¿Dónde
se vive mejor en China?
Por LUO YUANJUN,
QIAO TIANBI y ZHANG XUEYING
Imagina por un momento, amigo lector,
que un buen día te dan la oportunidad de residir en China,
con la facilidad adicional de poder escoger el sitio de vida.
¿Por qué ciudad te decidirías? ¿Qué
factores pesarían más a la hora de optar por un
asentamiento? Si bien es cierto el ofrecimiento resulta bastante
remoto, pues China no fomenta la inmigración, lo real es
que ya hay respuestas para los interesados en conocer dónde
se vive mejor en el país.
El recién concluido Foro de Ciudades de China 2005, celebrado
en Beijing, dejó como legado más sustancial el Informe
sobre la Calidad de Vida Urbana China. En dicho pliego se recogen
de manera orgánica criterios que evalúan a 100 urbes
del país, enlistadas de acuerdo a la premisa fundamental
de su Producto Interno Bruto (PIB) de 2001 a 2003. Los resultados
finales obedecieron a una evaluación estadística
y una encuesta realizada en Internet.
Hubo asimismo otros aspectos tenidos en cuenta, incluidos la
disponibilidad de infraestructura, la atención médica
y la inversión en la educación, que constituyen
medidas de los servicios esenciales que se esperan de una ciudad
de alto nivel de vida, y que también definen el puesto
que ocupan las urbes encuestadas. Así las cosas, las 10
ciudades con mejores condiciones de vida son Shenzhen, Dongguan,
Shanghai, Beijing, Hangzhou, Zhuhai, Ningbo, Suzhou, Guangzhou
y Xiamen. El cuestionario de Internet arroja asimismo una baja
en el nivel de satisfacción general por la calidad de la
vida urbana. Las regiones central y occidental tienen las condiciones
menos propicias. Sólo tres de las urbes en la zona centro-occidental
fueron incluidas entre las 100 ciudades de mejores condiciones.
Además, hay brechas ocasionales entre lo que ofrece una
ciudad y su popularidad. Sirva de botón de muestra el caso
de Beijing. Aunque quedó en primer lugar en cuanto al nivel
de salud de sus habitantes y la expectativa promedio de vida,
los encuestados por Internet la colocaron en el sitio 82 a la
hora de escoger dónde preferirían residir.
Según el documento citado, las zonas costeras orientales,
sobre todo las del Delta del Río de la Perla, disponen
de ingresos mucho más altos que otras regiones, por obra
de su acelerado ritmo de desarrollo. Por lo tanto, se estima que
gozan de una mayor calidad de vida.
La encuesta sugiere por otra parte que el nivel de desarrollo
de una ciudad se relaciona con el nivel de vida de la misma, aunque
no necesariamente lo determina. Los PIB de las municipalidades
de Shanghai, Beijing, Tianjin, y Chongqing ocupan, respectivamente,
la primera, segunda, quinta y oncena posiciones en la relación,
aunque por sus niveles de vida quedaron situadas en los escaños
tercero, cuarto, trigésimo octavo y quincuagésimo
sexto. Nueve de las 20 ciudades con mayor PIB quedaron fuera de
la lista de las 20 con mejores condiciones de vida, y en el caso
de Dongguan, cuyo PIB promedio de tres años ocupa el vigésimo
segundo puesto nacional, quedó en el segundo lugar en cuanto
a la calidad de vida.
  
