JUNIO
2005


¡Empresarios de todos los países, venid!

(que China os espera)

Por nuestro reportero LUO YUANJUN

Beijing los convocó, y ellos respondieron por cientos. El empresariado mundial no pierde pie ni pisada a cuanto ocurre en la economía más dinámica del planeta.

 
Ciberconferecia de empresarios del foro
 
 
Inauguración de la novena edición del Foro Global de la Fortuna en el Gran Palacio del Pueblo
Recepción para empresarios en el Templo del Cielo en Beijing
 

 

El 16 de mayo, Beijing acogió la novena edición del Foro Global de la Fortuna, al que asistieron 700 líderes empresariales de todas las latitudes, en representación de 77 de las 500 principales empresas del mundo. Por tercera ocasión en los pasados seis años, el mundo de los grandes negocios escogió a China como sede temporal, tras reunirse en el país en 1999, en Shanghai, y 2001, en Hong Kong.

“Éste ha sido el foro global más exitoso celebrado hasta la fecha, y se le puede considerar ejemplar,” según Zhao Qizheng, ministro de la Oficina de Información del Consejo de Estado chino, quien en su discurso de clausura aseveró que el encuentro "otorga a los inversionistas y los empresarios internacionales una oportunidad valiosa de aprender más sobre China, brindándoles información muy útil para sus planes de inversión futura."

El Foro Global de la Fortuna en Beijing tuvo como tema central a “China y el nuevo siglo asiático”. La nación anfitriona, por su parte, se encargó de poner a disposición del empresariado mundial amplios datos sobre su desarrollo económico en los tres foros sostenidos en su territorio, como bien señaló el ministro, al decir: "el de Shanghai se concentró por entero en China, mientras que el de Hong Kong abarcó a toda Asia. Esta vez, se combinó la visión sobre el desarrollo de China con el de Asia, y el mundo en su totalidad, lo cual refleja el creciente poderío nacional del país."

La crisis financiera asiática de 1997 precedió a una recesión de la economía global. China, sin embargo, emergió incólume del desastre, a la vez que pasaba a desempeñar una mayor actividad en la arena política, económica y cultural del mundo, e insuflaba un poco de aire fresco a la asmática economía asiática. El foro de la fortuna, que ha sido testigo de los maravillosos procedimientos puestos en práctica por China para salir adelante, deseaba conocer de primera mano el sendero que China está recorriendo, de ahí que escogiera a Shanghai para su quinto foro, con el tema “China en los próximos cincuenta años.”

Antes de que Hong Kong fuera devuelto a China en 1997, el foro había pronosticado que el territorio quedaría entrampado en un callejón sin salida, lo que para sus habitantes surtió el efecto de un baño helado en la madrugada. Pero al aplicarse la política de "un país, dos sistemas" allí, se esfumaron los nubarrones que se cernían sobre Hong Kong, cuya economía alcanzó en lo adelante un índice de crecimiento anual del 10,5 por ciento. En 2001, el Foro de la Fortuna se reunía en la actual Región Administrativa Especial de Hong Kong(RAEHK).

Desde que China se incorporó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2002, el país ha mantenido una sostenida línea de compromisos con la economía global, proceso que se hizo más conspicuo al triunfar Beijing en sus aspiraciones olímpicas para 2008, victoria que otorgó a la capital china un mayor atractivo aún a los ojos de la comunidad empresarial internacional. "Al escoger como sede de nuestra reunión a Beijing, centro político del país, lo hicimos con la marcada intención de conocer mejor a China," indica Robert Bierman, presidente de la división de conferencias de la Revista Fortuna. Los patrocinadores del foro están conscientes de la influencia cada vez mayor de Asia y de sus líderes en la economía global. Para ellos, un Asia revitalizada es el contrapeso más probable para los centros de poder de Estados Unidos y Europa. Naturalmente, tal coyuntura conlleva por partes iguales desafíos y oportunidades.

China: A la oportunidad la pintan calva

Zhao Xijun, director del Departamento Financiero de la Universidad del Pueblo de China, estima que en el foro de Beijing se caracterizó por discusiones más profundas, en comparación con las reuniones previas en Shanghai y Hong Kong. Los líderes empresariales reunidos en Beijing examinaron la presencia de China en la OMC y hasta qué punto dicho estatus ha influido en la apertura de los mercados financieros y capitales chinos a la inversión internacional, así como las crecientes oportunidades de negocio en el país.

