¡Empresarios
de todos los países, venid!
(que
China os espera)
Por
nuestro reportero LUO YUANJUN
Beijing los convocó,
y ellos respondieron por cientos. El empresariado mundial
no pierde pie ni pisada a cuanto ocurre en la economía
más dinámica del planeta.
 |
 |
|
Ciberconferecia
de empresarios del foro
|
|
 |
|
Inauguración
de la novena edición del Foro Global de la
Fortuna en el Gran Palacio del Pueblo
|
Recepción
para empresarios en el Templo del Cielo en Beijing
|
|
El 16 de mayo, Beijing acogió la novena edición
del Foro Global de la Fortuna, al que asistieron 700 líderes
empresariales de todas las latitudes, en representación
de 77 de las 500 principales empresas del mundo. Por tercera
ocasión en los pasados seis años, el mundo
de los grandes negocios escogió a China como sede
temporal, tras reunirse en el país en 1999, en Shanghai,
y 2001, en Hong Kong.
Éste ha sido el foro global más exitoso
celebrado hasta la fecha, y se le puede considerar ejemplar,
según Zhao Qizheng, ministro de la Oficina de Información
del Consejo de Estado chino, quien en su discurso de clausura
aseveró que el encuentro "otorga a los inversionistas
y los empresarios internacionales una oportunidad valiosa
de aprender más sobre China, brindándoles
información muy útil para sus planes de inversión
futura."
El Foro Global de la Fortuna en Beijing tuvo como tema
central a China y el nuevo siglo asiático.
La nación anfitriona, por su parte, se encargó
de poner a disposición del empresariado mundial amplios
datos sobre su desarrollo económico en los tres foros
sostenidos en su territorio, como bien señaló
el ministro, al decir: "el de Shanghai se concentró
por entero en China, mientras que el de Hong Kong abarcó
a toda Asia. Esta vez, se combinó la visión
sobre el desarrollo de China con el de Asia, y el mundo
en su totalidad, lo cual refleja el creciente poderío
nacional del país."
La crisis financiera asiática de 1997 precedió
a una recesión de la economía global. China,
sin embargo, emergió incólume del desastre,
a la vez que pasaba a desempeñar una mayor actividad
en la arena política, económica y cultural
del mundo, e insuflaba un poco de aire fresco a la asmática
economía asiática. El foro de la fortuna,
que ha sido testigo de los maravillosos procedimientos puestos
en práctica por China para salir adelante, deseaba
conocer de primera mano el sendero que China está
recorriendo, de ahí que escogiera a Shanghai para
su quinto foro, con el tema China en los próximos
cincuenta años.
Antes de que Hong Kong fuera devuelto a China en 1997,
el foro había pronosticado que el territorio quedaría
entrampado en un callejón sin salida, lo que para
sus habitantes surtió el efecto de un baño
helado en la madrugada. Pero al aplicarse la política
de "un país, dos sistemas" allí,
se esfumaron los nubarrones que se cernían sobre
Hong Kong, cuya economía alcanzó en lo adelante
un índice de crecimiento anual del 10,5 por ciento.
En 2001, el Foro de la Fortuna se reunía en la actual
Región Administrativa Especial de Hong Kong(RAEHK).
Desde que China se incorporó a la Organización
Mundial del Comercio (OMC) en 2002, el país ha mantenido
una sostenida línea de compromisos con la economía
global, proceso que se hizo más conspicuo al triunfar
Beijing en sus aspiraciones olímpicas para 2008,
victoria que otorgó a la capital china un mayor atractivo
aún a los ojos de la comunidad empresarial internacional.
"Al escoger como sede de nuestra reunión a Beijing,
centro político del país, lo hicimos con la
marcada intención de conocer mejor a China,"
indica Robert Bierman, presidente de la división
de conferencias de la Revista Fortuna. Los patrocinadores
del foro están conscientes de la influencia cada
vez mayor de Asia y de sus líderes en la economía
global. Para ellos, un Asia revitalizada es el contrapeso
más probable para los centros de poder de Estados
Unidos y Europa. Naturalmente, tal coyuntura conlleva por
partes iguales desafíos y oportunidades.
China: A la oportunidad la pintan calva
Zhao Xijun, director del Departamento Financiero de la
Universidad del Pueblo de China, estima que en el foro de
Beijing se caracterizó por discusiones más
profundas, en comparación con las reuniones previas
en Shanghai y Hong Kong. Los líderes empresariales
reunidos en Beijing examinaron la presencia de China en
la OMC y hasta qué punto dicho estatus ha influido
en la apertura de los mercados financieros y capitales chinos
a la inversión internacional, así como las
crecientes oportunidades de negocio en el país.