Calidad de vida, esencia del valor de una ciudad
La
calidad de vida de una ciudad constituye su esencia, afirma
Lian Yuming, presidente del Instituto Internacional para el Desarrollo
Urbano de Beijing y jefe del proyecto investigativo sobre la calidad
de vida urbana en China. El valor de una ciudad no sólo
queda expuesto por su potencial económico, sino que se
expresa ante todo en su capacidad para mejorar la calidad de vida
de sus habitantes, a los cuales debe dotar de oportunidades para
el trabajo y desarrollo integral. El PIB dista mucho de ser el
índice que nos permita juzgar el estado de cosas en una
urbe.
Por tradición, las grandes ciudades chinas han medido
sus éxitos de acuerdo con sus niveles de industrialización
y los beneficios económicos, mientras que los urbanistas
suelen concentrarse en la edificación de la infraestructura,
grandes plantas y fábricas, en lugar de poner el énfasis
en mejorar las condiciones residenciales y ecológicas.
El Informe sobre la Calidad de Vida Urbana en China, compilado
por Lian Yuming, examina la calidad de vida desde la perspectiva
de los servicios públicos que brinda el gobierno local
y la apreciación de la ciudadanía sobre cómo
desarrollan sus vidas.
Algo que quedó al descubierto con este informe, y que
ya mencionamos con el caso de Beijing, es el abismo que se puede
manifestar entre las condiciones objetivas que un sitio ofrece
a sus moradores, y la percepción puramente subjetiva con
que éstos pueden manifestarse respecto a su entorno.
Por ejemplo, el Señor Ma, profesor universitario en Beijing,
quien vivió por tres meses en la sureña ciudad de
Shenzhen, considera que la vida en Shenzhen es más
cómoda que en Beijing, a pesar de lo cual la capital sigue
atrayendo a muchos más forasteros por su calidad cultural,
ausente en Shenzhen. Mis amigos de Shenzhen suelen decir que llevan
una vida cómoda en esta ciudad, pero nunca la califican
de colorida. Por tanto, considero que se debe decir que Shenzhen
es más cómoda que Beijing, pero no que dispone de
una calidad de vida superior a la de la capital.
Un
especialista en el tema, el profesor Xia Xueluan, del Departamento
de Sociología de la Universidad de Pekín, se congratula
de que el concepto de la calidad de vida se esté
enraizando entre el ciudadano común, a quien, en definitiva,
va dirigida en primer lugar la encuesta. Sin embargo,
agrega, desde un punto de vista sociológico, el estudio
recoge índices específicos que califican la calidad
de vida, como en el caso del Coeficiente Gini (un patrón
ideado por el estadístico italiano Corrado Gini para detectar
las desigualdades) y el Coeficiente Engel (la proporción
de ingresos que se dedica a los alimentos), mientras que el informe
sobre la calidad de vida se valió de índices académicos,
dando explicaciones en términos legos. Lo que más
se destaca en el informe es su énfasis en la vida material,
a la vez que pasa por alto la vida espiritual.
Shenzhen, bendecida por el cuerno de la abundancia
Al llegar a Shenzhen, el francés Pierre, que ha adoptado
el nombre chino de Shitou (roca), notó como primer inconveniente
la humedad de un clima meridional, al cual no estaba acostumbrado.
Sobre todo en verano, cuando llueve mucho. Pero ahora todo
va de maravillas, afirma, y agrega: Para los extranjeros,
es fácil adaptarse a Shenzhen. Puedes ir de compras a Hong
Kong y deleitarte probando las distintas cocinas en los restaurantes
chinos y extranjeros.
Harley
Seyedin, director de la Cámara Comercial de EE.UU. en Guangdong,
opina sobre Shenzhen: En los pasados 15 años he sido
testigo del desarrollo económico de esa tierra dinámica.
El municipio ha invertido en infraestructura moderna, como autopistas,
telecomunicaciones por fibra óptica y metro, entre otros.
Además, con el progreso de la tecnología punta,
Shenzhen ha pasado a ocupar una posición vanguardista mundial
en ese sector. Lo más importante es que el gobierno municipal
va convirtiendo a Shenzhen en una ciudad-jardín de nivel
mundial, dotada asimismo de vida artística, con una agradable
costanera y variados entretenimientos.
Shenzhen, una de las primeras cuatro zonas especiales de desarrollo
económico, es conocida ante todo por la celeridad con que
se ha producido su desarrollo. Hoy ocupa los primeros lugares
nacionales en cuanto a ingresos, estructura de consumo y de comunicación,
así como el primer escaño del estudio mencionado
y los tres primeros puestos de la encuesta en la Red. En fin,
es un lugar ideal para vivir.
Pero no todo es color de rosa. Sus índices de seguridad
pública, atención médica, cultura y recreación
quedaron por debajo del puesto 50. Para remediar tales deficiencias,
el municipio está empeñado en reajustar su proceso
de modernización desde 2004. Su Talón de Aquiles
radica en la seguridad social, de la cual se han ido distanciando
las entidades estatales cada vez más, según aumenta
el grado de desarrollo económico y las oportunidades de
empleo en sectores no tradicionales. Por ello, Shenzhen ha descendido
hasta el sitio número cien en el apartado de bienestar
.