Para mantener un ritmo de desarrollo continuado, China precisa de un mercado de inversión de gran alcance y estabilidad. El mercado de capitales chino está aún por madurar y por consiguiente precisa acogerse a ciertas normas. Todavía le queda subsanar muchas regulaciones mercantiles confusas, o crear aquellas que simplemente no existen. Estas carencias, como es lógico, llenan de desasosiego a algunos inversionistas. El foro de Beijing, sirvió asimismo para que los inversionistas extranjeros neutralizaran dichos temores, poniéndose al día sobre lo último en las reformas chinas del mercado de capitales.

Los altos precios del petróleo han colocado las preocupaciones de orden energético en la primera página de la agenda empresarial mundial, por lo que no resultó extraña la notable dosis de atención que el foro dedicó a los vaivenes del oro negro. China, enfrentada a escaseces de petróleo y gas, comparte con muchos inversionistas la interrogante de cómo mantener su acelerado desarrollo si la falta el imprescindible combustible. Por otra parte, los delegados discutieron el potencial para la cooperación en el consumo de energía, a cuyo ahorro China, como importante consumidor, se comprometió a contribuir adoptando medidas más estrictas.

Otro aspecto destacado del foro fue la protección del medio ambiente. China ha logrado sobreponerse a su antigua tendencia de conseguir el desarrollo económico a expensas del medio ambiente, por lo que se apega a métodos científicos y sostenibles de desarrollo. Algunas entidades no gubernamentales y compañías internacionales expresaron su compromiso de trabajar en conjunto para remediar la actual pesadilla ambiental que embarga al planeta, procurando un uso más eficiente de la energía. Todo con el objetivo de conjurar crisis futuras.

La protección de la propiedad intelectual (PI), o más bien, la ausencia de la misma, ha dificultado la labor de algunas grandes empresas en el pasado reciente. Ansiosos por resolver, o al menos mejorar, esta situación, los asistentes al foro discutieron medidas para garantizar la protección de la PI en Asia. Tomando en cuenta la agenda abordada en la reunión, no resulta aventurado concluir que el empresariado mundial ha reemplazado la mera curiosidad con respecto a China por un afán de desarrollar planes cooperativos y estratégicos de gran alcance con la nación asiática.

Una China integrada a la economía global

Cuando se celebró el Foro Global de la Fortuna de 1999 en Shanghai, China todavía negociaba su entrada a la OMC. A la sazón, los temas en el candelero eran si ésta sería capaz de sumarse a la economía mundial y si el país depreciaría su moneda, el RMB, a consecuencia de dicho proceso.

Seis años más tarde las preguntas son bien distintas. Si algo mantuvo sobre ascuas a los representantes del capital internacional congregados en Beijing fue el posible impacto que un cambio en la tasa del RMB tendría para la economía mundial y los mercados financieros. Muchos se preguntaban cuándo se producirá la reevaluación del yuan; otros trataban de adivinar el momento en que el mismo comenzaría a flotar; ¿cuándo se elevarán de nuevo los tipos de interés?, averiguaban otros más. Los expertos financieros del mundo aprovecharon su estancia beijinesa para intentar dilucidar el impacto de la caída libre del dólar para la economía mundial, y qué sucedería si la tasa de cambio RMB – dólar quedara flotante, o se desechara por completo. No menos interesados se mostraron por conocer el parecer chino respecto al cambio de moneda extranjera. El nivel de atención y especulación que hoy circundan al yuan evidencian el peso real de la economía de China en el panorama global.

Muchos de los pesos pesados de la economía mundial ven a China como el mercado más atractivo del orbe, en virtud de su acelerado nivel de desarrollo económico. En 2004, China contribuyó con cerca del 10 por ciento del desarrollo económico mundial, y 12 por ciento de su crecimiento comercial.

Súmese a ello que el proceso de apertura a que se sigue abocando el país, destaca por franquear el paso al capital extranjero y promover la distribución de beneficios. De 1990 a 2004, los inversionistas de ultramar en China obtuvieron ganancias ascendentes a más de 250.000 millones de dólares, y de las 280.000 compañías de capital foráneo que hoy funcionan en el país, dos tercios ya están generando beneficios.

No en balde hay un contingente de emprendedores hombres de negocios, de dentro y fuera del país, soñando con dónde podrá estar China la próxima vez que el Foro Global de la Fortuna se celebre en esta tierra de promisión.


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