Entusiasmo
mexicano por la lengua china
Texto y fotos de
nuestra enviada en México, YAO BEI
A la par que se incrementa el poder
económico de China crece el afán mundial por estudiar
el mandarín, cuya difusión internacional está
recibiendo un apoyo especial de las autoridades del país
asiático.
En
2004, el Consejo de Estado aprobó el programa académico
denominado Puente de Chino, conocido en círculos oficiales
como Proyecto para el Desarrollo de la Enseñanza del Chino
como Lengua Extranjera. A este tenor, China incrementará
el envío de profesores de idioma al exterior, mientras
acelera el establecimiento de los Institutos Confucio en varios
países.
Como parte de dicho empeño, la sección educacional
de la Embajada de China en México organizó el Tercer
Concurso de Estudiantes de Idioma Chino en este país, en
el Centro Comercial de China ubicado en el Distrito Federal, el
27 de noviembre de 2005.
En la lid participaron 12 estudiantes sobresalientes en el aprendizaje
del chino, procedentes de la Universidad de Asia y el Pacífico,
el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de
México, la Escuela del Chino Huaxia y el Instituto Cultural
de Taiwan. La competencia incluyó un discurso de apertura
en chino, con el cual los participantes contaron qué les
llevó a aprender nuestra lengua. Posteriormente, ofrecieron
una representación artística, que incluyó
el diálogo cómico, canciones, declamación
de poemas antiguos y demostración de Wushu.
Los organizadores no imaginaron por un momento una asistencia
tan nutrida, por lo que muchos debieron permanecer de pie en el
salón. En su alocución, el agregado de la sección
educacional de la sede diplomática china, Dai Chaofu, expresó:
al igual que en otros países, en México hay
cada día más interesados en el aprendizaje del chino.
Hoy ya se imparten clases de este idioma en 19 escuelas de seis
estados. Hay mil estudiantes registrados, número que representa
cinco veces el de hace tres años.
Nora, hija de shanghaineses
Entre
los presentes, una familia atrajo nuestra atención, no
sólo porque la hija ganó el segundo puesto de la
competencia, sino por el fervor que muestran los padres para apoyarle.
La madre lucía muy elegante, enfundada en su vestido tradicional
chino qipao, y el padre, a pesar de haberse lastimado
un pie, no quiso perderse la ocasión, por lo que vino apoyándose
en un bastón.
La chica, cuyo patronímico en español es Nora Elena
Carstens, tiene un nombre muy bonito en chino: Shu Yu. Es alumna
del sexto grado de CELE de la UNAM.
No conocía nada de China hasta cuando mi tío
regresó hace tres años de ese país lejano,
tras participar en una competencia de taijiquan y cargado de muchos
souvenirs. Pero no se me ocurrió estudiar chino hasta dos
años más tarde. Primero tomé la decisión
de ir a conocer ese país, del que tanto había oído
hablar.
Fui a China a conocer su cultura y la vida diaria de su
gente, y me quedé seis meses para aprender el idioma. Como
la familia que me hospedaba sólo hablaba dialecto shanghainés,
sentí la curiosidad de aprender la escritura china, porque
así podía resolver el problema de la comunicación.
Los días que pasé con ellos han sido los
más felices de mi vida. Me trataban como a su propia hija.
Amo la cultura y al pueblo chinos y quiero continuar estudiando
el idioma, único modo de conocer mejor a ese país
que me emocionó.
El fluido discurso de Nora y su bonita voz al cantar La luna
representa mi corazón, famosa canción de Teresa
Teng (Deng Lijun, en chino) baladista china de los años
80, conquistaron al panel de jueces.
Lourdes Reyes, una guía para el turismo chino
Tras sólo ocho meses de estudio, Lourdes Reyes pronunció
su primer discurso en chino en el acto. Aunque todavía
precisa mejorar su pronunciación, su entusiasmo y sinceridad
contagiaron a los presentes. Y cuando abrió los brazos
y dijo: demos la bienvenida a los chinos que vienen a México,
recibió en respuesta un atronador aplauso.
Soy intérprete de profesión. Espero trabajar
en el sector turístico. Estudio chino porque mi sueño
es que mis servicios sean un puente entre China y México.
En los últimos años, China se ha convertido en
uno de los principales emisores de turismo internacional. Y en
2005, México fue su principal destino. Ahora las agencias
turísticas de ambos países negocian itinerarios
turísticos convenientes. Todo está a favor de los
sueños de esta joven.
José García: Quiero ir a China
Tener que vérselas con un libro en chino, del que no entendió
nada, suscitó en José García Martínez
el interés por dominar este idioma totalmente diferente
al suyo.
Este joven estudiante de biología de la UNAM contó
claramente la historia tradicional china de Ba Miao Zhu Zhang
(Intento de apresurar el crecimiento de las plantas halándolas
hacia la superficie), cuya moraleja nos indica que vale más
observar las leyes naturales que forzarlas con el empecinamiento
humano.
Cuando le entrevisté en el buffet que siguió a
la competencia, José me habló de sus aspiraciones
a solicitar una beca por medio de la Secretaría de Educación
para profundizar sus estudios en alguna universidad de Beijing,
como la Universidad del Pueblo o la de Lengua y Cultura de Beijing,
sus favoritas.
El representante educacional de la embajada china nos informó
que en la actualidad hay un intercambio anual de docenas de estudiantes
entre ambos países, en cumplimiento del contrato intergubernamental.
Crece el número de educandos mexicanos que viajan a China,
y no sólo para aprender la lengua; también vienen
a especializarse en agricultura, química, tecnología,
etc. Además, China ha aumentado el envío de maestros
de chino a México.
Xu Caixia, maestra del CELE de la UNAM aseveró que México
es el único país donde China cuenta con un centro
de examen HSK (examen de calificación del nivel chino)
en América Latina.
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