Dongguan, altos ingresos y consumo
La
suiza Marie Genaine se ha asentado en Dongguan junto a su novio
de la misma nacionalidad, quien trabaja en una compañía
de relojes de esta ciudad china. Marie se atiende la recepción
en un hotel local de cinco estrellas. A pesar de que ganamos
más en Suiza, allá la vida es cara, admite. Por
lo tanto, el ahorro es casi igual en los dos lugares.
Desde su graduación en la universidad en 2001, y hasta
hoy, la Srta. Zhang ha trabajado en Dongguan. Se siente satisfecha
de su vida actual. Aunque Dongguan no es tan famosa como
Shanghai, Beijing y Guangzhou, sí tiene sus propios encantos,
dice.
Ubicada al sur central de la provincia de Guangdong y nordeste
del Delta del Río de la Perla, Dongguan dista 50 km de
Guangzhou, 90 de Shenzhen, y apenas un centenar de km por vía
fluvial de Hong Kong y Macao.
En la encuesta de Internet, Dongguan ocupó el lugar 16,
como urbe con calidad relativamente alta de vida. Gracias a su
acelerado progreso económico, los índices de ingresos
y estructura de consumo figuran en el segundo puesto entre las
100 ciudades escogidas. Cabe señalar que en los aspectos
de calidad de vivienda e inversión en la enseñanza,
Dongguan ocupa el primer lugar, como resultado de los esfuerzos
por buscar nuevos puntos de desarrollo. Como puntos flacos aún
presenta la necesidad de mejorar las viviendas y elevar el nivel
cultural del pueblo, aspectos que afectan negativamente sus avances
económicos. Algo similar ocurre con los seguros sociales
y la seguridad pública.

Shanghai en la ruta de la internacionalización
De
acuerdo con un estudio del diario financiero Financial Times,
si en los próximos años emergiera un tercer centro
financiero mundial, éste tendría que ser necesariamente
Shanghai. Ciudad más activa de China, Shanghai, situada
en la costa este de China, con una población que supera
los 10 millones, marcha en esa dirección.
A dicha meta contribuyen ya organizaciones financieras de más
de 27 países que han sentado plaza en Shanghai, colocando
capitales foráneos por valor de 20.000 millones de dólares.
Un centenar de ellas disponen de oficinas representativas. De
las 500 empresas más poderosas del orbe, 256 tienen oficinas
en esta urbe.
Cuando fenecía el siglo XX, ya Shanghai era el mayor y
más importante centro financiero internacional del Este
de Asia, superando a Tokio, Hong Kong y Singapur. Su bolsa no
tiene rival regional en cuanto a valores, activos e influencia
internacional. No en balde ha sido escogida para las oficinas
centrales del Grupo Internacional Estadounidense y el HSBC.
Para
Shanghai este empuje no es cosa nueva. Ya en el siglo XIX se convertía
en favorita de los primeros comerciantes extranjeros que se asentaban
en China. Su aire occidental le ganó en cierto momento
el mote del París del oriente.
En la actualidad acoge actividades internacionales de tanta trascendencia
como el Festival de Arte Internacional de Shanghai, el Festival
Internacional de Cine, el Festival de Televisión, el Festival
de Turismo, más un centenar de exposiciones internacionales
y la Copa de Tenis de los Maestros y las carreras de Fórmula
1. Su Museo es considerado el cuatro del mundo, sólo superado
por similares en Gran Bretaña, el Metropolitano de Nueva
York y el del Louvre.
En el primer semestre de 2005, había más de 40
mil extranjeros trabajando en Shanghai, lo que implica una alta
tasa de competencia para los talentos locales, que no por ello
se amilanan y aceptan el reto superándose en todos los
sentidos.
Recientes encuestas dan cuenta de que, cada seis meses las familias
de ingreso mensual per cápita de más de cinco mil
yuanes desembolsan como promedio 12 mil yuanes en consumo cultural,
lo que les sitúa entre los primeros lugares del estudio
nacional.
A la par, la ciudad reesfuerza por alcanzar los niveles correspondientes
a una metrópoli internacional, edificando infraestructuras
y prestando mayor atención a la educación, la ciencia
y la tecnología, la protección del medio ambiente,
el incremento del PIB y el cuidad de la salud.

