Wushu
con la profesora Zhu (I)
Las artes marciales chinas, agrupadas bajo
el término de Wushu, constituyen una joya de la cultura
tradicional del país, donde se han practicado por miles
de años, al punto de quedar profundamente insertadas en
la memoria colectiva.
Historia de Wushu
La práctica del Wushu se ha transmitido de generación
en generación y hoy destaca como deporte tradicional. El
Wushu tiene ricas connotaciones culturales y se practica en diversas
formas con el fin de fortalecer la salud, crear capacidad de autodefensa,
competir, actuar, intercambiar técnicas, fomentar la amistad
y cultivar los sentimientos. Es un arte que encanta a personas
de los más diversos niveles culturales y que cada día
tiene más seguidores en el extranjero.
El Wushu tuvo sus orígenes en la sociedad esclavista,
entre los primitivos labriegos chinos, quienes desarrollaron su
práctica partiendo de su diaria labor. Es decir, se inspiraron
en actividades productivas que requerían del uso del hacha,
e instrumentos pérforo-cortantes, a los que aplicaron técnicas
de ataque y defensa primitivas, más el uso de las manos
y los pies. En aquel entonces la sociedad se dividía en
clanes, que con frecuencia entraban en guerras entre ellos. Se
puede afirmar, sin temor a la exageración, que la historia
del Wushu en China es la de la historia de su civilización.
Los primeros registros históricos en este sentido datan
de la dinastía Xia (2070-1600 ane), momento en que el Wushu
comienza a estandarizarse, tras adaptarse a las necesidades del
combate real. Entonces, las artes marciales tenían dos
ámbitos de desarrollo fundamentales, a saber, el ejército,
en primer lugar, y las instituciones educativas, en segundo.
En el período de la dinastía Shang y Zhou (1600-771
ane), los ejercicios de Wushu formaron parte de las rutinas de
caza en el campo y de las danzas militares concebidas
para entrenar a los soldados y elevar su moral. En la Zhou algunas
escuelas elaboraron su currículum académico asimilando
como parte del mismo el tiro con arco y las mencionadas danzas.
Se afirma que en el período Zhou surgió una obra
importante acerca de Wushu titulada Zhou Yi o Yi Jing.
Este libro contiene profundas reflexiones filosóficas
sobre la positiva influencia del Wushu para la conservación
de la salud. De tales reflexiones nacen la teoría Tai Ji
y los cimientos del sistema del Wushu chino. Durante el período
de la Primavera y Otoño (770453 ane), diversos soberanos
y príncipes subordinados al emperador comenzaron a competir
entre ellos por las posiciones dominantes de la corte. Sumidos
en constantes batallas, los rivales prestaron especial atención
a las técnicas marciales. Ejemplo de ellos fue el rey Qihuan,
quien presidió un examen de guerreros en la
primavera y el otoño, para seleccionar a los héroes
del país. Durante este período la producción
de espadas y las técnicas de su uso se desarrollaron de
una manera nunca antes vista.
Con el advenimiento de la sociedad feudal, se produjo un nuevo
desarrollo del Wushu. A partir de las dinastías Qin y Han
(221 ane-220), se popularizaron los combates con manos y espadas.
Por otro lado, siguió desarrollándose la variante
asociada a la danza, en especial a cargo de bailarines entrenados
en artes marciales, que hacían demostraciones cuando los
banquetes estaban en su mejor momento. Sus evoluciones constituían
perfecta combinación de baile, diversión y ejercicio
marcial. En cuanto a la técnica usada, ya se utilizaban
similares métodos a los aplicados en la actualidad.
En la dinastía Tang (618-907) se inició el examen
imperial militar, sistema que promovió el desarrollo del
Wushu. A tal tenor, se conferían títulos honorarios
a los soldados con especiales capacidades. A tal punto llegó
el respeto por lo marcial, que la técnica de esgrima del
general Pei Min fue reconocida, junto a los poemas de Li Bai y
la caligrafía de Zhang Xu, como las tres maravillas de
la dinastía Tang. El Wushu, había pasado por derecho
propio al patrimonio cultural de la nación.
