Economía individual, palanca de la nueva sociedad

-Desde sus balbuceos iniciáticos, allá por los años 80, hasta su actual expansión, la pequeña empresa privada china ha recorrido un largo trecho, que le ha permitido ganar en experiencia, obtener reconocimiento social y plantearse metas más ambiciosas para el futuro.

Por LUO YUANJUN

Huang Xiaoming, licenciado de 22 años, se graduó en julio de 2006. Con el apoyo de su padre, alquiló un puesto de ventas en el mercado mayorista Tianyi, en el centro de Beijing. Desde entonces comenzó su vida de comerciante por cuenta propia.

Tianyi es uno de los mayores mercados de distribución mayorista de mercancías menudas de Beijing. Sobre su decisión, Huang Xiaoming explica: “Cuando era universitario, siempre venía aquí de compras. Tianyi cuenta con un considerable volumen de clientes. Si logro hacer negocios con el método apropiado, seguramente ganaré mucho”.

Huang Zhilong, padre de Huang Xiaoming, fue uno de los primeros comerciantes particulares que surgieron después de la reforma y la apertura de 1978. Al principio, Huang Zhilong adquiría artículos baratos y de buena calidad en Guangzhou y los vendía en Beijing. En aquel entonces, las mercancías no circulaban con la facilidad con que lo hacen hoy, por lo que no abundaban las mismas en el mercado. Por consiguiente, la parte vendedora llevaba la ventaja. “Los comerciantes que soltaban el bofe en el trabajo”, acota el viejo Huang, “de seguro obtenían buenas ganancias. Ya no recuerdo cuántos días y noches pasé en el tren corriendo entre Guangzhou y Beijing”.

Hoy, Huang Zhilong, que ya posee sus propios puestos de venta y también un depósito suficiente para asegurar su vejez, pone sus esperanzas en el futuro de su hijo. Al explicar las diferencias entre su época y la de su heredero, indica: “No recibí educación superior; tampoco aprendí administración moderna. Estoy satisfecho de mis pocos puestos, pero deseo que mi hijo sea un empresario exitoso en el futuro. Para mí, ser comerciante es una manera de ganarme la vida, mientras que para mi hijo es el inicio de su carrera”.

Hace poco, el profesor y economista Zhou Tianyong, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Beijing manifestó: “En medio de las imperfecciones empresariales que se manifestaron en la década de 1994 a 2004, desaparecieron cerca de 7 millones 700 mil trabajadores particulares”.

Según Zhou Tianyu, aunque China dispone de numerosas políticas favorables al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, aún queda pendiente el tránsito del viejo sistema al nuevo.

Además, las empresas estatales monopolizan los recursos más importantes y reducen el espacio de desarrollo de la economía privada. En los últimos años, el Gobierno chino reajustó el sistema de distribución, lo cual generó una serie de discusiones. Buena parte de estas discusiones estaban dirigidas al monopolio, pues el mismo perjudica la igualdad de la competencia mercantil.

A pesar de que la situación aún deja que desear, no faltan quienes se desviven por sumarse al empresariado privado, considerando que es un comienzo ideal para la vida laboral.

Un paso hoy, otro mañana

Según estadísticas, en 1978 sólo había 150 mil entidades particulares en toda China. Después de más de 20 años, en 2005, los comerciantes de este tipo registrados ante la Administración de Industria y Comercio sumaban 24 millones 639 mil, con un total de 49 millones 5 mil personas involucradas en este negocio. En China, quienes contratan a menos de ocho empleados son considerados comerciantes particulares, mientras los que tienen ocho o más empleados califican en la condición de dueños de empresas privadas.

Huang Zhilong es afortunado. Ha sido testigo de cómo muchos otros comerciantes particulares sucumbieron a la quiebra. Con todo, su éxito, que él atribuye a la prudencia, no le ha llegado con poco esfuerzo. Lo explica en estos términos: “La competencia entre comerciantes individuales es muy reñida. Mi método estriba en dos factores: primero, reduzco el costo y segundo, trabajo más que otros”.

La brusca transformación de economía planificada en economía de mercado supuso un vuelco favorable para el florecimiento del comercio por cuenta propia en China. El profesor Mao Shoulong, de la Universidad del Pueblo Chino, identifica varias características comunes en ese sector, a saber, bajo la economía planificada estas personas no lograban acomodarse en un puesto de trabajo, y a la vez, no eran aceptados por la sociedad, en virtud de su audacia empresarial.

