Leyenda
de Genting
Por
GONG XIXIANG Y MENG SHENG
UBICADO
a sólo 58 kilómetros de Kuala Lumpur, capital
de Malasia, el Balneario de Genting es la zona turística
más desarrollada de ese país del sudeste asiático.
El mismo atrae a turistas de todo el mundo por su clima
agradable, bellos paisajes y alta calidad de sus instalaciones.
Cada año, 20 millones de turistas lo visitan.
Genting es resultado del
trabajo de toda una vida de un chino excepcional, Tan Sri
Lim Goh Tong, quien con inteligencia, valentía y
gran fuerza de voluntad, dedicó 40 años a
transformar montañas áridas en lo que hoy
es este famoso balneario.
De
Fujian a Kuala Lumpur
En febrero de 1937, Lim,
con sólo 19 años, dejó su tierra natal
en la oriental localidad de Fujian y se fue a Malasia para
ganarse la vida. Trabajó de carpintero y estudió
el malayo, mientras probaba trabajos ocasionales que no
le dejaban mucha ganancia.
Tres años más
tarde, cuando su natal Fujian quedó ocupada por fuerzas
militares japonesas, Lim se arriesgó y volvió
a su tierra, preocupado por la suerte de su familia. Esta
experiencia le enseñó a ser dueño de
su propio destino. Siete meses más tarde regresaba
a Kuala Lumpur, cuyas calles recorrió vendiendo té,
bálsamo de tigre y otros productos. Poco a poco pudo
reunir fondos y establecer una pequeña ferretería,
aprovechando la disponibilidad de hierro y latón
que la guerra dejaba por doquier.
Con la venta de chatarra
y máquinas de segunda mano, Lim acumuló dinero
y experiencias, a la vez que cultivaba amistad con propietarios
de minas de hierro, una de las cuales, sumida en inminente
bancarrota, compró después de comprobar sus
reservas, invirtiendo 12.000 Ringgit (unos $3174). Más
tarde, aumentó su inversión en la misma hasta
convertirse en su mayor accionista y geren-te general. Bajo
su administración, la mina de hierro, con un capital
total de 800.000 Ringgit (unos $211.640) mantuvo un beneficio
anual de 4 millones de Ringgit (1,06 millones de dólares).
Con el tiempo, Lim cumplió
su sueño infantil de ser un contratista inmobiliario,
especialidad a la que a partir de entonces dedicó
su rica experiencia y agudo sentido de la oportunidad. Con
cada proyecto completado por Kien Huat, la empresa que fundó,
crecía su buena reputación en la zona. Ni
los problemas de la compañía ni los desastres
naturales, entre otras calamidades, le hicieron sentirse
derrotado nunca. Al cabo, su compañía quedó
registrada en los anales históricos como pionera
en la construcción de la Malasia moderna.
Valentía
y habilidad extraordinarias
Tan Sri Lim Goh Tong se
decidió a emprender la construcción de un
balneario montañoso cuando se ocupaba de un proyecto
hidroeléctrico. Casi por casualidad descubrió
la montaña Gunung Ulu Kali, de 1.800 metros de altura
y a sólo 58 km de la capital. A pesar de que era
apenas un paraje agreste, Lim supo ver nume-rosas posibilidades
en el aire puro de la zona; después de insistir una
y otra vez, estableció una compañía
privada llamada Genting Highlands Berhad, el 27 de abril
de 1965, y convenció finalmente al gobierno de darle
6.060 hectáreas de tierra. Siete años más
tarde, construyó caminos y hoteles, pero las pérdidas
constantes ahuyentaron a muchos accionistas, que se retiraron.
Tunku Abdul Rohman, entonces
Primer Ministro de Malasia, se sintió impresionado
al ver que el sector privado, sin la asistencia gubernamental,
podía desarrollar un balneario montañoso para
el disfrute de todos los malayos. Al mismo tiempo, la compañía
gozaba de una exención de impuestos de seis años
desde el 8 de mayo de 1971. Lim dedicó las ganancias
a erigir hoteles, campos de golf, lagos artificiales y un
funicular, atrayendo a gran número de turistas, que
dejaron notables dividendos al Grupo Genting. Hoy día,
Genting posee hoteles y plazas de nivel mundial. El balneario
tiene un hotel que pasó de 200 habitaciones a ocho
mil, un centro internacional de convenciones con aforo para
más de 6.000 personas, y más de mil tiendas
y restaurantes. El capital total de Genting supera hoy los
10.000 millones de Ringgit ($2.640 millones), y ha contribuido
con un total de 10.000 millones de Ringgit ($2.640 millones)
en impuestos a las arcas del gobierno malayo.
A la par que desarrollaba
el área turística, Lim proponía el
desarrollo agrícola de la zona, para lo cual se construye
en la actualidad una comunidad integral de 3.200 hectáreas.
La ciudad está equipada de diversas instalaciones
modernas y tiene una población de 350.000 personas.
Las divisiones del Grupo Genting inclu-yen fabricación
de papel, embalaje, energía eléctrica, petróleo
y gas. Lim envió a su segundo hijo, Tan Sri Lim Kok
Thay, a quein ha designado su heredero, a ampliar la red
de negocios familiares en ultramar, lo que se ha cumplido
con la apa-rición de casinos, hoteles, centros de
convenciones, parques de diversión techados y campos
de golf en Australia, Bahamas y Canadá, todo un conglomerado
que le dejó 100 millones de Ringgit (26,4 millones
de dólares) de utilidades en el primer año
de operaciones.
En 2005, a los 85 años,
Lim tiene mucho de que enorgullecerse. La compañía
Star Cruises Limited, socio del Grupo Genting, es el tercer
mayor operador de cruceros del mundo y dirige las líneas
de cruceros de Asia y el Pacífico. Pero lo que colma
la felicidad de este chino emprendedor es saberse rodeado
de una familia, a la que pone siempre por encima del trabajo.
Al retirarse, planea dedicarles más tiempo. Dios,
afirma, me ha dado demasiado: una madre benevolente, una
esposa genial que comparte conmigo alegrías y penas,
y tres hijas y tres hijos, que me han dado 19 nietos.
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