Un Beijing tolerante
La
escritora Yin Lichuan cree que Beijing es la ciudad más
tolerante de China. Aquí cualquier modo de vida es posible.
Muchos se desesperan cuando no dan con la pareja ideal en su pueblo
natal. En Beijing, sin embargo, es difícil no encontrar
a alguien que congenie contigo. Si quieres que tu voz se
escuche cuanto antes, afirma Lichuan, vete a Beijing.
Desde que la capital ganó el derecho a celebrar la Olimpiada
de Verano de 2008, le han llovido los fondos para la construcción
urbana. Hoy Beijing ostenta muchos primeros lugares de los doce
índices de calidad de vida urbana. Lleva la delantera en
el ingreso promedio por habitantes, la estructura de consumo,
la inversión en educación, la atención médica,
el entretenimiento y la cultura, y la tasa de empleo. Es una ciudad
sujeta a cambios constantes, donde abundan las oportunidades.
A
partir del siglo XIII, Beijing fue centro político-económico
del país. De ahí que pululen en ella las construcciones
imperiales, incluidas la Ciudad Prohibida, el Palacio de Verano
y el Tempo del Cielo, entre otros. Rodeando estos magníficos
ejemplos arquitectónicos están los modestos y siempre
solicitados Hutongs, o callejones. O los siempre enigmáticos
Siheyuan, o patios cuadrangulares. En fin, hay para todos los
gustos.
En muchos beijineses sigue anidando el sentimiento que les hace
sentirse centro del país, algo que no tienen las demás
ciudades, además de que el común de ellos parece
vivir más al tanto de la actualidad noticiosa, lo cual
comparten con quienes acepten enlazarse en charla informal con
ellos.
En atención a la calidad de los servicios médicos,
educativos, culturales y deportivos de la capital, así
por sus buenas condiciones laborales y los ingresos relativamente
altos. Aunque Beijing quedó en primer lugar en cuanto al
nivel de salud de sus habitantes y la expectativa promedio de
vida, los encuestados por Internet la colocaron en el sitio 82
a la hora de escoger dónde preferirían residir.

Hangzhou, ideal para vivir
Capital
de la provincia de Zhejiang, Hangzhou ha sido tradicional destino
turístico. Es sede del famoso lago Xihu (o Lago del Oeste),
del té de Longjing y la seda de Hangzhou, orgullo de sus
pobladores, quienes destacan por su romanticismo. Además,
las reformas infraestructurales de que ha sido objeto en años
recientes han hecho de Hangzhou una ciudad ideal para vivir, al
punto de que la ONU le otorgó la condición de Mejor
asentamiento humano en 2001; en octubre de 2002, la urbe
fue declarada Ciudad-jardín internacional.
Otros títulos similares se han ido sumando desde entonces.
Pero a la par se incrementa el costo de vida. Los inmuebles de
su periferia superan ya los 5.000 yuanes/m2. En las viviendas
aledañas al lago Xihu la suma supera los 2.000 dólares/m2.
Xi Kaiyuan, profesor de la Universidad de Chicago, realizó
una encuesta de índice de felicidad en seis grandes ciudades,
a saber, Beijing, Shanghai, Hangzhou, Wuhan, Xian y Chengdu,
y descubrió que Hangzhou era la primera. Para Xing Zhanjun,
otro estudioso del tema, considera que los chinos centran su felicidad
en la consumación de tres aspectos: ante todo la salud
física y sicológica, las diversas fuentes de alegría,
y las posibilidades de desarrollo individual, o sea, la oportunidad
para explotar al máximo las potencialidades de cada cual.
En comparación con Shanghai y Beijing, el nivel de consumo
en Hangzhou es modesto. Apenas se diferencian los precios de una
cena en un restaurante grande y otro pequeño. Hangzhou
acoge una de las ocho escuelas culinarias de China, por lo que
abundan en ella los platillos originales y deliciosos.
En el plano de desarrollo empresarial, Hangzhou ha sido constante
blanco de críticas, a pesar de lo cual en 2003 el Banco
Mundial la calificó de mejor entorno para la inversión
en China; el distrito de Xiaoshan fue elegido por la Asociación
de Manufactureros Eléctricos y Electrónicos de Taiwan
como el primero de las ciudades (y distritos) recomendadas
para la inversión. Hoy Hangzhou es sede de un lucrativo
mercado de cibercomercio, actividad comercial favorita de la más
joven generación.