Para mantener un ritmo de desarrollo continuado, China
precisa de un mercado de inversión de gran alcance
y estabilidad. El mercado de capitales chino está
aún por madurar y por consiguiente precisa acogerse
a ciertas normas. Todavía le queda subsanar muchas
regulaciones mercantiles confusas, o crear aquellas que
simplemente no existen. Estas carencias, como es lógico,
llenan de desasosiego a algunos inversionistas. El foro
de Beijing, sirvió asimismo para que los inversionistas
extranjeros neutralizaran dichos temores, poniéndose
al día sobre lo último en las reformas chinas
del mercado de capitales.
Los altos precios del petróleo han colocado las
preocupaciones de orden energético en la primera
página de la agenda empresarial mundial, por lo que
no resultó extraña la notable dosis de atención
que el foro dedicó a los vaivenes del oro negro.
China, enfrentada a escaseces de petróleo y gas,
comparte con muchos inversionistas la interrogante de cómo
mantener su acelerado desarrollo si la falta el imprescindible
combustible. Por otra parte, los delegados discutieron el
potencial para la cooperación en el consumo de energía,
a cuyo ahorro China, como importante consumidor, se comprometió
a contribuir adoptando medidas más estrictas.
Otro aspecto destacado del foro fue la protección
del medio ambiente. China ha logrado sobreponerse a su antigua
tendencia de conseguir el desarrollo económico a
expensas del medio ambiente, por lo que se apega a métodos
científicos y sostenibles de desarrollo. Algunas
entidades no gubernamentales y compañías internacionales
expresaron su compromiso de trabajar en conjunto para remediar
la actual pesadilla ambiental que embarga al planeta, procurando
un uso más eficiente de la energía. Todo con
el objetivo de conjurar crisis futuras.
La protección de la propiedad intelectual (PI),
o más bien, la ausencia de la misma, ha dificultado
la labor de algunas grandes empresas en el pasado reciente.
Ansiosos por resolver, o al menos mejorar, esta situación,
los asistentes al foro discutieron medidas para garantizar
la protección de la PI en Asia. Tomando en cuenta
la agenda abordada en la reunión, no resulta aventurado
concluir que el empresariado mundial ha reemplazado la mera
curiosidad con respecto a China por un afán de desarrollar
planes cooperativos y estratégicos de gran alcance
con la nación asiática.
Una China integrada a la economía
global
Cuando se celebró el Foro Global de la Fortuna de
1999 en Shanghai, China todavía negociaba su entrada
a la OMC. A la sazón, los temas en el candelero eran
si ésta sería capaz de sumarse a la economía
mundial y si el país depreciaría su moneda,
el RMB, a consecuencia de dicho proceso.
Seis años más tarde las preguntas son bien
distintas. Si algo mantuvo sobre ascuas a los representantes
del capital internacional congregados en Beijing fue el
posible impacto que un cambio en la tasa del RMB tendría
para la economía mundial y los mercados financieros.
Muchos se preguntaban cuándo se producirá
la reevaluación del yuan; otros trataban de adivinar
el momento en que el mismo comenzaría a flotar; ¿cuándo
se elevarán de nuevo los tipos de interés?,
averiguaban otros más. Los expertos financieros del
mundo aprovecharon su estancia beijinesa para intentar dilucidar
el impacto de la caída libre del dólar para
la economía mundial, y qué sucedería
si la tasa de cambio RMB dólar quedara flotante,
o se desechara por completo. No menos interesados se mostraron
por conocer el parecer chino respecto al cambio de moneda
extranjera. El nivel de atención y especulación
que hoy circundan al yuan evidencian el peso real de la
economía de China en el panorama global.
Muchos de los pesos pesados de la economía mundial
ven a China como el mercado más atractivo del orbe,
en virtud de su acelerado nivel de desarrollo económico.
En 2004, China contribuyó con cerca del 10 por ciento
del desarrollo económico mundial, y 12 por ciento
de su crecimiento comercial.
Súmese a ello que el proceso de apertura a que se
sigue abocando el país, destaca por franquear el
paso al capital extranjero y promover la distribución
de beneficios. De 1990 a 2004, los inversionistas de ultramar
en China obtuvieron ganancias ascendentes a más de
250.000 millones de dólares, y de las 280.000 compañías
de capital foráneo que hoy funcionan en el país,
dos tercios ya están generando beneficios.
No en balde hay un contingente de emprendedores hombres
de negocios, de dentro y fuera del país, soñando
con dónde podrá estar China la próxima
vez que el Foro Global de la Fortuna se celebre en esta
tierra de promisión.
|