Cibernegocios
en China
Por
LUO YUANJUN
Atraídos por un mercado
tan descomunal como prometedor, decenas de miles de cibernautas
chinos han decidido probar fortuna, estableciendo sus propias
tiendas por Internet.
Recién llegada de la sureña provincia de
Yunnan, donde ha comprado numerosos artículos para
la venta, Zhang Xin se apresura a fotografiar sus mercancías,
para colocarlas de inmediato en su página web, especie
de tienda virtual donde normalmente promueve las más
variadas opciones.
Todavía no he ganado mucho, pero tengo confianza
en mi negocio, afirma Zhang Xin con una sonrisa, refiriéndose
a la pequeña cibertienda que mantiene activa desde
hace unos meses, y que poco tiempo atrás ya comenzó
a rendir los primeros frutos. Si algo alegra el alma de
esta comerciante en ciernes es poder recorrer su país,
comprando en cada localidad lo que la misma ofrece de auténtico.
Me place una inmensidad comprar a la vez que viajo,
y además considero que los gastos del viaje a Yunnan
fueron cubiertos por los beneficios que he obtenido en mi
cibertienda.
Según cifras del Centro de Información de
Internet de China, en 2004, el número de cibernautas
chinos llegó a 94 millones. De ellos, el 40,4% ha
tenido la oportunidad de comprar en la red o disfrutar de
otros servicios virtuales. Los que planean hacer cibercompras
en 2005 constituyen el 57,7%. No hay que decir mucho. Se
trata de un verdadero boom.
De acuerdo con un estudio del sitio web Eastday.com, que
en fecha reciente publicó el nuevo buscador de compras
Ya Ya, en la China de hoy hay más de
cien mil cibertiendas de cierta magnitud con su propio nombre
de dominio, las cuales promueven más de 20 millones
de artículos.
Ventajas de las cibertiendas
El primero de mayo, eBay, la mayor plataforma de cibernegocios
en China, anunció una rebaja en los pagos por registro
de artículos en su web, lo que sin dudas facilitará
los términos para crear una empresa en línea.
A este tenor, eBay permitirá mostrar los artículos
en su escaparate virtual sin pagar; las tarifas de registro
de los artículos en subasta es un 50% inferior a
las de los artículos de precio fijo; el alquiler
mensual de las tiendas comunes bajará de los 50 yuanes
al mes previos a 35 yuanes; además, a los vendedores
hasta el primero de mayo no habían colocado aún
sus artículos en la red, se les ofrece la posibilidad
de registrar de manera gratuita cinco artículos en
mayo, junio o julio. Esta modificación de precios
deberá atraer un mayor número de cibernautas
aspirantes a poner sus propias tiendas en la red.
La flexibilidad de las condiciones equivale a una agudización
de la competencia. Pero Zhang Xin no se preocupa por eso,
convencida, según afirma, de que estamos en
la sociedad de la informática, y es natural que exista
la competencia, que reprime el lucro excesivo. La clave
para gestionar cibernegocios está en la originalidad,
que garantiza la permanencia. Todos los artículos
que vendo fueron escogidos con esmero, y por eso tienen
buena acogida entre los compradores. Ahora tengo mis clientes
fijos.
Lo que distingue al cibercomercio del intercambio tradicional
es la facilidad para efectuar las transacciones. Basta tener
un ordenador conectado a la red, pues desde casa cada cual
puede escoger su artículo favorito. Lo que cabe preguntarse
es cómo discrimina el consumidor entre un cúmulo
tan alto de ofertas. La respuesta tiene mucho que ver con
la capacidad del vendedor para hacer publicidad a su producto.
Zhang Xin, por ejemplo, estudia publicidad en la universidad,
por lo que no debe sorprender su capacidad para describir
sus artículos en términos capaces de captar
la atención del probable comprador.
Otra ventaja de las cibertiendas son los precios. No paga
alquiler, como una tienda real, ni requiere de mucha mano
de obra. El costo de los artículos de venta por Internet
es 30% ó 40% más barato que los de las tiendas
tradicionales. Algunos vendedores hasta se ahorran los gastos
de almacenamiento, como el caso de una chica que vende perlas
en la red. La susodicha alquila una habitación cerca
del mercado de las perlas. Al recibir los pedidos, compra
en el mercado de inmediato. Le basta media hora para hacer
sus diligencias.