Zhuhai, magníficas condiciones naturales
A
Sandy Keeler, profesora canadiense de lengua inglesa en Zhuhai,
le encantan la hospitalidad y amistad de los chinos. No
tengo ninguna dificultad para intercambiar con las personas de
distintas clases sociales, reconoce. En cualquier
sitio, ya sea la escuela, la calle o en un centro comercial, los
chinos están contentos de ayudar. Me alegra vivir aquí,
expresa Sandy. Esto es parecido a mi país, con la
añadidura de que aquí vivo rodeada de mar y montañas.
Quiero estudiar chino. Antes tenía el plan de quedarme
un año. Ahora, permaneceré por más tiempo
en China.
Zhuhai, situada en el Delta del Río de la Perla, limita
con Macao y Hong Kong. Se destaca por su ubicación natural
y facilidad de tráfico. No obstante, carece de recursos.
Con el paso de tiempo han ido disminuyendo las ventajas que otrora
le otorgaron las políticas preferenciales. Si algo sobresale
en Zhuhai son sus encantos naturales y su agradable clima, pendientes
de ser mejor aprovechados.
Por sus índices de desarrollo económico y condiciones
materiales, Zhuhai se sitúa entre los primeros lugares,
mientras que la atención al bienestar social se mantiene
entre el nivel medio e inferior. Aspectos como los seguros sociales,
la atención médica y la higiene, la vivienda, la
cultura y la recreación figuran por debajo del sitio 30.

Ningbo la conservadora
Ningbo
está cerca de Hangzhou y Shanghai. Para llegar a esta última
bastan tres horas en coche. Desde los años 20 del pasado
siglo, los ningboneses han estado emigrando a Shanghai en busca
de una mejor vida. Partían sin apenas equipaje, al cual
de común sustituían por las denominadas tres herramientas
de corte: navaja de peluquero, cuchillo de cocinero y tijeras
de sastre. Los procedentes de Ningbo, a diferencia de muchos campesinos
forasteros, nunca eran vistos como extraños en Shanghai,
pues varias generaciones de sus habitantes procedían de
allí.
Ningbo vive envuelta en una atmósfera comercial que data
del siglo VIII, cuando fungía como importante puerto para
el comercio exterior de China. El mismo era parte de la antigua
Ruta de Seda, así como salida marina para los tempranos
embarques de cerámica. Hoy ostenta el nombre de Rótterdam
del Oriente.
Sus hijos son emigrantes por excelencia. Hoy se les ve en 64
países, en los cuales han llegado a ser magnates comerciales,
célebres científicos, líderes de organizaciones
sociales y personajes ilustres, cimentando la tradición
local de aplicar lo aprendido para provecho propio y desarrollar
la industria y el comercio. Por algo la ciudad ocupa el noveno
lugar en ingresos disponibles per cápita, seguida de Beijing.
Ningbo sobresale por su naturaleza conservadora. Sus habitantes
se enorgullecen del Pabellón Tianyi, la más antigua
biblioteca privada de Asia, y también una de las tres bibliotecas
familiares más antiguas del mundo. El Pabellón Tianyi
fue establecido hace 400 años por lector empedernido. En
la actualidad almacena casi 300 mil volúmenes, de los cuales
80 mil son libros raros. A este afán por preservar la cultura
se atribuye en buena medida que Ningbo sea cuna de varias escuelas
doctrinales y talentos culturales. La urbe marcha a la cabeza
del país en la inversión en el sector educativo.
Se afirma que 76 académicos de China nacieron allí.
Respecto a la economía, Ningbo ocupa el sexto puesto en
la lista de Ciudades Chinas con mayor Competitividad de 2005,
y el séptimo entre las 100 ciudades de mayor actividad
comercial, de acuerdo con la Revista Forbes de 2005. Sus méritos
son el mejor ejemplo de que las ciudades medianas empiezan a superar
a las grandes urbes en el ingreso de sus habitantes.

Suzhou, ciudad-jardín
A
Xiao Peng, experto norteamericano de la multinacional de comunicaciones
Motorola, le sienta bien vivir en Suzhou. Mi alegría
es muy sencilla: trabajar feliz y vivir cómodamente,
nos relata con una amplia sonrisa. Siento que aquí
todo es dulce: los platos de Suzhou son famosos por el sabor dulce;
el dialecto es dulce y suave. Mi vida transcurre sin contratiempos.
Nuestra compañía dispone de alta tecnología
y reina el respeto entre los colegas.
A Mike Yu, experto holandés, Suzhuo se le parece a Holanda.
Ambas tienen estrecha relación con el agua y la bicicleta
es el principal medio de transporte. Aunque no es una gran
ciudad, Suzhou está llena de sentimiento humano.
A Mike le gusta recorrer las calles de Suzhou en bicicleta, o
navegar a vela en el lago Taihu.
Suzhou se encuentra en la parte central del Delta del Río
Yangtsé y dista 74 km del Aeropuerto Internacional de Hongqiao,
en Shanghai. Es conocida por su historia y cultura, así
como por sus numerosos sitios turísticos. También
es una de las zonas costeras especiales de desarrollo económico.
Por su agradable clima y hermoso paisaje es un lugar ideal para
vivir. En la encuesta de Internet ocupó uno de los primeros
puestos. Su nivel de vida es de los más altos.
El municipio ha invertido gran cantidad en la enseñanza,
por lo que abundan los talentos locales. En cuanto a ingresos,
la ciudad ocupa el N.° 18.