Para Huang Zhilong, la decisión de ser un comerciante particular fue como una aventura en aquel entonces. Lo cierto es que no tenía más opción, pues no podía encontrar otro trabajo y la economía familiar distaba mucho de ser satisfactoria. Lo que nunca imaginó en aquellos años es que trabajaría tanto tiempo.

La experiencia dicta que el sistema de negocios por cuenta propia es el más eficaz para que los fondos individuales generen capital. Con unos mil yuanes, incluso con decenas de yuanes, uno puede empezar su negocio. El desarrollo es sostenible. El sistema por cuenta propia resulta atractivo para el desarrollo del mercado y hace que quienes los sostienen experimenten una sensación de poder. El mercado permite que el individuo ejerza toda su capacidad.

En la década de los 80 del siglo pasado, los cuentapropistas eran mirados con cierto desdén, pese a que en su mayor parte gozaban de ingresos más altos y horario laboral más flexible que los obreros, funcionarios y otros con empleos estables en las fábricas o instituciones estatales. A éstos últimos, sobre todo a los funcionarios públicos, se les envidiaba por disfrutar de beneficios de la cuna a la tumba.

Pero según se desmoronaba la impecable economía planificada, así se fortalecían los privados. Para la década de los 90, la creciente elevación de la posición económica de los comerciantes individuales llevó a muchos funcionarios gubernamentales a cambiar sus puestos estables por negocios privados. “El mundo da muchas vueltas, admite Huang Zhilong. Nunca pensé que un día sería ejemplo para muchas personas deseosas de aprender”.

La ley del más fuerte…o sabio

Para el Dr. Lu Jianhua, estudioso del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias Sociales de China, el éxito actual de los cuantapropistas obedece en mayor grado al ambiente y condiciones sociales imperantes en el país, “aunque muchos de ellos, subraya, carecen de la calidad esencial que requieren los administradores empresariales”.

Sobran los ejemplos de comerciantes privados que se han visto obligados a un retiro involuntario debido a sus escasos conocimientos sobre administración empresarial moderna, o por su incapacidad para adaptarse a la modificación del ambiente socio-económico. Otros, después de adquirir cierto poderío económico, se volvieron conservadores y temerosos. Uno de ellos es Huang Zhilong.

“El mercado actual se rige por los caprichos de los compradores. Para nosotros, los comerciantes individuales, mantener la magnitud alcanzada no es nada fácil, por no hablar ya de ampliar las operaciones, porque es muy posible que terminemos perdiéndolo todo. Para competir con las cadenas de tiendas modernas, prefiero mantenerme a flote renovando a tiempo las mercancías, procurando que siempre resulten novedosas y peculiares”, añade.

Entre los colegas del señor Huang, no faltan exitosos empresarios, quienes han establecido cadenas de operaciones en varias grandes ciudades del país. Huang afirma tenerles tanta envidia como estimación. Ellos han triunfado en buena medida a fuerza de coraje y decisión, pero sobre todo con sus renovadoras ideas administrativas. “Eso”, declara Huang, “es lo que me falta a mí”.

No por gusto su hijo Huang Xiaoming seleccionó como carrera universitaria administración empresarial. El vástago de Huang ha comenzado su preparación para los negocios con mucha antelación. En sus vacaciones escolares cada año, ayudaba a su padre a atender los puestos de venta o compraba mercancías. “Por supuesto”, explica, “que no me sentiré satisfecho con la pequeña riqueza de mi padre. Mis ambiciones van mucho más lejos y estoy presto a trabajar muy duro”.

Mundo del trabajador por cuenta propia

Los trabajadores individuales abarcan a los fabricantes y pequeños comerciantes privados, en referencia a los ciudadanos dedicados a las actividades productivas o comerciales dentro de un marco legal, con registros y permisos pertinentes. Los mismos se adhieren a los siguientes requisitos:

-Número de socios o trabajadores: menos de 8 personas.

-Modo de operación: Puede ser negocio privado o familiar. En el primer caso, el titular es responsable de los bienes particulares de su actividad operativa. En el segundo, se trata de bienes familiares. Además, los trabajadores también pueden operar a modo de socios, como en el caso de más de dos ciudadanos que forman una asociación voluntaria, dedican capital a ese negocio y trabajan juntos. El número de socios no puede sobrepasar la cifra estipulada.

-Magnitud de gestión: pequeña.

-Modo de administración: No hay ni hace falta la administración normalizada y científica.

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