En el período de las dinastías Song y Yuan (960-1368)
se pudieron en boga prácticas como la denominada la casa
de tácticas, donde se enseñaba cómo
combatir con espadas y lanzas, y la casa del arco y la flecha,
donde se enseñaba el uso de esta arma. La prosperidad económica
y comercial de entonces dio pie al nacimiento de los artistas
de la calle, que vivían de las demostraciones que
hacían ante los vecinos del lugar adonde llegaban.
En las dinastías Ming y Qing (1368-1911), se produjeron
ingentes avances en el Wushu, al surgir numerosas escuelas y tipos
de quan chino (boxeo), a saber, Changquan, Houquan y Shaolinquan,
a la vez que se formaban algunos sistemas de Taijiquan, Xingyiquan
y baguaquan, entre otros.
En tiempos modernos, el Wushu ha ido adoptando a las nuevas necesidades,
en especial a la práctica deportiva, hasta ser la disciplina
más importante del país. Al declararse la República
de China, surgieron muchas organizaciones populares de boxeadores
y guerreros. En 1927 se fundó en Nanjing la Casa Central
de Wushu, y en 1936 el país envió un equipo de artes
marciales a las Olimpiadas celebradas en Berlín, en calidad
de demostración.
Tras la fundación de la República Popular China,
el Wushu ha recibido nuevos impulsos. En 1956, la Asociación
China de Wushu estableció sus sucursales y equipos en todo
el país, permitiendo que su práctica llegara a las
masas como nunca en la historia, lo cual contribuyó a desbrozar
caminos para la prosperidad de este deporte. En 1985 en Xian
se efectuó el primer torneo-invitación internacional
de Wushu. Dicho encuentro sirvió para dejar establecida
la comisión preparatoria de la Federación Internacional
de Wushu, lo que constituyó un hito histórico en
este sentido. En 1987, tuvo lugar en Yokohama, Japón, el
primer campeonato de Wushu, símbolo de su incorporación
de los Juegos Asiáticos. En 1990, el Wushu fue incluido
oficialmente en los eventos de competición de los XI Juegos
Asiáticos. En 1999, la Federación Internacional
de Artes Marciales fue reconocida por el Comité Internacional
Olímpico como miembro de su federación de eventos
individuales, lo que significa que en un futuro cercano el Wushu
podría situarse entre las justas olímpicas, lo que
constituiría un merecido homenaje a esta práctica
milenaria, tan enraizada en la cultura china.
Contenidos del Wushu
El Wushu despliega dos tipos de movimientos: combinación
de acciones y lucha cuerpo a cuerpo.
Taolu (combinación de acciones): movimientos de ataque
o defensa aliados con la fuerza y la flexibilidad. El Taolu incluye
boxeo chino, lucha con armas, peleas entre dos o más rivales
y eventos colectivos. El boxeo chino se divide en Changquan, Nanquan,
Taijiquan, Xingyiquan, Baguazhang, Tongbeiquan y Ditangquan. Las
armas abarcan sable, espada, palo, lanza, látigo de nueve
segmentos y garrote de tres segmentos. Las peleas se realizan
con las manos, con armas o con ambos. Los eventos colectivos son
conocidos como actuaciones con manos o armas entre varios competidores.
Estas formas de Taolu no sólo enseñan las variantes
de ataque o defensa de las artes marciales, sino también
su elegancia y ritmo.
Bodou (lucha cuerpo a cuerpo) se refiere a enfrentamientos que
permiten desplegar la sabiduría y técnicas de dos
rivales bajo ciertas condiciones y de acuerdo con las leyes establecidas.
En la actualidad la lucha libre y el cambio de manos se han incluido
en las competencias de Wushu.
La lucha libre es un evento en el cual dos personas compiten
mediante patadas, golpes y traspiés.
El cambio de manos es una práctica que incluye distintas
formas de pelea con manos, siguiendo reglas establecidas. También
se compite con armas como palos cortos.
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