesible, a menos que se use un túnel de 50
m que llega al centro de la colina. En la cumbre hay una vista
panorámica del lugar.
Misterio de la muerte
En realidad, el territorio del Reino Guge es mucho más
grande que la ciudad arruinada de Zhada. Según registros
históricos, el régimen fue fundado hace 1.300
años por descendientes de la familia real de Tubo, que
había gobernado la meseta del Tíbet. Su jurisdicción
llegó hasta la prefectura de Ngari. Durante más
de 700 años gobernaron unos 20 reyes, cuyo reinado terminó
en el siglo XVII.
Se especula que la guerra religiosa puso fin al reino. Todos
los habitantes de Guge eran fieles creyentes lamaístas
antes de la entrada de los portugueses desde la India. Los misioneros
portugueses convirtieron al cristianismo primero a la reina
y luego al rey. Los lamas derribaron el reino con ayuda de Cachemira.
Poco tiempo atrás, los arqueólogos encontraron
una máscara de papel en las ruinas de Guge, con citas
de la Biblia en portugués. Este descubrimiento proporcionó
la prueba más contundente sobre dicha suposición.
Hay una cueva en el precipicio, a 600 m al norte de las ruinas,
considerada como la última huella de Guge. La misma está
a tres m del suelo. La entrada es pequeña, de 1,2 m de
alto y 0,8 m de ancho. Hay tres cámaras dentro: la grande
es aproximadamente cuadrada y con 10 m² de área,
con un nicho en la pared; la trasera y la cámara meridional
son muy pequeñas y se conectan con la grande por una
pequeña salida. En estas cámaras hay varios cadáveres
humanos. Junto a los restos se ven harapos, cuerdas y palillos.
Los esqueletos están desmembrados y sin cabeza, aunque
las huellas de cabellos demuestran que llegaron aquí
con cabeza. Pero nadie sabe cómo desaparecieron los cráneos.
Hay restos de piel. Los 10 cuerpos están envueltos en
estolas y mantas tibetanas, atados por la cintura con soga de
lana.
Sobre estos cadáveres se afirma que al terminar la guerra
con Cachemira, el rey de Guge no vio esperanza de victoria,
y se rindió a condición de que no sufrieran daño
sus súbditos. Pero cuando los soldados de Guge dejaron
sus armas, los invasores de Cachemira les mataron a todos y
escondieron los cuerpos en la cueva. Los sobrevivientes fueron
obligados a irse a Cachemira.
Pero en la cueva hay asimismo cadáveres de muchachas.
Tal vez fue un enterramiento ritual. ¿Quién sabe?
La verdad sigue escondida.
Tecnología de fundición
El cantón Luba del distrito de Zhada está al
norte de las ruinas de Guge. Luba significa horno de fundición
en tibetano.
El lugar era famoso por sus fundiciones y la fabricación
de artículos de oro y plata en el Reino Guge, donde se
hacían estatuas de metal y objetos rituales para los
24 monasterios pertenecientes al Monasterio Toding. Se dice
que las figuras de buda estaban hechas de varios metales, incluidos
oro, plata y cobre, fundidas tan perfectamente que no se notan
las junturas, de ahí su gran valor.
En el verano de 1997, los arqueólogos descubrieron por
casualidad una linda estatua de buda, con una corona, objetos
rituales en cuatro manos y sentado con las piernas cruzadas
sobre un loto. La estatua tiene tres ojos (el tercer ojo se
pone de forma vertical en el centro de la frente). Sus globos
oculares se hicieron con baño de plata y aparecen muy
brillantes, por eso le llaman Ojo de plata de Guge.
Todos los que visitan el sitio demuestran admiración
por la grandiosidad de la construcción y su científica
configuración. Es posible experimentar con su vista la
prosperidad de la ciudad 300 años atrás
Ubicación geográfica:
Las
ruinas del Reino Guge se sitúan en el distrito
de Zhada, prefectura de Ngari, que limita al sur con la
India. Zhada está a 1.500 km de Lhasa, la capital
de la región autónoma del Tíbet,
a 200 km de Shiquanhe, distrito de Gar, donde reside el
gobierno de la prefectura, y a 1.200 km de la ciudad de
Yecheng, en la región autónoma uigur de
Xinjiang.
Transporte:
Hay dos trayectos hacia la ciudad de Guge. Uno parte
de Yecheng en Xinjiang, y llega a Zhada a través
de Shiquanhe. El otro toma el camino de Lhasa a Xigaze,
y luego a Zhada. El camino es difícil y se necesitan
tres días para llegar. Lo habitual es contratar
un automóvil para viajar al Tíbet, pero
hay que pagar de 12.000 a 14.000 yuanes RMB para el recorrido
de Lhasa a Xigaze, es decir cuatro o cinco yuanes por
kilómetro, y a veces hay que pagar la comida y
el alojamiento del chófer. Para ir de Zhada a las
ruinas hace falta alquilar un coche, pues los 18 km son
difíciles. Esta visita requiere de cinco horas
en total.
El permiso de visita a la frontera:
Se precisa un permiso de visita a la frontera para el
viaje a Zhada. Los visitantes pueden llenar formularios
en comisarías locales, y recibir el permiso el
mismo día. Los que tengan pasaporte ya estampados
en el lugar no necesitan de dicho permiso.
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