Tras exponer un conjunto de pinturas mexicanas, de los
períodos de posguerra independentista a fin de siglo
XX, y una muestra de arquitectura moderna mexicana y cerámica
contemporánea de ese país, el Museo de Arte
Nacional de China, puso a consideración del público
beijinés un valioso envío del Instituto Nacional
de Antropología Histórica (INAH) de México.
El préstamo consistió en 98 reliquias antiguas
del Jaguar, típicas de la misteriosa cultura india,
que permitieron a los beijineses tener una visión
de primera mano sobre la religión primitiva de los
indoamericanos antes de la conquista española en
1521. La muestra expuso asimismo la profunda influencia
de estas creencias sobre el arte, costumbres populares y
pensamientos de los pueblos aborígenes.
El préstamo fue organizado en colaboración
entre el Ministerio de Cultura de China y la embajada mexicana
en esta capital.
La
exposición, titulada El Jaguar, Huellas de lo Divino,
es la mayor con carácter transitorio que ha promovido
el Museo de la Capital después de la Exposición
de Objetos Conservados durante 250 Años, del Museo
Nacional de Inglaterra, en el presente año. Aparte
de objetos artísticos como cerámica, escultura
en piedra, frescos y esculturas en jade, hay también
20 máscaras, trajes y adornos de color llamativo,
copiados imitando los estilos de la antigüedad, cuando
los mismos se usaban en los ritos religiosos de adoración
al Jaguar. Muchos de estos objetos salen de México
por vez primera. El valor de algunos sobrepasa los 100.000
dólares.
José Enrique Ortiz Lanz, director de la Coordinación
Nacional de Museos y Exposiciones, INAH, afirma: Beijing
cuenta con los mejores museos del mundo. Tiene personal
muy especializado y tecnología nueva y avanzada.
Dejamos de preocuparnos de la seguridad de nuestros bebés.
Seguro que van a estar bien cuidados.
Guo Xiaoling, director del Museo de la Capital, vincula
la adoración al Jaguar de los indios con la idolatría
que el pueblo chino expresa hacia el dragón. Igual
que el dragón era de uso exclusivo imperial en la
antigua China, sólo los nobles gobernantes indios
tenían derecho a utilizar objetos con adornos de
jaguar. Son dos culturas distintas que se desarrollan simultáneamente.
Sin embargo, no es difícil descubrir la impronta
china numerosos objetos expuestos.
Una estatua de mujer del tamaño de una mano, de
200 a 700 años de antigüedad, vestida en rojo
con rayas azules, peinado alto y figura opulenta, semeja
una figurilla femenina de la dinastía Tang (618-907)
de China. Sólo los pantalones con manchas de jaguar
bajo la falda revelan su identidad de noble india. El señor
José Bermejo, consejero cultural de la Embajada de
México, indicó que esta figurilla femenina
y algunos otros objetos de jade, muestran una vinculación
estrecha entre la civilización india y la cultura
oriental, sobre todo la de China.
Guo Xiaoling lo secunda: los indios y los chinos
son del mismo grupo étnico mongol de Asia. En busca
de caza, atravesaron el estrecho de Bering en invierno,
cuando el estrecho estaba cubierto de hielo sólido,
y se establecieron en la actual América. Aislados
de otros continentes, desarrollaron una cultura peculiar
y típica. México, Centro América y
el Noroeste de Sudamérica son las regiones más
representativas de la civilización indoamericana.
Aquellos objetos son huellas de esta emigración.
Bermejo dijo a la prensa que 2006 marca una etapa de cooperación
estratégica para las relaciones entre China y México.
Por lo tanto, la embajada promueve una serie de actividades
culturales para aumentar y profundizar el conocimiento mutuo,
como la participación de México en calidad
de país invitado de honor en el Festival Encuentro
en Beijing 2006, en abril y mayo, exposiciones mencionadas
arriba desde junio hasta octubre, presentación de
libros traducidos al chino de Elena Poniatoswka, Jorge Volpi,
Cristina Rivera Garza y Sergio Pitol, de marzo a julio,
y dos festivales de cine mexicano, uno en abril y otro para
noviembre. Dicho programa abarca la capital, Shanghai y
Guangzhou, ciudades más representativas de China.
Las relaciones entre dos países son como las
de dos personas. Para presentarse al extraño uno
debe mostrar su personalidad y características, de
modo que se identifiquen puntos comunes y diferencias.
Como contrapartida, el Museo de la Capital enviará
sus figurillas de buda a México en 2007.