Algo sobre lo cual es difícil coincidir son los
precios, que varían en gran medida de acuerdo con
la política de cada empresa, sobre todo cuando no
hay muchos artículos similares en el mercado y se
carece de una norma para fijar el precio. Al respecto dice
Zhang Xin: Para fijar un precio adecuado hay que aprender
mucho antes. Los precios altos no atraerán la atención
del cliente, pero si son muy bajos, el comprador dudará
de la calidad. Generalmente fijo el precio entre un 80%
a 90% del precio del almacén tradicional.
Además, la compra en línea tiene otra característica:
se pueden adquirir los artículos que no se venden
en la localidad. Es decir, no hace falta viajar al extranjero
para agenciarse artículos exóticos. La red
los provee.
En el Foro sobre Tendencias de Internet celebrado el 22
de marzo de 2005, un responsable de la Asociación
de Internet de China dijo que el número de cibernautas
en el país sigue creciendo, con la expectativa de
alcanzar 120 millones en 2005. Todo este conglomerado estará
repleto de clientes potenciales para las cibertiendas. Se
requerirá todavía de algún tiempo para
que el amplio público acepte las cibercompras, aunque
las actuales tendencias de su desarrollo son bastante optimistas.
Sus problemas
Al igual que en las tiendas tradicionales, en las de la
red también se debe tomar muy en serio el tema del
crédito. Puede afirmarse que para el segundo caso,
el asunto reviste aún mayor importancia. Al no tener
la posibilidad de palpar directamente los artículos,
los compradores albergan mayores recelos respecto a la calidad
de los mismos, un problema del que sólo se libran
las tiendas de prestigio. Según Zhang Xin, una
base de clientes constituye el punto de partida para obtener
ganancias en las cibertiendas, mientras que en el crédito
estriba el vehículo principal para atraer clientes.
Para garantizar los intereses de la ciberclientela, muchas
webs de compras han establecido archivos de crédito.
Después de recibir los artículos, el cliente
tiene la obligación de hacer una valoración
sobre la calidad de la oferta. Si aumentan las valoraciones
positivas, así crecerá el prestigio de la
tienda y, por consiguiente, tendrá más clientes.
Según una investigación sobre temas candentes
de Internet de China publicado por el Centro de Información
de Internet de China, hay tres problemas principales para
las cibercompras, los cuales necesitan de urgente solución:
la carestía del modo de pago, la imperfección
del sistema de crédito y la inmadurez del sistema
de distribución logística.
Para comprar el artículo que desea, el comprador
debe comenzar por girar el dinero al vendedor, el cual hace
el envío respectivo al recibir el efectivo. Ese modo
difiere mucho del tradicional. Algunos adoptan el método
de pagar después de recibir el artículo. Hay
incluso una tercera opción, en la cual el comprador
paga primero a la plataforma de compra en línea,
y después de recibir la mercancía, la misma
transfiere el dinero al vendedor.
El mayor problema para el pago en línea es la comprobación
de la identidad. Con la aplicación de la Ley de Firma
Electrónica a partir del primero de abril de 2005,
se ha otorgado una cobertura legal al comercio electrónico
en China. Sólo que aún queda pendiente la
puesta en práctica de la legislación. Según
los principios de la Ley de Firma Electrónica, las
entidades legalmente establecidas para otorgar legitimidad
electrónica se encargan de dar el visto bueno a las
ciberfirmas que precisan del respaldo de una tercera parte.
Lo cierto, empero, es que las mencionadas entidades están
todavía en estado embrionario.
Sólo las tiendas de gran magnitud encaran el problema
de la distribución logística. Las pequeñas
no distribuyen la mercancía por sí mismas.
En su mayoría mandan su mercancía a través
del servicio postal. Sin importar el modo de distribución
que prefieran, los compradores deberán pagar un monto
adicional por concepto de distribución, lo que en
cierta medida aumenta el costo de compras en la red. Ello
explica que los artículos de uso cotidiano que se
venden en todas partes de la ciudad apenas encuentren espacio
para su comercialización en la red.
En una palabra, la palabra de orden para el cibercomercio
es un cambio radical en el concepto de compra, mediante
la promoción de nuevas reglas. A mayor demanda del
público, más fácil será resolver
los problemas. Al menos esa es la filosofía de los
entusiastas de esta nueva modalidad, como la propia Zhang
Xin, quien asegura que cuando todos los que lo deseen
puedan hacer compras por Internet, habrá llegado
la hora de las cibercompras seguras.
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