Guangzhou, el afán material
Cuando
Guangzhou alcanzó el noveno puesto en la lista de calidad
de vida urbana, fueron muchas las cejas que se levantaron en señal
de duda. Y es que Guangzhou es verdaderamente un lugar de vida
muy cómoda, una ciudad de bienestar material, como bien
reconoció alguien. Aquí el antónimo de lo
material no es el espíritu, sino la pobreza.
Guangzhou, mayor urbe de la China meridional, se sitúa
en el norte del Delta del río de la Perla, cerca de Hong
Kong y Macao, y tiene fama de principal puerta sureña.
Fue asimismo pionera en la asimilación del proceso de reforma
y apertura que vive China desde 1979. Su PIB se ubica en el tercer
lugar nacional, mientras que sus ingresos promedio per cápita
y ambiente residencial encabezan la lista.
En Guangzhou, suele decirse, los millonarios no se distinguen
entre las masas. Por ello no resulta raro ver a los ricos estacionar
sus lujosos coches al lado de la calle, para comer en un ruidoso
restaurante al aire libre.
Los guangzhouneses destacan por su sentido práctico y
dedican buena parte de sus energías a ganar más,
y buena parte del tiempo libre a seguir hablando de negocios.
La comida de Guangzhou es una de las cuatro grandes escuelas
culinarias chinas, famosa en todo el país y en buena
parte del mundo, cabe añadir. Se afirma que las mujeres
guangzhounesas ejercen más atractivo por su manera de hacer
sopa de alto contenido tonificante que por su propio físico.
Los guangzhouneses empiezan el día bebiendo té,
lo cual repiten durante el transcurso de la jornada.

Xiamen entre pausa y reposo
Hace
falta una buena cantidad de tiempo para conocer bien a la ciudad-jardín
de Xiamen. Algo similar ocurre con el té gongfu, infusión
favorita de los lugareños. La misma se prepara a base de
hojas de té Wulong, que atraviesan por un prolongado proceso
de fermentación. No menos complicado es la subsiguiente
preparación, de ahí su nombre de gongfu (tiempo).
En realidad, lo más importante de esta bebida es el estado
de calma y reposo que se requiere para saborearla adecuadamente.
Quizás esta parsimonia sea la que permita a los xiameneses
gozar de un promedio de 77 años de vida.
El poeta Guo Xiaochuan describió a Xiamen en estos términos:
serena como un bosque de montaña; tranquila como
un mundo de hadas.
A Xiamen se llega con facilidad, gracias a su adecuada red vial.
La misma, por suerte, vive ajena a los excesos de ruido, tráfico
y contaminación atmosférica. La naturaleza es aquí
reina. Por ello la urbe se hizo acreedora en 2004 del Premio Internacional
de Naciones Unidas por Promoción de un Buen Ambiente Residencial.
También
llamada Ludao, Xiamen es una de las principales ciudades costeras
del sureste de China. La isla homónima y otras ínsulas
aledañas constituyen la ciudad. Entre ellas, la más
famosa es la isla Gulangyu, con sólo 1,77 km2 de superficie.
El río Lujiang, de 500 m de largo, separa la isla del barrio
urbano. La isla es limpia, serena y desbordante de belleza natural.
Autos y bicicletas brillan por su ausencia. Las viviendas se han
edificado imitando el estilo europeo algunas; otras mantienen
el color local de la provincia de Fujian, aunque la mayoría
combina ambos estilos: columnas dóricas y culminadas con
qilin (unicornio chino), o imágenes del Taijiquan, la ventana
de estilo occidental montado con el relieve de ciruelo, orquídea,
bambú y crisantemo.

|